•°。☘: ZenTan {1}

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Universo alterno en el que viven en un mundo actual.

-•-

Llegó a un punto en el que todo era gris.

Nada tenía forma, color, sonido. Nada. El mundo era una masa gris. Las personas y animales comenzaron dejaron de emitir sonidos. Las calles ya no eran ruidosas.

Zenitsu sabía lo que pasaba.

Había perdido su inspiración.

Era un músico célebre. El mejor violinista del último tiempo, solicitado en grandes escenarios, creador de innovadoras piezas musicales. Había tocado incluso para la familia real inglesa.

Decían que su talento era una bendición de Dios mismo. Que sus oídos eran tan buenos como los de un ángel y que sus dedos podían producir sonidos tan preciosos como la voz de una sirena.

Sin embargo un día despertó y se dio cuenta de que había cruzado el límite. Estaba aburrido de las fiestas de sonrisas falsas, halagos superficiales y conversaciones automáticas.

Fue abrumado por el éxito que tenía, estaba tan alto que ya no podía subir más. No quería subir más.

El violín ya no era lo mismo. Todos los sonidos eran iguales. Había perdido su inspiración, ya no tenía derecho a tocar. Lo peor era que no le importaba.

A las cámaras dijo que se tomaría unas vacaciones. Sólo él sabía que serían unas vacaciones permanentes.

Su vida actual había sido consumida por la falta de inspiración. Nada le llamaba la atención, nada le atraía. Todo era gris.

Hasta que lo conoció a él.

Ese día había ido a comer a un restaurante familiar. Su paladar había despertado con ganas de comer algo dulce, hace tiempo que no sentía ganas de hacer algo, así que se dio el lujo de salir de su hogar.

El restaurante parecía un lugar cómodo. Aunque a sus ojos era todo gris. Una, creía, linda chica de cabello castaño lo recibió y lo llevó a su mesa.

Sabía que le estaba hablando, pero no podía reconocer las palabras que escapaban de sus labios.

Al estar sentado, miró a los lados. Antes podría haber creado una maravillosa sinfonía con todos los sonidos que habían en aquel restaurant. En cambio ahora todo estaba en silencio.

Un mesero llegó a su lado, no se molestó en mirarlo.

—Dame un café.—Dijo, olvidándose de que iría a comer algo dulce. Se había aburrido y por cortesía era que iba a pedir algo.

Cerró los ojos durante el tiempo en que el mesero tardó en preparar el café. La situación lo estaba superando. Si no podía siquiera ver los colores, ¿Para qué seguir viviendo?

La tasa de café fue puesta delante de él. Y para su sorpresa venía junto a un plato de panqueques.

Miró extrañado al mesero, dispuesto a quejarse por recibir una orden de otra persona.

Pero todas las palabras se le fueron de la mente al ver al chico.

Su cabello rojizo era hermoso. Era encendido como las brasas, llamativo y prendido. Una curiosa marca de nacimiento yacía en su frente, dándole un aire misterioso. Sin embargo sus ojos eran lo mágico.

[☆彡 ] Kimetsu no Yaiba |One-Shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora