ADD TO LIBRARY

48 8 3
                                    

Carolina le dio una estrella. Había sido un buen prólogo. Presionó el botón para ver los capítulos y le dio "ADD TO LIBRARY". Iba a leer el siguiente capítulo, pero su mamá llamó desde la cocina. El almuerzo estaba listo. Se levantó de la cama y estiró el cuello y los brazos. Había leído dos historias de Wattpad de corrido y había iniciado la tercera. Bostezó. Había dormido un par de horas nada más.

Caminó descalza al comedor y se sentó, desbloqueó el celular para comenzar a leer el siguiente capítulo: "En Casa". Su mamá frunció el ceño.

— Sin celulares en la mesa.

— Mamá, estoy leyendo — le mostró la pantalla.

— Sigue siendo irrespetuoso. Hay un lugar para todo. Ahora es el lugar de la comida. Dame el celular.

— Ya lo guardo — murmuró, bloqueando la pantalla y mandándolo a su bolsillo, no sin antes ver la primera oración del capítulo.

"A las ocho de la mañana James ya podía sentir el horrible calor veraniego colarse y llenar cada rincón de su apartamento."

Carolina sonrió. Ojalá conociera a alguien como James. No lo sabía aún, pero apostaba su colección de libros a que era alguien guapísimo, los protagonistas de Wattpad siempre eran guapísimos. Era su secreto culposo, imaginarse a los protagonistas y pretender que se conocían. Casi podía escuchar el hermoso acento inglés de James. Intentó recordar el nombre de la historia. ¿Era Ineffable vengeance?

— ¿Por qué sonríes? ¿Un novio? — preguntó su mamá.

— No, mamá. El protagonista del libro. Estoy segura de que es muy guapo.

— Al menos no me tendré que preocupar por nietos indeseados — murmuró, entre dientes.

Su queja fue interrumpida por el sonido que hacía su hijo menor al comer. Omar comía con ganas, como si la comida en el mundo fuera a acabarse o estuviera a punto de llegar la temporada de hibernación. Carolina lo vio con un poco de asco.

— Sí, no tendras que preocuparte por nietos indeseados — ratificó Carolina.

— Omar, no comas así — pidió su mamá, casi resignada.

Durante el resto de la comida hablaron sobre los vecinos, sobre el colegio de Omar y la universidad de Carolina. Cada uno llevó su plato vacío al lavaplatos y Carolina los lavó, era su turno de lavar los platos. Los iba a lavar con prisa y mal lavados para poder seguir leyendo, pero su mamá la estaba viendo con desconfianza. A veces se distraía y no lavaba bien los platos. Se secó las manos con el pantalón de pijama e intentó salir de la cocina, pero su mamá negó con la cabeza y le señaló las ollas.

— Después las lavo — rogó Carolina.

Podía sentir su celular quemando en el bolsillo, la historia le pedía que leyera.

— Tu dices después, pero yo solo entiendo que tendré que lavarlas yo.

— Mamá, a nadie le gusta lavar ollas.

— Eso me incluye — le abrió los ojos —. Por eso tuve hijos.

Carolina giró los ojos y fue por las ollas. Terminó de lavarlas y bostezó. Era el último fin de semana de sus vacaciones. No había hecho nada en particular esas vacaciones. Su mamá no tenía dinero para ir de viaje, su hermano no podía faltar a sus prácticas de fútbol y ella prefería estar en su cama. Leer libros era igual a viajar, incluso mejor porque uno podía ver esos lugares desde la visión de otras personas, vivir aventuras y sentir de otras maneras. Wattpad no era su lugar favorito para leer, había cosas muy extrañas, a veces la aterraba. Le gustaba leer libros en físico, pero había acabado sus libros en físico a mitad de las vacaciones y sus ahorros se habían esfumado.

Se acostó de medio lado en su cama y desbloqueó el celular. Bostezó de nuevo y empezó a leer de nuevo.

"A las ocho de la mañana James ya podía sentir el horrible calor veraniego colarse y llenar cada rincón de su apartamento. Recibió el domicilio y volvió a subir las escaleras. Bancroft lo recibió con la mira del arma apuntando a él. Suspiró con alivio y bajó el arma. James puso el desayuno sobre la mesita..."

Donde Viven Las Historias [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora