•°。⛈: InoKana {1}

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Actualidad AU!

-.-

Quizás Kanao Tsuyuri debería haberle hecho caso a sus hermanas.

Desde que tenía memoria, su hermana mayor Kanae siempre le había advertido que debía mantenerse alejada de las malas compañías. En especial de los hombres que sólo producían mal, aquellos rebeldes desafiantes de las reglas y la ley.

Ese tipo de personas sólo traían males a la gente.

-Nunca es necesario quebrar las leyes, Kanao.-Decía su hermana.-Si las reglas están ahí es por alguna razón. Los rebeldes que no las respetan no tienen sentido común, así que por favor, prométeme que si alguna vez conoces a una persona así, te alejarás de él.

La pelinegra había asentido. Kanae siempre había sido su admiración, era inteligente, amable y buena con el mundo. Si ella decía que no debía estar cerca de un rebelde, entonces nunca lo estaría.

Y pasó varios años cumpliendo su promesa, siendo amiga de solamente personas que traían bien a la vida. Tsuyuri estaba segura de que el resto de su vida pasaría en calma, sin embargo se equivocó.

Aquel día ya estaba atardeciendo, el sol que se ocultaba teñía el cielo de un tono naranja armonioso. La gente en Tokio siempre pasaba sin interesarse en lo que pasaba a sus lados; la chica no era la diferencia, mientras menos destacara, menos posibilidades de llamar la atención de alguien malo tenía.

Estaba pasando por una estación de policías cuando ocurrió.

-¡Ya suéltame!-Exclamó un chico pelinegro, el cual recién salía de la estación. Lo acompañaba un policía.-¡Ni siquiera sé porqué estoy aquí! ¡Ten en cuenta de que no me volverás a ver en este estúpido lugar!

-Conociéndote, estoy seguro de que volverás.-Respondió el policía.

El pelinegro chasqueó la lengua hastiado, se dio la vuelta para alejarse del lugar y comenzó a caminar.

Ese sujeto era un rebelde, no había duda alguna. Kanao pensó que debía dar media vuelta e irse a casa por otro lado, pero el chico pelinegro tenía algo que la había enganchado.

Antes de que pudiera comprenderlo, sus piernas se acercaron a él, por primera vez su corazón estaba dictando sus sentimientos, en vez de que su cerebro considerara mejor eliminarlos.

-¡Hey!-Dijo, llamándolo. El joven se dio vuelta, mirándola algo fastidiado. No obstante, la chica pudo ver lo hermosos que eran sus ojos.

Eran de un verde idéntico a las esmeraldas, brillante y de alguna manera cálido. Como si tuviese un bosque en sus orbes.

-¿Qué quieres?-Cuestionó él.

-Eh...-No comprendía la razón por la que lo había llamado, es más debería estar alejándose de él.-Tu polera tiene el cuello mal doblado.

El contrario alzó una ceja ante el extraño comentario que le había hecho la desconocida.

-Lo sé, me gusta así.-Contestó.

-Ah, perdón.-Susurró Kanao, comenzando a sentirse arrepentida por haber hablado con el rebelde.-Mejor me voy.

-Alto.-Habló el pelinegro.-Parece que vamos a la misma escuela. Tienes el uniforme de las mujeres.

La de coleta notó que era cierto que el chico vestía el uniforme masculino de su instituto. ¿Cómo? La escuela Kimetsu era bastante estricta con los alumnos y parecía ser que el chico en frente suyo no era de lo más dócil.

-Eh, sí, soy Tsuyuri Kanao, voy en primer año en la clase A.

-Veo que eres una señorita lista.-Rió.-Bueno, quizás nos volvamos a ver otro día.-Siguió caminando.

[☆彡 ] Kimetsu no Yaiba |One-Shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora