A Soldier Of Fortune

20 4 0
                                    

Cuando abrió los ojos, estaba en Medellín. Estaba fuera del restaurante en el que había almorzado con Johan. Sonrió, porque todavía estaba tomando las manos de James. Él la vio y sonrió, también. Se agachó un poco y la besó. La besó y giró con ella, feliz.

— Tengo que ir con mi mamá — dijo ella —. Debe estar preocupada por mí.

En ese instante, su celular vibró, sacó primero el iPhone, pero era el otro, su viejo Samsung. Era una llamada de Johan. Sonrió y contestó.

— Por fin saliste de ese lugar, ven a mi casa. Tu mamá cree que estás conmigo.

— Johan... Gracias. Lamento no haberte escuchado.

— Me hablas aquí — interrumpió él.

Carolina caminó. Era muy temprano en la mañana ahí. Las personas iban a sus trabajos. Ambos tomaron el metro. James se veía curioso e intrigado con todo. En el metro tuvieron una pequeña discusión sobre el idioma en el que estaban hablando. James creía que estaba hablando en inglés, pero Carolina sabía que creía que eso era inglés, porque la autora lo había creado como un personaje británico. Lo extraño era que podía leer en inglés, pero no en español.

— You're not speaking in english, James — le dijo.

— ¿Qué?

— Aquí nos bajamos — le dijo ella, tomando su mano y jalándolo fuera del tren.

Siguieron discutiendo mientras llegaban a la casa de Johan. No quería hablar más del tema, porque James tendría preguntas y ella se vería en la obligación de decirle la verdad. No sabía cómo decirle que era un personaje ficticio. Lo iba a hacer, pero tenía que encontrar las palabras correctas.

Carolina golpeó a la puerta de la casa de su amigo. Johan abrió de inmediato con una sonrisa y la abrazó, pero hizo mala cara al ver a James.

— ¿Cómo pudo llegar aquí?

— No lo sé. Vino conmigo.

— Entre — ordenó.

James entró y descargó su maleta, veía la pequeña casa como si fuera algo extravagante. Su casa era varias veces más grande que la casa de Johan y ni qué hablar comparado con el apartamento de la familia de Carolina. Se sentó en la sala mientras los otros dos iban a la cocina y susurraban.

— ¿Ya le dijiste la verdad?

— Tengo que hacerlo hoy. No puedo seguirlo engañando para siempre.

— ¿Para siempre?

— Creo que se quiere quedar. Sé que esto es difícil, pero confío en ti. ¿Puedes cuidarlo mientras voy a donde mi mamá? Debe estar preocupada, así se haya creído tu mentira.

— ¿Por qué no aprovechas el viaje a tu casa y le cuentas la verdad? Yo lo recojo en el auto de mi papá cuando me llames.

— ¿De verdad? Eres genial, Johan.

— Bueno, ya, lo sé. Ve.

Le dio un abrazo a su amigo y le dijo a James que irían a su casa. James dejó su mochila y llevó en los hombros la de Carolina. Ella intentó hablarle, de todo, pero James estaba tan distraído y tan feliz por todo. Cuando llegó a su casa, no había sido capaz de hablarle, así que llamó a Johan y su amigo llegó por James. Carolina les dijo que se verían después.

El auto era un modelo de hacía unos cinco años, era un auto modesto, nada como lo que tenía en Londres. Hacía mucho no iba en un auto tan viejo. Se sentía extraño también. En ese país conducían por la izquierda, mientras en Inglaterra conducían por la derecha.

— ¿Así que... estás bien con la verdad?

— ¿Qué verdad?

— Que eres ficticio — respondió Johan.

— Ah, eso. Bancroft me dijo, leyó la historia de Carolina en el celular aunque tuvo que traducirla, porque él no lee en español. Por eso decidí venir al mundo "real" — hizo las comillas con los dedos.

— ¿Qué tal es el mundo real?

— Es un poco extraño. En parte siento que nada en mi vida ha tenido importancia, pero también me siento libre, porque significa que mi odio no tiene razón de ser, tampoco mi venganza.

— Es bueno escuchar eso, no me sentiría seguro con un intento de parricida en el auto.

Johan prendió la radio. Era una estación que pasaba clásicos del rock. Empezó a sonar una canción de Deep Purple, Johan supuso que eso lo haría sentir en casa. Se sentía celoso de James, claro, era un hombre apuesto, era rico y era el prototipo de protagonista de historia cursi de Wattpad, pasado trágico y todo. Pero Carolina era su amiga y a ella le importaba James.

— ¿Parricida? — James frunció el ceño.

— Sé que no consideras a William tu padre, pero Edipo tampoco consideraba al anterior rey de Tebas su padre.

— Vuelve a la casa de Carolina.

— ¿Por qué?

— Vuelve.

Johan vio la expresión de James y tuvo miedo. Entendió la clase de terror que había tenido Carolina cuando él la amenazó. No era un hombre con el que uno quisiera jugar. Johan tomó un camino para devolverse. Pensó en si había dicho algo malo, pero Carolina dijo que le iba a contar la verdad a James. Eso incluía a William, ¿no? Abrió los ojos. Tal vez no. Supo que se había equivocado.

— James... William...

— No te atrevas. ¿Hace cuánto lo sabe ella?

— ¿Un par de días? — susurró Johan. No se atrevía amentirle a James.

Parqueó el auto en frente del edificio de Carolina y esperaron a que ella bajara. James parecía estar hirviendo de ira. Carolina salió del edificio con una sonrisa y James bajó del auto. Caminó con seguridad hasta ella.

— ¿William es mi padre?

— ¿Qué? — preguntó, vio a Johan saliendo del auto, pasándose la mano por la frente.

— Lo sabías. ¿Cómo sabes eso? ¿Es verdad?

— James, Bancroft me dijo. Yo estaba esperando el momento.

— ¿Me lo ibas a decir en un año tal vez? — reclamó —. Me ibas a decir: James, William es tu padre, pero no importa, porque de todas maneras son personajes de una historia barata.

— James...

— ¡No más "James"! ¡Puede que para ti sea un juego! ¡Jugaste a ser Mata-Hari, jugaste a enamorarme, jugaste con todos nosotros! ¡Para mí es real! ¿Ves esta cicatriz? Mi madre murió en mis brazos y tú solo juegas.

James caminó con ira, como una bestia dentro de una caja, esperando atacar al siguiente. Carolina vio su imagen parpadeando. Johan también lo veía desaparecer.

— No quiero volver a verte — susurró James con los ojos vidriosos antes de desaparecer por completo.

Donde Viven Las Historias [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora