Venganza Nivel 1

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Carolina entró rápidamente al edificio, cerró la puerta y se dejó caer al suelo. Las rodillas le temblaron. Ese había sido el beso más apasionado que le habían dado en la vida. No era por dejar mal a James, pero había sido espectacular. "Tiene el doble de mi edad", pensó ella. Había besado a un hombre que podía ser su padre, al enemigo de James.

Le había gustado, eso era lo peor de todo. ¿Y por qué no habría de gustarle? Ella no sabía exactamente qué había hecho, sí, estaba metido en negocios criminales, pero no quería hacerle daño a James ni Bancroft, había sido más que amable con ella y era guapo. Pero estaba mal. La noche anterior había hecho el amor con James. Sacudió la cabeza. ¿La autora también la estaba obligando a hacer cosas?

Subió las escaleras rápidamente y entró al apartamento. Prendió la luz, James estaba en la oscuridad de la sala. Se quedó congelada. ¿Él la había visto?

— ¿Por qué demoraste?

— Me pidió que nos viéramos mañana. Y después tuve que detenerme a respirar. Esto de estar con él mientras que espero que ustedes vengan a matarlo no es fácil — dijo, con rapidez, estaba mintiendo.

— He decidido no matarlo — informó James.

Lo que había pasado esa mañana había sido una revelación. Había ido muy lejos, había perdido demasiado de sí mismo tratando de llevar a cabo esa venganza y ya no sabía ni quién era él sin esa venganza tan radical. Carolina le había abierto los ojos. Se acercó a ella y le dio un beso. Ella sonrió, feliz por él, pero tenía demasiado fresco el beso de William en sus labios.

— Entonces ya no tengo que volver a verlo. ¿Verdad? — preguntó, esperanzada.

Tenía miedo de William. Él era seductor, era engañoso, lo sabía, su mente lo sabía y no sentía que fuera capaz de oponerse a William. Él era mayor, con más experiencia y más poderoso en cualquier aspecto.

— Lo siento. Pero quiero meterlo en la carcel, quiero hallar pruebas de sus negocios y hacerlo pagar al menos por eso. Y quiero que tú seas mi espía.

— James, por favor...

— No me imagino lo difícil que debe ser. Probablemente él quiera sobrepasarse contigo y me acabo de dar cuenta, esperando, que eso me irrita, pero sé que tú puedes limitarlo. Te conozco. No harías nada que no quisieras.

— Sí, es cierto — murmuró, con desazón, pensando en el beso.

— No pongas esa cara. Cuando todo esto acabe, prometo llevarte a tu país y visitarte constantemente, y darte miles de regalos.

— Solo quiero que me beses — pidió, tal vez así el recuerdo de William se esfumara.

Para evitar que James hiciera alguna clase de esfuerzo, fue esta vez ella la que tomó el mando de la situación. Su necesidad de quitarse a William de la memoria y su inmenso cariño y deseo por James se combinaron. Era todo deseo y sensaciones, era placer y amor, era jadeos y miles de besos incompletos debido a los gemidos. Durmió otra vez en los brazos de James. Él la hacía sentir en peligro, con los pelos de punta, siempre vigilante. Era un estado de alerta que le encantaba. William se había ido de su mente.

Al día siguiente, Bancroft llevó un pequeño micrófono antes de que se levantara el sol. No dijo nada, pero le alegró ver que Carolina había ejercido tan buen efecto en James. No solo parecía quererla, sino que había cambiado el objetivo de su venganza. Lo que podía hacer una pequeña muchacha inocente. Le entregó el micrófono a Carolina y le explicó que tenía que esconderlo en alguna parte del auto de William. Ella asintió, no sabía cómo iba a hacerlo, pero tenía que intentarlo, por James y Margaret.

Antes de salir al hospital, Carolina le pidió a James un momento a solas.

— James, ya que estoy haciendo todo esto, necesito saber qué hizo William Jones.

— Está bien. Mi mamá y William tuvieron un pequeño romance cuando fueron adolescentes. Cuando él volvió del ejército, estaba involucrado en negocios turbios. Mi mamá ya estaba con mi papá y William le ofreció una parte del negocio. Mi papá fue asesinado antes de que yo naciera, debido a esos negocios. Cinco años más tarde, William volvió a aparecer en la vida de mi mamá y ella contrató a Bancroft para mantenerla segura. Cuando yo tenía unos nueve años, William de alguna manera convenció a mi mamá de volver a ser una pareja. Vivió con nosotros por un año. Entonces algún negocio le salió mal a William. Alguien estaba furioso y decidió que le iba a quitar lo único que él amaba... Mi madre. Ella había insistido por años en que él se mantuviera lejos, él nunca quiso escuchar, porque era egoísta. Por culpa de su egoísmo mi mamá murió.

Carolina no sabía qué decir. Abrazó a James. Él tenía razones para haber buscado una venganza tan extrema, pero también había que reconocer que el delito de William no había sido el asesinato, había sido un amor egoísta. Carolina salió del apartamento después de despedirse de Bancroft y tomó un taxi; en su bolso llevaba un vestido y tacones para la cena de la noche, el mismo Bancroft lo había sugerido. En el taxi leyó el avance de la historia en Wattpad. La escritora había captado sus pensamientos al besarse con William. Se estaba convirtiendo ella misma en una villana. Trató de calmarse, tenía que mantener las cosas profesionales.

— Profesionales — se pidió a sí misma mientras llegaba al hospital.

Donde Viven Las Historias [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora