Capítulo XL

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El rey pirata


Connor descendía del yate usado por la empresa y bajaba al puerto, en el mismo le esperaba el viejo Asher con su cara de sapo asustado. Atrás del sujeto estaba el capataz de la finca. Raúl se encontraba junto al camión 350 de la granja; y ya montados en la plataforma de carga del vehículo estaban los peones que habían estado en la otra locación. Los dos más jóvenes que acompañaron a Connor ahora eran ayudados a subir atrás con sus compañeros.

—¿Todo bien?, —preguntó el viejo.

—Todo bien, —fue la respuesta de Connor al hombre mayor; pero su atención iba dirigida a otro lado. —Termina de darle las instrucciones a Raúl y que todos mis chicos regresen a salvo a la granja; —ordenó Connor, separándose de Asher y caminando por el muelle. Otro sujeto caminaba hacia ellos. Asher lo trataba de ubicar, hasta que reconoció a uno de los camarógrafos y productores de Étoile.

—Te agradezco que llamaras tan pronto los encontraste, —dijo Trevor.

—Están sanos y salvos, bueno tanto como fue posible; —sonrió divertido Connor. —¿Y los chicos?

—José ya está en el auto, Drew lo vigila; Alberto acaba de partir con su abuela, yo vine a agradecer la ayuda y el haberlos cuidado.

—Bueno, te aseguro que no estuvieron de vagos. —Trevor miró al sujeto intrigado. Connor completó. —Digamos que trabajaron cargando luces, pantallas y fueron extras de relleno; nada serio, te lo prometo; —dijo Connor acercándose al rostro de Trevor lo suficiente como para esto último soltarlo como un susurro.

—¿Extras? —Trevor lo miró asustado.

—No actuaron, y no permití que nadie los tocara, si es lo que te preocupa; bueno, miento; Joseito participo un poco; su mano, aclaro. —Connor miraba divertido al otro hombre, midiendo sus reacciones. —En una escena le permitir que le metiera el puño a uno de mis chicos; y te aseguro que este chico aprende rápido; pero no le digas a su padre; claro que ustedes en Étoile les gusta eso de lo incestuoso, ¿cierto?; cuando puedas ponlos juntos, ese chico y su papá serán como una bomba atómica en las redes, arrasaran con todo.

Connor soltó la carcajada, apenas si se podía aguantar. Trevor prefirió dejar la cosa ahí; al menos por el momento y se despidió; giró para ir de regreso donde Drew y el chico en el carro; pero Connor tenía otros planes.

—Me debes un favor y de los grandes, —le gritó a Trevor cuando se alejaba. —¿Y sabes muy bien cuál es el pago que quiero, cierto?

Trevor sólo lo saludo con la mano, despidiéndose y sin voltear a verlo; no estaba muy seguro de este sujeto. Cuando llegó donde Drew, este le preguntó.

—¿Qué es eso de que le debes un favor?

—Una broma del tipo, —trató de responder Trevor lo más tranquilo que pudo; aunque mientras caminaba hacia su pareja, lo único que sentía era que su culo se apretaba. ¿Por qué cada vez que intentaba hablar con este sujeto terminaba sintiendo que su culo iba a dejar de ser virgen? —¿Ahora entiendes el plan con José?, —preguntó a Drew como una forma de cambiar de tema.

—Ley del hielo, no preguntar nada, no decir nada; ¿estás seguro que funcionará?

—No, pero mi madre me la aplicaba y te aseguro que en mi funcionaba cuando era chico; con Juan con tu cuñada, José estará desesperado de no tener a nadie con quien hablar.

—¿Ni siquiera con ese chico Hart?

—La abuela me dijo como pensaba castigar al chico, eso corta cualquier lazo de comunicación entre ellos, al menos por un tiempo.

Confrontación - Serie: Étoile Producciones - 03Donde viven las historias. Descúbrelo ahora