Sábado. Que mejor día que el sábado? Mis "padres" no estarán el fin de semana en mi "casa" así que Luis va a cuidarme, en realidad, yo voy a tener que cuidar a Luis porque el señor va a hacer una "mini" fiesta en mi "casa", solo esperemos que sea mini enserio. Amo las fiestas pero no quiero meterme en problemas aquí y menos en una casa la cual no es mía.
La puerta de mi habitación se abre fuertemente —A LEVANTARSEEEE!!! DESAYUNO DE EL DÍA DE HOY: CEREAL CON LECHE!!!— grita mi hermano abriendo mis cortinas. —¿Por que no fuiste buen hermano y amigo y me compraste algo en starbucks?— hago puchero mientras salgo con flojera de mi cama. —Porque la money que mamá me dió es para cervezas para hoy a la noche— se pone a bailar y yo rio. —No me hago cargo de nada de lo que pase hoy a la noche Louis— —Tranquila— sonríe. —No invítaste a los pesados, no?— —Me ves cara de estupido?— —Un poquito— bromeo y reímos.
(...)
La música ya se empezaba a escuchar y podía ver por mi ventana que había gente entrando en la casa. Me mire por última vez en mi espejo y sonreí. Me gustaba mucho como estaba vestida.
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Salí de mi habitación sin antes ponerle traba a la puerta ya que no quería que adolescentes tengan sexo en mi cama. Baje las escaleras y traté de buscar a mis amigos entre toda la gente. Pude ver la colorada cabellera de Destiny y fui hacia ellos.
—Holaa!!— digo feliz llegando a ellos. —AMBEEEER— gritan todos felices y yo rio. Saludo a cada uno con un abrazo. —ESTAS SÚPER PERRA AMIGA!— exclama Hanna y yo me rio. —Tu también. Las dos— digo mirando a Des también. Honestamente, las dos estaban muy lindas.
(...)
Encontré a Louis y me acerque. —Con que mini fiesta eh— digo agarrando una cerveza. —Ya está, hay que vivir la vida. Cuídate— dice y lo veo irse con una chica. —Ryan...— dice alguien en mi oído. Me doy vuelta encontrándome con el rubio que me había dejado de cabeza. —Rubio...— digo mirándolo para después darle un sorbo a mi botella. —Estas... wow— dice mirándome de arriba a abajo y yo me rio. —Creo que te busca tu novia, asshole— le doy una palmada en el pecho y me voy de vuelta con mis amigos. Aunque no quiera es verdad, el rubio me dejo de cabeza desde ese día en el Arcade y cada vez lo entiendo menos. No me puede atraer un estupido como Corbyn Besson.
