Secuestro.

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Estaba a mitad de semana, no había sabido de los chicos desde que me fui el domingo. Estaba en la esquina de siempre y un auto paro justo frente a mi. Genial un cliente, se bajo un tipo corpulento de la puerta de atrás, sentí miedo y me eche para atrás, luego otro tipo de igual contextura que el primero se acercó a mi, me intentaron meter al auto pero me resisti, ellos eran más grandes y con más fuerza por lo tanto me metieron con facilidad al auto.

Ya dentro vi que en asiento del conductor se subió el último que bajo, al lado mío en el asiento trasero el tipo que bajo primero y en el asiento de copiloto. Mi tío, el se giró para mirarme y sonrió cínicamente, en ese momento intenté bajarme del auto pero las puertas estaban con seguro.

- No te voy a dejar escapar preciosa

- ¡No me llames así, hijo de puta!

- Vaya... Parece que la niña ya es toda una adulta pero no voy a dejar que me trates así. Arranca - Le dijo al conductor.

Todo el camino, todo ese camino de mierda lo pasé en silencio, ¿Qué podía hacer? Creo que volví al infierno del que había salido hace varios años. Llegamos a una casa bastante grande, me hicieron bajar del auto a la fuerza ya que me resistía. Entramos a la casa, era muy linda pero yo prefería no estar en ese lugar, quería estar en mi feo y sucio departamento o en la casa de los chicos.

Me encerraron en una habitación, había una cama y un baño, nada más. Cerraron con llave la puerta y yo me quedé parada en el medio de la habitación, las lágrimas comenzaron a caer, lloraba sin control, tome rápido mi celular y le marque a Suga, no contestaba, probé con todos y ninguno contesto. ¡MIERDA! Tenía tanto miedo, me senté en el piso poniéndome en posición fetal y escondiendo mi rostro entre mis rodillas. Los necesitaba, necesitaba a mi salvador.

Después de unos minutos volví a intentar llamarlos, nada de nuevo y así varias veces hasta que me rendí, que pase lo que tenga que pasar. Sentí como introducían una llave en la cerradura y me tensé, entró uno de los tipos y me dejó un plato con sólo arroz. No tenía hambre.

- ¿No vas a comer?

- No.

- Deberías, es la única comida que vas a tener.

- Prefiero morir de hambre.

El se fue dejando el plato ahí. Había pasado como media hora, estaba acostada en la cama mirando el techo, de nuevo el sonido de la llave en la cerradura y la puerta abrirse, no vi quien era pero sentí como se sentaban a mi lado en la cama, mire de reojo y era mi tío.

- ¿Qué mierda queres? - El no dijo nada y se abalanzó hacia mi besando mis labios, comencé a removerme en el lugar e intentaba quitarlo de arriba mío.

- No te resistas, te encanta Ani. - Dijo tomando mis manos para que no me mueva. Mi celular comenzó a sonar. El al parecer colgó la llamada.

- ¡Soltame! ¡No quiero acostarme con vos! - Gritaba desesperada y algunas lágrimas caían por mis mejillas - ¡Por favor! ¡De verdad!

- Te va a gustar, no te quejes maldita puta. Eso es lo que sos, una puta. - Comenzó a bajar los besos hacia mi cuello.

- ¡AYUDA! ¡POR FAVOR! - Grite desesperada, el se separó y me pego una cachetada.

- Por hoy te salvaste, estas muy histérica y no tengo ganas de soportarme. - Dicho eso salió de la habitación y lo único que hice fue llorar, no podía hacer nada mas.

Suga PV;

Era mitad de semana y no habíamos estado en contacto con Ani desde el domingo, todos teníamos cosas que hacer. Todos queríamos verla pero creo que yo era el que más tenía ganas de hacerlo. Dividimos llamarla. Estábamos todos en sentados en el sofá y los puff. No habíamos tenido tiempo ni de revisar nuestros celulares así que cuando nos pusimos a ver el celular.

¿Destrucción o salvación? [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora