[☆彡 ] Kimetsu no Yaiba |One-Shots.

•°。☘: MuzaTan {1}

Ese había sido un buen botín.

Hace un montón de tiempo que Muzan no se daba un lujo tan grande como el de esa noche. Realmente fue un golpe de suerte el encontrar aquella casita en la montaña.

¿Cuántos eran? Una madre, dos jovencitas y tres niños. ¡Una grandiosa cazería! Aunque para demostrar que aún tenía algo de humanidad, dejó caer un poco de su sangre en las heridas de la joven mayor.

Ya era cosa de ella si la aceptaba o no.

Aquella era una noche hermosa, oscura como las que no se veían hace tiempo. Se veían varias estrellas iluminando el manto celestial. A veces se preguntaba si existía aquel dios del que tanto hablaban los humanos.

Y en ese mismo momento su respuesta llegó en forma de ángel.

Lo veía caminar con dificultad sobre la gruesa nieve. De sus labios rosados escapaba aliento tibio, creando nubecitas de vapor. Su piel, ligeramente morena, empalidecía con el reflejo de la nieve.

Era un ser hermoso.

El hombre de cabellos azabaches se quedó prendado con la vista. Hace cientos de años que no veía a alguien tan hermoso.

El joven debió sentir que alguien lo miraba fijamente, pues giró hacia donde Muzan. Revelando sus ojos del mismo tono de las brasas.

Se sintió hipnotizado al ver al extraño personaje frente a él. Nunca lo había visto antes y por las vestimentas elegantes que vestía, seguramente era alguien de la ciudad.

Su olor era el de alguien atrayente, el instinto del chico pelirrojo le advirtió que debía alejarse lo más posible de esa persona, sin embargo Tanjiro quería acercarse más.

De alguna manera esa persona le transmitía una sensación que nunca había percibido.

—Buena noche, señor.—Dijo, entablando una conversación.

—Buena noche, joven.—Respondió él, algo atontado al oír el dulce tono de la voz del menor.

—¿Es usted nuevo por aquí? Nunca lo he visto antes.—Habló.—Soy Tanjiro Kamado.

¿Kamado? Ese era el apellido tallado en la casa de su reciente cazería. ¿Aquel hermoso joven era otro hijo de esa familia?

—Yo solo vengo de visita.—Contestó el pelinegro.—Puedes decirme Muzan Kibutsuji.

¿Por qué había dicho su nombre real? Esas palabras habían escapado de sus labios antes de poder controlarlas. Ni siquiera a su esposa e hija les había dicho de su nombre real.

—Debería tener cuidado al salir tan tarde, Muzan-San. Los ancianos siempre me advierten de que en la noche aparecen los demonios.

Kibutsuji rió. El joven frente a él no tenía ni ídea de que estaba hablando con el líder de los demonios, pero le parecía tierno de alguna manera.

Nunca nadie se había preocupado por él. Todos sabían que era fuerte por esencia y que no existía persona que pudiera vencerlo. En cambio, Tanjiro le pedía que tuviese cuidado con los demonios.

—Muy atento de tu parte el preocuparte por mí.—Dijo.

—No es nada, Muzan-San.—Respondió el Kamado, con una sonrisa en su rostro.

Una sonrisa sincera, cosa que no se veía mucho. Muzan sintió que, de alguna manera, el alma humana, que había creído olvidada hace mucho tiempo, había regresado.

Miró a los ojos a Tanjiro, regocijándose con la amabilidad que emanaban estos. Ese chico era un ángel, de verdad que era un ángel sobre la tierra.

—Ya debo irme, Muzan-San.—Indicó.—Espero que nos volvamos a ver otro día.

El pelirrojo dio un paso para acercarse a su casa, rompiendo el aura de tranquilidad que inundaba a Muzan. Haciéndole recordar a este la situación en la que estaba.

Tanjiro iría a su casa y encontraría los cadáveres de su familia. Además su hermana demonio podría despertar y comérselo.

No, no podía dejar escapar a ese ángel.

—No te irás.—Declaró, usando una de sus habilidades demoníacas.

Tanjiro detuvo sus pasos, no por querer, sino porque se vio incapaz de mover su cuerpo.

—¿A-ah?—Cuestionó.—¿Qué ocurre?

Kibutsuji se acercó a él con pasos elegantes y agraciados. Con su mano diestra acarició la mejilla del menor.

—Eres toda una belleza, Tanjiro.—Dijo. Captando la atención total del ojirrubí, quien trataba de mover su cuerpo.—Tranquilízate.

Otra vez fue controlado por el demonio, calmándose.

Muzan tomó su mentón, obligándolo a verlo a los ojos. Apenas Tanjiro vio esos ojos de rojo resplandeciente, su mente quedó en blanco.

Estaba siendo hipnotizado.

—Hace mucho tiempo que no me sentía tan atraído hace un humano, como me he sentido por ti.—Confesó el mayor.—Lo lamento, pero no puedo dejarte escapar. Dime, ¿Si atraparas al más hermoso canario, lo dejarías ir?

Por inercia, el pelirrojo negó. Lo que provocó una sonrisa de placer en el rostro del mayor.

—¿Quieres estar conmigo, Tanjiro? Vayámonos lejos, puedo darte todo.—Susurró en el oído del chico.

—Quiero estar con usted, Muzan-San.—Respondió el chico.

El demonio carcajeó. Ese era su día de suerte. Aunque para él, todos los días eran de suerte.

—Duerme, este será un viaje largo.—Ordenó. Tanjiro cayó inconsciente en los brazos del pelinegro.

Había sido una excelente cazería.

(...)

Cuando abrió los ojos, Tanjiro supo que estaba en un lugar desconocido y lejano a su hogar. Más no se asustó, por el contrario, se sintió acogido por el ambiente.

Una mano se paseó por su cabello. El ojirrubí giró su cabeza para encontrarse con el dueño de esa caricia.

—Buenos días, Muzan-San.—Saludó normalmente.

—Buenos días, Tanjiro.—Respondió este.—Me alegra que estés aquí.

El chico rió, su mente ya estaba lavada, había olvidado a su familia, siendo Muzan lo único en lo que pensaba.

—Como si fuese posible que yo me marchase de su lado, Muzan-San.—Dijo.—Después de todo, yo lo amo.

Se abrazó al cuerpo de su amante, este correspondió al instante.

—Yo también te amo, Tanjiro.—Respondió, depositándolo sobre el futón, para después besar el cuello del chico e ir tocando su cuerpo.

Este no puso ninguna queja, sino que dejaba ser acariciado. Deseando más y más tacto.

Muzan había sido capturado por el hermoso ángel. Ya no imaginaba su vida sin él.

Quizás debería volverlo un demonio y que gobernara a su lado.

Pero esos pensamientos quedarían para después, ahora tenía a su hermosa presa bajo suyo.

Era hora de devorarlo.

-ムザタン-

¡Hey!
¿Qué hay?

A veces escribo shipps raros, como este. Es mejor no preguntar y sólo disfrutar, jaj. Me gustó escribirlo.

Este os va para Athenas707 y otras personas más que me pidieron el shipp. No las anoté, perdón (T_T).

Creo que es todo por hoy.

¡Adiós!

21/11/19