VIVIR UN SUEÑO AL EXTREMO {JIKOOK/JINTAE}

UN REGALO ESPECIAL

Su cuerpo estaba intacto en el asiento delantero del auto, sus ojos cerrados obteniendo su concentración inmediata, sus manos se ajustaban para ser relajadas ante la visualización de su panorama, las curvas y el derrape eran su objetivo, la distancia y la velocidad eran lo menos importante en este reto, sus ojos negros se abren por completo, mientras el motor del mustang ya estaba listo para correr, su mirada aún transparente enfocándose de inmediato sale a la pista, haciendo los cambios de velocidad uno a uno, estremeciendo su esfuerzo por aprender de inmediato acercándose a la curva donde hace el cambio de freno de mano, se balance un poco el auto permitiendo el control de su equilibrio ante la curva de subida, siguiendo adelante, va abanzando sin dificultades, mientras subía la colina y las curvas eran más difíciles de controlar, su frente empezó a sudar, pero no perdía la consentración, su mente estaba dispuesta a lograr el reto de hoy, su mirada aún fija estaba en un equilibrio pasable, ante el auto que iba corriendo, su emoción y entusiasmo iba creciendo ante el logro de cada curva que iba logrando vencer, todo iba muy bien mientras la sorpresa y la admiración del pelidorado se hizo presente, con una sonrisa de alegría ante el aprendizaje tan avanzado del pelinegro, sintiendo su admiración, Jung nota la mirada profunda del pelidorado, estaba orgullo de si mismo, por casi lograr la teoría de la clase de hoy, aprendiendo que todo se puede lograr en esta vida, si uno se lo propone y quiere lograrlo, al casi por llegar a la cima, Jung se confía y acelera aún más el auto, se balanceo al momento de la curva, pero no contaba con una enorme roca cruzandose en su camino, su espanto fue muy fuerte que sólo pudo frenar como pudo junto con el freno de mano, el pelidorado sólo gritaba-¡¡cuidado!!-por un milímetro caían al precipicio donde su respiración dio un suspiro por parte de los dos chicos, al momento dio tremenda carcajada el joven de cabellos dorados, el pelinegro no entendía el motivo de su risa...

—¿De qué te ríes Jimin? eso no fue gracioso, ¡por poco morimos!

—Perdón, es que me divertí mucho cuando ibas pasando la prueba, me emocione tanto que solo pude reír.

—Oh vamos!! Pará mi no fue gracioso, y ahora estoy enfadado por no llegar a la cima.

—No todo en la vida es enfadarse cuando algo no te sale bien Jung, y más si vas hacer corredor profesional.

—Creo que no podré Jimin, soy muy difícil de carácter.

—Bueno como soy tu maestro, te daré la calificación de tu primera clase de hoy.

—Si claro, me dirás que estuve pesimo ¡verdad!

—Claro que no, estuviste muy bien aprendes muy rápido y sabes escuchar lo que uno te dice, llegaras muy lejos si sigues así Jung.

—En serio lo crees así, muchas gracias Jimin por tomarte el tiempo y enseñarme.

—Ahora, ya sabemos cómo hacer nuestro proyecto Jung.

—Por supuesto, con la teoría y la práctica se complementa la explicación.

Jung termina su carrera de derrape hasta llegar a lo alto de la cima donde se veía un panorama hermoso, todo Puerto Montt lleno de luces por todos lados y las olas seguían llenando la brisa del mar, Jung estaba tan contento de haber aprendido una cosa nueva, que abraza al pelidorado, este no dejaba de que sus mejillas estuvieran rojas, su instito le ganó el grande cariño que estaba sintiendo por el joven de ojos azules, se miraron fijamente y en un arranque de deseo Jung lo toma de la cintura pegándolo a su pecho, Jimin no sabía que hacer, era más fuerte su atracción que se dejó llevar, por esa belleza tan cercana en su rostro, moviendo sus labios sensuales, acercándose con ternura al pelidorado y lo besa, su mirada se quedó brillando al sentir los labios de aquel chico que tanto le atraía, no obstante a las circunstancias, Jung le pide una disculpa a Jimin por su atrevimiento, pero este no se quedo con las ganas y lo siguió besando hasta que su beso se quedaría hay en ese momento y en ese lugar para siempre.