Aún no se lo que el futuro tendrá preparado para nosotros pero, lo cierto, es que no soy capaz de separarme de ella. Helen es ahora mi vida y mi deseo, si ella me lo permite, es seguir compartiendo mi existencia a su lado durante el tiempo que nos sea otorgado.
No me importa su don, tan sólo su tierno e inmenso corazón.
Helen,¿quieres casarte conmigo?.
¿Cómo?. ¿Casarme con Rubén?.
De todas las preguntas que alguna vez pensé que Rubén me haría, la de pedirme matrimonio era la última que se me hubiese ocurrido imaginar.
La idea no era descabellada. Nos llevábamos bien, éramos felices juntos y entre nosotros, hasta la vida parecía más fácil pero, ¿estaba yo preparada para dar un paso tan importante?.
-¿Has sido capaz de escucharme?.
-Así es, Rubén-sonreí-.
-Sé que la pregunta no viene en un buen momento, Helen pero verte ayer en aquellas condiciones-apretó los puños- me hizo darme cuenta de que no puedo vivir sin tí, de que te amo. No se si esto durará toda la vida o no pero, por ahora, me encantaría seguir descubriendo el mundo a tu lado.
Volví a fijar la vista en las gotas de lluvia que empezaban a caer con más fuerza y me pregunté a mi misma si el matrimonio era algo que me planteaba. Siempre me había visto casada con Hassan y, ahora que las líneas de mi vida se dibujaban de otra forma, me sentía un poco perdida por no haber sido capaz de predecirlo nunca.
En cierto modo, también amaba a Rubén con toda mi alma. Era un ser especial, dulce e incluso bohemio y misterioso al que me encantaba observar cuando se quedaba pensativo y fruncía el ceño.
Incluso, cercano el fin de mi año de prácticas y negándome a abandonar la ciudad y, por ende a él, había pensado en la posibilidad de estudiar para sacar mi puesto fijo allí.
¿Acaso no son señales qué tú misma te lanzas, Helen?.
Pensé en Hassan y en Kilian, en el sueño que había tenido. ¿Y si aquellas imágenes no eran más que proyecciones de lo que mis decisiones me llevarían a vivir?.
¿No es acaso Rubén con el qué mejor te sientes?. ¿El único que nunca te ha hecho daño?.
Suspiré al mismo tiempo que me daba la vuelta para mirar al profesor.
-No tienes porque contestar ahora....
-¿Sabes?. Nunca imaginé que me casaría contigo.
-¿Ni siquiera lo predeciste?.
-Quise bloquear mi don hace tiempo. Me cansé de saber qué era lo que iba a pasar en todo momento, de tomar mis decisiones en base a lo que veía o no veía. Es por eso que traté de olvidarlo. Hasta ayer por la noche....
-Algunos matarían por saber qué es lo que pasaría en el futuro.
-Y sin embargo, a otros nos mata saberlo. Hace unas semanas, empecé a pensar en qué tendría que volver a Marrakech al finalizar las prácticas.
-¿Ah si?.
-Sí. Y lo cierto es que no me apetecía ni lo más mínimo. Es por eso que pensé en estudiar el mir, en sacar aquí una plaza.
-¿Tiene algo qué ver con tu hermano?.
-Creí que sí, que ni exilio no era más que una excusa para mantenerme alejada de Hassan y su familia pero creo que me confundía pensando eso. Venir aquí me dió la oportunidad de conocerte e irme, se me antoja deprimente porque no quiero separarme de tí. ¿Crees qué podríamos celebrar ese matrimonio lejos de religiones e invitados?.
-¿Eso es un sí?.
-Eso me temo-sonreí-.
Su rostro se iluminó al instante dibujando en él una amplia sonrisa. Después, me abrazó con toda la ternura y calidez que albergaba dentro de su cuerpo. Al lado de Rubén, me sentía constantemente querida pero aquel gesto fue el más especial que jamás me dedicó, casi se podía decir que fuímos dos personas unidas en un mismo cuerpo.
Quizás todo hubiese estado enlazado para que conociese a Rubén Sastre. Desde mi irrevocable vida junto a Hassan de la que no me quedó más remedio que huir, hasta el encuentro con Kilian que no pasó más que de un dulce recuerdo.
Decidimos tiempo después, celebrar nuestra boda en la isla de Menorca. Tal y como habíamos convenido, sería algo íntimo y simbólico, sólo para nosotros.
-Podríamos casarnos tan pronto termines tus prácticas, coincidirá con el final de las clases y así ambos podremos estar libres de viajar a donde queramos después.
-Me parece una gran idea, Rubén. ¿Qué medicina tradicional te apetecería conocer este año?.
-¿Cuál me recomiendas?.
-Japón y el reiki-dije sin dudar-. Es una técnica bastante recomendable. No sana el alma y por ende, también el cuerpo.
-¿También el cuerpo?.
-Has de saber, querido profesor, que en nuestros registros guardamos información de miles de vidas. Algunas de las enfermedades que hoy tenemos, provienen de traumas por los que en su día pasamos. Sana tu alma y sanarás tu cuerpo. Es obvio.
El reiki, las flores de Bach, las regresiones y demás terapias, eran capaces de curar nuestras memorias, de hacernos recordar lo que nos habían hecho olvidar pero el paraje que Rubén eligió para sorprenderme el día de nuestra boda, era más que un regalo para el alma.
No éramos supersticiosos pero aún así, nos sedujo la idea de acudir por separado a la ceremonia.
Hice el camino a pie, por una senda costera flanqueada por verjas de madera clara y hierbas marinas que crecían salvajes y libres. Sobre el suelo, descansaban pequeñas velas blancas y rosadas que me hicieron sonreír. Todo era muy íntimo pero Rubén se había tomado mucho tiempo en llenar de detalles aquel día.
Cuando pude visualizar el final del camino, me quedé sin habla. Una alfombra de pétalos de rosas, jazmín y buganvilla cubría la arena de la cala de aguas transparentes donde un par de barquitas flotaban. Justo cuando se terminaban las flores, Rubén me esperaba en un altar de madera rodeado de pequeñas luces doradas.
Lo miré mientras caminaba descalza tomándome mi tiempo, disfrutando de las sensaciones de aquel momento, bajando la mirada de vez en cuando al ser presa de una inesperada vergüenza que nunca había sentido a su lado.
-Estás preciosa, Helen.
-Se nota que me amas.
-Nunca había visto a una novia tan preciosa está mejor dicho. Mi suerte es que es la mía.
Un par de pescadores locales como testigos, unos anillos de oro sencillos y un concejal del ayuntamiento como artífice de la ceremonia sirvieron para convertirnos en marido y mujer.
-¿Esto es real o estoy soñando, Helen?.
-¿A mí me lo preguntas?.
-Tú eres la experta en sueños.
-Lo soy pero una boda tan bonita como esta, nunca se había soñado.
Nos besamos en los labios por enésima vez aquel día y, tras una cena a la luz de la luna en la misma playa, hicimos el amor sobre la arena.
-He recordado una cosa, Rubén.
-¿Qué cosa?.
-En verdad te mentí cuando te dije que nunca había indagado en tu mente.
-¿En serio?.
-¿Cómo si no saber qué te encanta que me ponga encima?. Era inexperta. Tan sólo quería agradarte.
-Entonces, agrádame de nuevo, preciosa.
Me puse sobre él y sintiendo los rayos de la luna acariciando mi cuerpo desnudo como el terciopelo, volvimos a unirnos.
Tú que no eras para nada romántica....
¿Y qué pasa si ahora lo soy?.
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Más que Hermanos((COMPLETA))#3
Romance💘💘ATENCIÓN💘💘 ESTA ES LA CONTINUACIÓN DE "Y LLEGÓ ELLA". CONTIENE SPOILERS Hassan Halal, un niño huérfano llega a casa de Lily y Hadid Alfasi tras este último prometerle a su madre cuidarlo como si fuese su hijo. Su infancia transcurre feliz per...