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Entre a la cafetería, elegí mi comida y me senté en una mesa en la esquina de el salón. Hanna se sentó conmigo y después de un rato vinieron Louis y sus cuatro amigos.

—Adivina quien me habló— le digo a Louis mirándolo para después llevarme una rebanada de sandía a mi boca.
—No me digas...— dijo y yo asentí mientras lanzaba una risita.
—El señor Jonah huevoschicos Marais y su fiel amigo Daniel soyteñido Seavey— digo para después reír con Louis.
—Eres fabulosa—
—Lo se, lo se— digo y rio.
—No sabía que las latinas eran tan...— dice Harry pensando la palabra adecuada para describirme.
—Extrovertidas?— dice Hanna ayudándolo y Harry asiente.
—Como se nota que nunca hablaste con una latina chico inglés— le revuelvo el pelo.

Luego de un buen almuerzo fui hacia mi siguiente clase después de escuchar atentamente las indicaciones de Louis para ir a el salón. Era tarde, algunas personas corrían por los pasillos y otras seguían hablando tranquilamente sin importar que estaban llegando tarde a su próxima clase. Camine por el pasillo rápido hasta que unas voces me frenaron.

—Ay, por qué llorar Peppa??— escuchó y me asomo para ver de donde provenían las voces. Veo a un grupo de chicas al rededor de una chica colorada.
—Déjenme en paz— ruega la colorada secándose las lágrimas.
—Deberías dejar de comer tantas tortas— dice una rubia con piernas largas.
—Y ustedes deberían dejarla en paz— digo atrás de el grupo ganándome su atención. Las cinco chicas me miran. Una castaña rie y se acerca un poco a mi. —Y tú eres?—
—Amber Ryan, un gusto Barbie— le digo con una sonrisa sarcástica y ella sonríe. —Ay, no te sientas halagada, solamente quería ponerle un buen apodo a tu cuerpo de plástico— sonrío y la castaña borra su sonrisa para acercarse más a mi.
—Linda, no te metas conmigo, no te conviene—
—Exacto, ella puede hacerte desaparecer— dice una rubia atrás de ella.
—Exacto, ella podría humillarte durante
todos— dice otra rubia detrás de ella y yo me rio demasiado.
—Que ridículas— dejó de reírme y miro desafiante a la castaña. —Déjenla en paz y váyanse a estudiar así sus neuronas se expanden y dejan de pensar en bolsos
Channel— les tiro un beso haciendo que ellas se vayan fastidiadas. Me rio de ellas y me acerco a la colorada y la abrazo.
—Hey, se que no me conoces ni yo a ti pero no les hagas caso a esas minis neuronas con cuerpo de plástico. Eres hermosa y seguro muy buena persona también— digo mirándola a los ojos.
—G-gracias, nunca nadie había hecho algo así por m-mi— dice y yo sonrío.
—Si quieres podemos ser amigas. Soy nueva y no conozco a casi nadie de aquí— dije amistosa.
—Esta bien— me sonríe, tiene linda sonrisa.
—Como te llamas?—
—Amber Ryan, tu?—
—Destiny... Destiny Cook—
—Bueno Destiny, que clases tienes ahora?—
—Música—
—Yo también! Vamos antes de que se siga haciendo tarde— digo y empiezo a caminar apurada mientras Destiny me seguía.
—No pareces de aquí—
—Es que no soy de aquí. Soy de Mexico, vine de intercambio—
—Ahhh, ósea que después te irás??—
—En un año—
—Y volveré al infierno...— suspira.
—Eso no va a pasar porque vas aprender a volverte fuerte conmigo— le guiño el ojo para después abrir la puerta de el salón. —Perdón la tardanza. Soy Amber Ryan, vine de intercambio.— le sonrío amablemente a la profesora.
—Están perdonadas por hoy. Me alegra tenerte en mi clase Amber... Y a ti también Destiny— sonríe. —Tomen asiento por favor—

Mire a todo el salón, vi a los pedazos de plástico sentadas secreteando y eso hizo que se me salga una mini risita. Luego vi a un grupo de chicos que yo creo que eran de el grupo de Fútbol Americano por su uniforme.
Encontré dos asientos y me senté en uno mientras Destiny se sentaba en el otro.

Needy | Corbyn Besson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora