Confrontación - Serie: Étoile Producciones - 03

Capítulo VII

Los deseos del sátiro

Aquella tarde del miércoles, después de James retirarse del despacho del productor de Sátiros, entraba inmediatamente el asistente.

—¿Qué le dijiste que aceptó un contrato como versátil?, sabes que ese sólo se usa para los pasivos, —pregunto Asher.

—Lo tenté con más dinero, como dicen por ahí, más se atrapa con azúcar que con hiel, y decir que es versátil es mejor que decir que es pasivo, ¿no crees?

—No crees que se arrepienta esta noche y mañana venga corriendo a romper el contrato.

—Crees que tengo algo de miedo en ello; si hubiera una pizca de duda nunca le habría dado esa posibilidad una vez que ya lo tengo amarrado por las bolas, y nunca podrá negar que no le di una oportunidad para arrepentirse.

Asher sonrió con una mueca, como disimulando su disgusto. Era un hombre de mediana edad, bajo y algo gordo, una calva a medias que no le quedaba bien ya que insistía en dejarse crecer el pelo de los lados y peinárselo hacia arriba para tratar de disimular lo perdido. Unos lentes gruesos le terminaban de dar una apariencia desagradable, y el hombre al parecer no era muy amigo de cambiar esa opinión en los demás. El único que parecía soportarlo era Connor.

—Me informaron que ya llegaron los jornaleros de regreso a la plantación.

—Bien, eso me recuerda, quiero que empieces a buscar un lugar como la Isla de Pirata, tamaño y forma similar.

—Así que todo estuvo bien.

—Reconozco que mucho mejor de lo esperado; cuando me hablaste del lugar y la posibilidad de su uso dude, pero ahora que estuve en el sitio, vi el potencial.

—¿Te agradó la isla entonces?

—El concepto, la isla estaba genial pero no nos sirve si llegan a cada rato turistas, y tenemos que pagar a terceros por el transporte. Necesitamos algo más privado y que se pueda usar cada vez que deseemos, algo que tengamos acondicionado para nuestros fines personales y que pueda usar como casa de verano si lo deseo.

—Bien, ¿algo más?

—Creo que pesqué algo en la isla; —comentó Connor, el otro hombre lo miró intrigado. —Me interesa el otro tipo que iba acompañando a la marica esa; esta mañana me envió un mensaje de texto solicitando una reunión privada, —confeso Connor.

—¿Otro más para llevar al lado oscuro?, —insinuó el asistente, no sonreía, sólo miraba serio al productor.

—Puede decirse, pero aún no estoy muy seguro de cuán oscuro en la escala lo puedo arrastrar.

—Así que este es diferente a los otros.

—Te lo voy a confesar, hacia muchos años que no sentía un desafío de verdad, y Trevor Harris es un reto que estoy dispuesto a romper; necesito que le avises que tengo que viajar y que regreso la próxima semana, aquí esta el número; —lo dijo anotando en una hojita de un taco de papel mientras miraba el dato en el teléfono móvil.

El asistente sólo asintió con la cabeza, pero su cuerpo sintió el recorrido de un escalofrío por todo el espinazo, en su cabeza sólo pensaba. «Dios proteja al desdichado ese».

—Afuera te espera la basurita de Toby, quiere hablar contigo, supongo que quiere que le des leña esta noche.

—Qué te he dicho sobre Toby, no lo llames así, nunca se sabe quien escucha y pueda ir con el chisme.

—¿Hasta cuando lo soportaras?

—Toby tiene libertad de movimiento aquí.

—Entiendo eso, pero se toma demasiadas libertades.