[☆彡 ] Kimetsu no Yaiba |One-Shots.

•°。☂: KyoTanGiyu {1}

Tanjiro trataba de calmar su respiración.

Tras haber corrido un montón, finalmente había encontrado un lugar donde poder esconderse y estar en paz. Apoyó la cabeza sobre un tronco cercano, para poder cerrar los ojos y tratar de analizar lo sucedido.

¿Hace cuánto que no tenía un día en paz?

Si bien en su trabajo como cazador de demonios no existía la calma, podía estar tranquilo y descansar en algunas ocasiones, como cuando estaba en la estancia mariposa o en las casas de glicinas.

Pero ahora ya no tenía ni un segundo de paz. ¡Ni siquiera podía estar solo!

Oyó como unos pasos veloces se acercaban a él. Tomó aire, para no enojarse y tratar de mantener una sonrisa.

—¡Llegué antes que tú, Tomioka!—Exclamó un rubio lleno de energías.—¡Ahora el joven Kamado es mi tsuguko!

—Yo llegué antes, Rengoku.—Declaró un pelinegro de rostro serio.—Es más, con lo lento que eres yo llegué dos veces.

—¡Eso es imposible! ¡Yo encontré a Kamado-Kun primero!

—No, yo lo hice.

Se supone que al ser pilares, debían ser serios y maduros. Entonces, ¿Por qué Tomioka Giyuu y Rengoku Kyojurou discutían como niños?

El pelirrojó suspiró. Aquella situación venía desde hace bastante tiempo, siendo específicos, había comenzado cuando Tanjiro entrenaba en la estancia mariposa.

Si bien era un usuario de la respiración del agua, también podía usar la danza del dios del fuego como una técnica. Sin embargo, el poder usar cosas tan distintas lo agotaba de sobremanera, así que entrenaba para tener más resistencia.

Practicaba con tanto entusiasmo, que no notó que dos miradas curiosas se toparon con él. Por casualidad, los pilares del agua y de las llamas habían pasado por la estancia mariposa.

Giyuu admiraba como Tanjiro se había vuelto tan hábil con las posturas de la respiración del agua, lo que de alguna manera lo hacía sentir alegre y orgulloso.

El joven ojirrojo sería su perfecto tsuguko, hacía bastante que no se entusiasmaba tanto con alguien. Inclusive deseaba enseñarle su técnica personal, la onceava postura.

Por otro lado, Kyojurou también alababa los movimientos del chico. Aquella danza del dios del fuego se parecía un montón a su respiración de las llamas. Si el Kamado se volvía su tsuguko, podría guiarlo por un camino lleno de éxito.

—¡Oh, Giyuu-San, Rengoku-San!—Exclamó Tanjiro, deteniendo su práctica.—¡Qué bueno verlos!

Antes de que pudiese dar un paso hacia ellos, ya los tenía frente suyo.

—Veo que has avanzado un montón en la respiración, Tanjiro.—Dijo Tomioka.—Ya estoy seguro de que serás mi tsuguko.

—Creo que estás equivocado, Tomioka.—Declaró el rubio.—Kamado-Kun será mi tsuguko, se nota desde lejos que sus técnicas con la danza son más fuertes.

El joven se quedó paralizado ante la pesada atmósfera. ¿En qué momento la tensión había aumentado tanto?

Ambos pilares se miraban a los ojos, desafiantes. Como si fuesen a desenvainar sus katanas en cualquier segundo.

—¡Él es mi tsuguko!—Exclamaron, dando inicio a una guerra por el chico.

(...)

Había pasado vario tiempo desde que todo comenzó. Las visitas por parte de ambos pilares se volvieron recurrentes para Tanjiro. Y las peleas como la que estaba pasando en ese instante, eran pan de cada día.

—¡Obviamente Tanjiro debería ser mi tsuguko, porque yo lo envié con Urokodaki-San!—Dijo el ojiazul.

Tenía un buen punto.

—¿Pero a quién acudió Kamado-Kun cuando tenía dudas sobre su respiración?—Preguntó el rubio.—¡A mí!

Otro buen punto.

—Los dos tienen buenos argumentos.—Interrumpió el chico.—Pero es mejor no hablar de herederos ni cosas de ese estilo. No quiero que ninguno de ustedes muera.

Los mayores se quedaron callados, oyendo las palabras del menor. Tanjiro, al notar que no tenían ninguna reacción violenta, sonrió.

No obstante, al segundo se encontraba siendo abrazado por los fuertes brazos del pilar de las llamas.

—¡No te preocupes, Kamado-Kun! Si estás a mi lado, no moriré. ¡No podría resistir verte llorar!

Las mejillas de Tanjiro se colorearon. Aún no estaba acostumbrado del todo a las muestras de cariño que tenía Kyojurou con él.

—¡Hey, no toques a Tanjiro!—Exclamó Giyuu, alejándolo de los brazos del rubio y abrazándolo él.—Y tranquilo, yo tampoco me dejaré vencer por un demonio. Si bien antes no tenía razones para vivir, tú te has vuelto la más importante.

Ahora todo su rostro estaba rojo, competía completamente con un tomate. Rengoku frunció el ceño. ¡Rayos! ¿¡Quién pensaría que Tomioka podía ser tan romántico!?

Era hora de usar trucos bajo la manga.

—¡Kamado-Kun, si te vuelves mi tsuguko podrás comer los onigiris que hace mi hermanito!

Tanjiro se volteó rápidamente. ¿Alguien había dicho comida hecha por Senjurou? Esa era una oferta que no podía dejar pasar.

Y también fue un golpe crítico para Giyuu. Ni siquiera el soba frío podía competir contra los onigiris del Rengoku menor. El pelinegro debía idear una estrategia rápida si no quería perder al Kamado.

—¡Si te vas con Rengoku, volveré a mi estado depresivo!—Exclamó, usando chantaje emocional.—Sin ti, lloraré todas las noches pensando en Sabito.

Oh no, el chico no podía permitir que aquello ocurriese. Le había costado un montón que el ojiazul se volviese más alegre.

—¡Juegas sucio, Tomioka!

—¡Tú también lo haces, Rengoku!

Como ya era la normalidad, otra disputa inició entre los pilares. Esta vez Tanjiro sonrió al observarlos, de alguna manera sabía que quería a los dos por igual. Era imposible hacerlo decidir su preferido.

Giyuu le entregaba una calma impresionante, podía sentirse en el cielo a su lado. Mientras que Kyojurou lo llenaba de pasión y energía, si estaba con él, creía que podía hacer hasta lo imposible.

Los necesitaba a ambos.

Aprovechando que estaban distraídos, besó las mejillas de los mayores.

—¡Como siempre, buen trabajo!—Dijo, para volver a correr.

Los pilares acariciaron la zona besada.

—Estoy seguro de que me ama a mí.—Hablaron al mismo tiempo.

Tanjiro rió, pues había alcanzado a oí aquel comentario.

Mejor no les decía que Uzui también lo quería como tsuguko...

-キョタンギユ-

¡Holi!
¿Cómo les va?

Me escapé de casa, porque mi mamá me dijo que no podía casarme con Giyuu, ¿Quién me adopta?
Nah, mentira. Sigo en mi casa, aunque debería ir a marchar.

De todas formas, este os fue pedido por @tanjirouu hace mucho tiempo, así que creo que cambió el usuario, f. En caso de que lo hayas leído, espero te haya gustado.

Sin más que decir, me voy.

07/11/19