Capítulo XX

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Martes de padres

Drew entraba esa tarde del martes al apartamento que compartía con Trevor. El otro hombre lo miró unos instantes y supo que debía salir del camino, sólo pudo escuchar el fuerte golpe en la puerta del dormitorio. Trevor se asomó a la puerta del apartamento, subiendo por las escaleras venía José muy tranquilo y con una sonrisa de oreja a oreja. El chico iba con la mayor calma devorando un helado de crema en un vaso plástico. Al parecer se lo compró en alguno de los quioscos de la calle de abajo.

—¿Qué hiciste?, —preguntó Trevor.

—¡Nada!, —respondía el chico.

—Tu papá llegó hecho una furia, no reventó de milagro la puerta del cuarto con el portazo.

—¡De verdad, no es mi culpa!, —insistió el chico muy tranquilo y hasta divertido por la rabieta del padre.

Atrás de Trevor se asomaba el hermano menor.

—¿Cómo les fue con el loquero?, —preguntó Juan, quien esa tarde había visto a los dos salir, él con Pablito tuvieron que bajar solos a la librería a acompañar a Blake, y la única explicación que tuvo fue esa: 'iban donde un psicólogo', él no quiso saber más por un lado, ni pudo saber otros detalles y las razones de tal visita; pero no era su problema; seguramente el papá llevaba a José por ser un jodido de mierda fastidioso, al menos eso concluyó Juan.

—Bien, supongo, —respondió José mientras abría la bolsa que cargaba y empezaba a bajar unos vasos pequeños de helado, repartiéndolos entre Trevor y Juan. Y guardando otros en la nevera de la cocina.

—¿Qué pasó donde el psicólogo?, —insistió Trevor. —Quiero todos los detalles.

—Bueno llegamos a la cita, pasamos primero los dos juntos, papá habló y explicó sus razones de esa visita, luego el loquero le pidió a papá que saliera y hablo conmigo a solas, luego yo salí y habló con papá a solas, después me llamó dentro y puso otra cita para papá; si creo que eso fue todo; —resumió el chico.

—¿Otra cita para Drew?, —pregunto Trevor.

—Sí, —dijo el chico mientras abría otro de los potes de helado y empezaba a devorarlo.

—¿Y cuál fue el diagnóstico contigo?, —le insistió Trevor al chico. —Tiene que haber dicho algo sobre ti.

—Dijo que soy un chico inteligente, bien centrado, bien adaptado, que no tengo problemas para socializar en la escuela, que no tengo problemas con los maestros, compañeros de estudio, y sólo estoy un poco curioso por conocer más sobre el trabajo de papá; lo cual es bien raro en estos días con la juventud actual.

Trevor se atraganto, bien lo dicho era cierto todo, salvo por el detalle del trabajo privado de Drew.

—¿Y le explicaste al señor cuál era el trabajo de tu padre?

—Si, que unos fulanos le rompen el culo mientras lo graban en vídeo.

—¿Entonces lo que no entiendo es por qué debe volver tu papá a la consulta?

—Dice que eso de dejarse torturarse para disfrutar no es un buen síntoma, debe haber un problema atrás que hay que revisar; —José sonreía divertido.

Juan no estaba muy seguro de todo el asunto del que se hablaba, total ya había dicho José que estaba bien; así que a la mierda, tendría que seguir aguantando las idioteces del hermano mayor, aunque reconocía que después de regresar de ese viaje a la isla se había calmado un poco. Además un mensaje acababa de entrar de Mei y eso le estaba ocupando toda su atención, y la verdad es que los líos del hermano mayor le importaban nada de nada.

Confrontación - Serie: Étoile Producciones - 03Donde viven las historias. Descúbrelo ahora