Actualidad! AU
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Sabito miró por milésima vez a los niños, a través de la ventana que los separaba.
Apoyó su mano en el vidrio, como queriendo tocar a los pequeños. Estaban en una habitación llena de juguetes junto a otros niños, sin embargo, ante los ojos rosáceos del joven, aquellos niños eran los únicos que podía ver.
Eran un niño y una niña, él tenía seis años y ella cinco. Se llamaban Tanjiro y Nezuko. Y acababan de quedar huérfanos.
Sabito lo sabía de primera mano, pues había sido él, en su trabajo como policía, el que los había encontrado. Ambos abrazados dentro de un armario, con las mejillas llenas de lágrimas secas. Eran los únicos sobrevivientes de un psicópata que había entrado a la residencia de su familia, asesinando a sangre fría a todos los demás miembros del hogar.
Apenas los vio tan frágiles y solos en este mundo cruel, el pelidamasco decidió que se haría cargo de esos niños.
—¿No quiere hablar con ellos, señor Sabito?—Preguntó la directora del orfanato, en que que se estaban quedando los menores.
—¿Puedo?—Consultó.
Ella asintió.
El policía se entusiasmó ante el poder hablar con los pequeños. Entró a la habitación donde estaban ellos. Estaba algo nervioso, de alguna manera sentía que esos niños eran especiales.
—Hola.—Los saludó.
Los menores se acercaron corriendo, mientras le sonreían.
—¡Usted es el señor policía!—Exclamó Nezuko.
—¡Qué bueno verlo otra vez!—Dijo Tanjiro.
—Yo soy el más alegre por volverlos a ver, pequeños.—Respondió Sabito, acariciando el cabello de ambos niños.
Ellos rieron, para después mirarlo con ojos tristes y melancólicos.
—Señor policía, ¿Cuándo volveremos a ver a nuestra familia?
La pregunta hizo que el corazón de Sabito doliera, borrando la sonrisa del su rostro. Suavemente acarició con sus dos manos las mejillas de los Kamado.
—Lo lamento, Tanjiro, Nezuko, pero su familia se ha ido muy lejos. Ellos ahora están en el cielo.
—¿En el cielo? ¡Eso no puede ser!—Exclamó la pequeña.—¡Hanako le tiene miedo a las alturas!
—No, en el lugar donde están ellos no existe el miedo. Es un lugar cálido y lleno de luz, desde donde los están viendo a ustedes.
Nezuko se había calmado un poco con la explicación del policía, por otro lado Tanjiro estaba derramando silenciosas lágrimas.
—¿P-por qué se fueron de repente?—Sollozó.—¿Qué haremos Nezuko y yo?
El pelidamasco lo abrazó, dejando que llorara en su hombro. El pelirrojo lo correspondió al instante, liberando su tristeza en sonoro llanto.
En aquel momento, Sabito lo supo.
Había nacido para proteger a esos niños.(...)
La adopción era un tema difícil. Si bien, ya era complejo para una pareja heterosexual, lo sería mucho más para Sabito.
En especial, porque tenía que comenzar convenciendo a su amado esposo Giyuu.
Se había casado con Tomioka Giyuu hace ocho años, apenas ambos cumplieron la mayoría de edad. Eran mejores amigos de toda la vida, para declararse Sabito en secundaria y ser aceptado al instante por Giyuu, en una tierna confesión amorosa.
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[☆彡 ] Kimetsu no Yaiba |One-Shots.
Fanfiction"Donde escribo sobre shipps al azar de esta hermosa serie en mini historias sin continuidad". •Habrán shipps al azar, pueden ser homosexuales (yaoi, yuri) o heterosexuales. •Como dije antes, las historias no tienen continuidad, a menos que yo lo dig...