038

1.2K 75 2
                                    

Mi corazón no dejaba de latir rápidamente,
el solo pensar que tenía que encontrarme con Corbyn me ponía nerviosa. Miraba el redondo reloj de el aula mientras mi pierna, inconscientemente, subía y bajaba rápidamente. Quería verlo, besarlo, tenerlo conmigo.

El timbre sonó y prácticamente corrí hacia la salida. El pasillo estaba lleno de gente pero eso no fue un obstáculo para mi. Me escabullí entre ellos hasta la sala de conserje y entré. Las luces estaban apagadas y no sabía si Corbyn ya estaba aquí o no.

—¿Corb...— fui interrumpida por una boca sobre la mía. Seguí el beso con la misma desesperación que Corbyn lo había empezado. Sus manos viajaron hacia mi trasero y desde ahí me apretó contra el. Su lengua pidió permiso para poder jugar con la mía y lo dejé tranquilamente. Un cosquilleo vino a mi cuando sentí la mano de el rubio por debajo de mi remera. Me separé para dejar mis besos en su cuello, inconscientemente dejé una gran marca en el. —Te va a costar taparlo— susurre en su oído y mordí su lóbulo. Soltó un jadeo y ahí me di cuenta que debía actuar. Me arrodillé enfrente de el y levante su camiseta para poder dejar besos por arriba de el comienzo de su pantalón.
—No me tortures— su voz ronca inunda la habitación y hace que se me erice la piel. Desabroche su pantalón y lo baje con su bóxer. Bese la zona con deseo. Los jadeos y gemidos que Corbyn producía me volvían loca y quería tenerlo en mi en el momento. Chupe su miembro por un largo rato hasta que corbyn me levanto rápidamente.
Me bajo el pantalón con mis bragas y me alzó. Me acomodo en sus brazos haciendo que su miembro entre en mi. Solté un gemido que la boca de el rubio atrapó en un beso y me empezó a penetrar más fuerte. Apreté mis labios intentando no soltar ningún gemido ya que el rubio lo estaba haciendo muy bien.
Me agarre de su cuello y jugué con su cabello. Empezó a aumentar la velocidad de sus movimientos y ya no podía retener ningún gemido más. Dejé mi boca sobre su hombro intentando gemir más bajo aunque era en vano.
El timbre sonó pero a ninguno le importo. Seguimos con nuestro asunto hasta que los dos llegamos al climax.
El rubio me bajo de sus brazos y mientras intentaba recuperar mi respiración me volví a poner mi pantalón y mis bragas. Acomode mi pelo y mi blusa en la oscuridad.

—Te encanta volverme loca, no?— dije abrazándolo por la espalda.
—Me encantas tu— dice, siento mis mejillas arder y agradecí estar en la oscuridad.
—Debo irme a clase— le doy un beso corto en los labios, movimiento que Corbyn aprovecha para morderme mi labio haciéndome lanzar un gemido. —Cuida tu cuello, rubio— digo en su oído y salgo de la habitación.

Antes de ir a clases, fui hacia el baño de mujeres a intentar arreglarme mejor. Comprobé que no había nadie, me mire en el espejo y me acomode mi ropa que por cierto, tenía la remera al revés.

—Mira a quien tenemos aquí...— me encuentro con Spencer y la miro seria. —Amber Ryan... ¿Como has estado, linda?— sonrie falsamente.
—Excelente, gracias por preguntar— me hago una cola de caballo en el pelo ya que estaba demasiado desastrozo y la miro.
—¿Que haces fuera de clases?— se cruza de brazos.
Las ganas de gritarle que estaba follandome a su novio aparecieron en mi, pero no podía hacerlo, no quería arruinar lo que tengo con Corbyn. —Estaba ensayando la coreografía de baile— digo tranquila.
—¿Con la remera al revés?—
—¿Estas haciéndome un interrogatorio?— digo frunciendo el ceño.
—Si, y seguro es la primera vez que lo tienes, no creo que a mucha gente le importe tu vida— Si supieras Spencer... si supieras...
—Que aburrida que estas— me río. —Ve a estudiar, ejercita tu única neurona y después ven a hablarme— dicho eso, me voy pasando por su lado y camino hasta mi clase.

•••

¿¿Les gusto??
Fue un capítulo medio raro,
un poco de sexo y un poco de drama 🤪

Needy | Corbyn Besson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora