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Apurados, subimos las escaleras esquivando la gente que estaba ahí y entramos en mi habitación. Jalé a Corbyn hacia mi y lo besé completamente excitada y con ganas de el.
Corbyn me siguió el beso y al instante su lengua empezó a jugar con la mía. El beso subía cada vez más de tono y ya no me bastaba con solo su boca.
Trabe la puerta y empuje a el rubio sobre la cama. Me senté arriba de el y mi vestido se subió hasta la mitad de mi trasero, besé el cuello de Corbyn dejando grandes marcas en el mientras el rubio acariciaba mis muslos y trasero con sus manos.
En un rápido movimiento, el rubio estaba sin camisa y yo estaba debajo de el. Me observo cada detalle de mi cara y empezó a dejar besos húmedos por mis hombros, cuello y pecho. Dejándome llevar por el placer de sus besos, sentí como todo el cierre de mi vestido se bajo, dejándome solo en bragas ya que no necesitaba utilizar sostén para ese vestido.
Su lengua pasó por entre medio de mis pechos haciéndome jadear. Empezó a besar uno de mis pechos mientras que masajeaba el otro con su mano. Jadeos de placer salían de mi boca. Dejo de besar mis pechos y empezó a besar mi abdomen haciendo que mi piel se erizara gracias a su boca fría.
Cuando estaba a punto de bajar mis bragas lo saqué de arriba mío para ponerme yo arriba de el, me gusta tomar el control. Besé sus abdominales dejando unas marcas por la zona mientras desabrochaba su pantalón. Se lo quité junto a sus bóxers, dejando a la vista su enorme miembro. Me relamí los labios y comencé a chupar su miembro. Jugaba con el en mi boca mientras el rubio gemía y sostenía mi pelo con su mano.
Luego de un largo rato así, me quite las bragas por mi cuenta y lo besé. Sin darme cuenta, Corbyn me penetra haciéndome soltar un grito ya que no lo esperaba. El rubio río por mi reacción y empezó a darme embestidas lento, aunque luego empezó a hacerlo más rápido logrando que los dos gimiéramos.

El rubio me acuesta en la cama y se pone arriba mío. Me besa y se lo sigo con la misma intensidad.

Se separa del beso y me mira —Voy a dejar a Spencer— dice entre jadeos.
—¿Que?— digo confundida.
— Si, lo estuve pensando y quiero estar
contigo— sonrie.
—Esta bien— sonrío feliz y el rubio vuelve a besarme.

Luego de distintas posiciones y gritos de placer, quedamos rendidos en la cama. Yo estaba acostada en su pecho mientras el me acariciaba el pelo. Amo estar así con el.

Needy | Corbyn Besson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora