Capítulo XVII

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Los Sátiros

—A ver si lo entiendo, —preguntaba el oficial Barry. —Usted llamó a Louis Garrett la tarde del jueves, invitándolo a ir a un bar, ¿cierto?

—Si oficial, —respondía Toby; sabía bien que el gendarme tenía en la pantalla del monitor todas las llamadas que Louis y él habían recibido o hecho ese día, no tenía sentido negarlo, o adulterar la verdad.

—¿Qué respuesta le dio él?

—Dijo que si, él quería ir al Geko Rojo, pero yo insistí en el Rosa.

—¿Y luego qué paso?

—Que lo esperé hasta pasadas las ocho cuando me envió un mensaje, que tenía un problema.

—¿Un problema, no dijo cuál?

—No, y si duda se lo puedo mostrar, aquí cargo el móvil, —respondió el chico.

—No, está bien; —dijo el oficial. 

Toby sabía que esos mensajes podían ser revisados por los servidores de la policía; previa autorización y solicitud de la fiscalía a las compañía telefónicas, quienes debían entregar la data solicitada. La respuesta de aquel policía sólo le confirmaba que ellos ya conocían en contenido de todos los mensajes registrados en el número telefónico de Louis y el suyo seguramente.

—¿Entonces no sabe cuál problema era?, —repitió el oficial.

—No, por lo general era su madre; pero a veces decía eso cuando había conocido a alguien, eso me lo hizo un par de veces, él conocía a alguien una tarde en el café de la esquina y entonces me dejaba plantado; no puedo decirle cuál podía ser.

—¿Y cómo usted se enteraba de la diferencia?

—Cuando lo volvía a ver días después me echaba todo el cuento, le gustaba contar todas las cosas que el sujeto le hizo esa noche, eran citas de una sola vez.

—¿Cómo se conocieron?

—Justamente así, buscado marcha en el Geko Rosa, por eso me gusta ese lugar. La primera vez sólo fue un polvo rápido; luego simplemente empezamos a hablar y bueno nos hicimos amigos, si se puede decir. Él estaba teniendo problemas económicos por los tratamientos médicos de su madre, usted sabe; y yo lo ayude con eso.

—¿Ayudarlo cómo?

—Le presente a un productor conocido mío.

—¿Productor?

—Si, de vídeos pornográficos..., gays.

—¡Ah..., entiendo!

—Hace cuánto se conocen.

—Unos seis meses, más o menos.

—¿Y el trabajo con la productora esa?

—¿Él o yo?

—Él.

—Unos tres a cuatro meses calculo, poco más tres meses, no podía hacer nada de eso hasta cumplir los dieciocho años, y los cumplió hace cuatro.

—Volvamos al día de la muerte de la madre de su amigo; después que usted recibió el mensaje, ¿qué hizo luego?

—Salí del bar pasada las nueve y me encontré con un conocido; tenía prisa por llegar a una tienda de conveniencia; lo acompañé, compre un paquete de seis cervezas y me invitó a su departamento; bebimos algo y luego Louis me llamó que algo había pasado con su mamá, eran pasadas las diez, casi once; que él estaba en el hospital, y que ella estaba muerta; me despedí de mi amigo y fui al hospital a acompañarlo. Amanecía cuando regrese a casa. Louis se quedó sólo con los tramites del funeral; eso fue todo.

Confrontación - Serie: Étoile Producciones - 03Donde viven las historias. Descúbrelo ahora