Regresos
Ingrid despertaba, a su lado otra mujer la acompañaba.
—¿Te encuentras mejor?, —pregunto Lupe. —En el trabajo me explicaron que tuviste un asalto en tu casa y que te encontrabas en el hospital. —Ingrid miro a la otra; sus ojos se llenaron de lagrimas. —Calma, calma, —insistió Lupe. —Si quieres hablar puedes contarme, a veces hablar ayuda.
—Fue Tobías, —dijo la mujer en la cama, mientras con sus manos trataba de ocultar su boca y el intento de sus ojos de volver a empezar a llorar.
—¿Tobías, tu hijo?
—Aja, ..., lo busque, lo seguí y supe donde vivía, incluso la conserje me indicó el cuarto que alquilaba, quise hablar con él, pedirle perdón; pero resultó una dirección falsa, ahí vivía un chico con pelo azul.
—¿Pero, cómo sabes que fue tu hijo?
—Seguro que supo que lo buscaba, me esperaba en mi apartamento; no me quiso escuchar, me atacó y amenazo con matarme si me le acercaba de nuevo; destrozo toda mi casa en señal de aviso, no dejó nada sin romper, no me dejó nada; —esta vez la mujer no aguantó y empezó a llorar.
—¿Pero y por qué no lo denuncias?
—Nadie va a creerme, por años lo denuncié, lo acuse de asesino, creerán que yo sigo intentando encerrarlo, que quizás yo misma lo prepare todo para culparlo.
—¿Y no hay testigos, nadie lo vio?
—La policía me preguntó si el sujeto que me atacó entró por alguna de mis ventanas, pero es imposible, todas están enrejadas; y que mi vecina les dijo que nadie entró o salió de mi apartamento, ella siempre está con la puerta abierta, ella vende helados y hace dulces, y ella les aseguro que no vio a nadie entrar o salir, salvo cuando yo entre y luego cuando pegaba gritos por ayuda. Así que como van a creerme que Tobías me ataco.
—¿Y qué vas a hacer?
—No lo se, tengo miedo de volver, y si decide matarme esta vez.
—Te puedes quedar conmigo unos días, si quieres; estaremos algo apretadas, pero podemos solucionarlo, ¿qué me dices?
—¿Harías eso por mi?
—Para qué están las amigas; pero tendremos que ir de todas formas a tu casa por algo de ropa.
—No tendría valor para acercarme.
—Si quieres puedo ir yo y buscarte algo, ..., eso si no te importa.
—¿Podrías?
Lupe asintió.
—Necesitaría las llaves y la dirección.
—No tengo mis llaves, pero mi vecina tiene una copia, seguramente ella cerró el lugar después de que me trajeron, puedes hablar con ella.
—Bien, seguro, —completo Lupe y tras anotar los datos se despidió, indicando que volvería en la tarde a buscarla para cuando le dieran el alta. Abrió la cortina que separaba la cama de la mujer, y tras cerrarla atrás salió.
—¿Supongo que escuchó todo?, —preguntó Lupe al oficial que se encontraba tras la cortina y que la siguió hasta el pasillo.
—Si, muchas gracias por su ayuda, la señora se negaba a hablar, sólo decía que la habían asaltado; —respondió el oficial Barry.
—¿Se tomaran medidas, usted va a detener a este chico?
—Lo intentaré, no hay pruebas, pero me ha dado algunas pistas, —sonrió el oficial, quien se despidió de Lupe y salió del lugar.
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Confrontación - Serie: Étoile Producciones - 03
RandomHan pasado poco más de cuatro años y viejos amigos (y otros nuevos) vuelven para seguir con sus vidas, sus luchas, y quien sabe que más. Dentro del mundo de Obligado, nuevos personajes y nuevas historias. *** Se aclara que esta obra contiene conteni...