Más que Hermanos((COMPLETA))#3

Capítulo Dieciocho. Infiel

-Interesante, Rubén. Creo que tú y yo tenemos mucho de lo que hablar.

Miré a mi viejo tío a los ojos, sabiendo que mi marido se había ganado a pulso el honor de ser su aprendiz. Hacía tiempo que había jurado no tener más hasta que no llegase aquel que alcanzase a ser mejor que él y el hecho me enorgulleció.

Mi perfecto marido....

¿De vuelta a Marrakech?. ¿En serio?.

¡Ains!

-¿Jordi?.

-Buenos días, Helen. Disculpa si te molesto pero quería interesarme por la salud de tu sobrino. ¿Está mejor?.

-No molestas. Me alegra escucharte. Tiene una afección cerebral que le hace sufrir espasmos pero ya hemos dado con ambas curas así que parece que podrá desarrollarse con normalidad y ser un niño sano en el futuro.

-Me alegro mucho por él. También por tí. ¿Cómo estás tú?. Tu voz parece cansada.

-Nadie como un viejo lobo de mar para intuir qué le pasa a la gente, ¿verdad?. Tan sólo estoy dubitativa, Jordi. Mi viejo tío pretende tomar como aprendiz a Rubén y eso implica volver a Marruecos.

-No pareces contenta con tu tierra.

-No es eso. Más bien es una larga historia que aún no he tenido tiempo de contarte. Quizás cuando vuelva a tu casa con mi marido.

-¡¿Tu marido?!.

Hassan....

-¿Te importa qué te llame más tarde?. Mi hermano me reclama.

-Faltaría más.

-Por cierto, Jordi. Mi familia te da las gracias por los pasteles. Aquí en Marruecos somos muy golosos y apenas han durado un asalto.

-Me alegro, Helen. Hablamos.

Colgué el teléfono. Por un lado, estaba contenta de que Jordi me hubiese llamado. Eso significaba que mi misión se estaba completando pero ahora me veía obligada a contarle a Hassan, quien me miraba entre intrigado y molesto, a contarle la verdad acerca de Rubén.

-No sabes nada porque es un secreto. Tan sólo Rubén, yo y dos pescadores de Menorca están enterados de que somos marido y mujer. Queríamos una ceremonia íntima.

-Hermana, no tienes de que excusarte. Entiendo que hayas querido mantener en la intimidad tu boda. ¿Para qué tanto invitado?. Si después los matrimonios salen como salen.

-¿Problemas con tu mujer?.

-Sería un necio si te dijese que es mentira que Laura y yo siempre nos hemos llevado bien. Quizás al principio todo fue muy idílico pero, con el paso del tiempo, Marrakech....en fin, tú eres una recién casada que debe disfrutar. No mereces que un casado de larga duración te de la pelma.

-Estaba disfrutando en Menorca. Ahora que estoy aquí, prefiero escucharte. No eres el Hassan que yo dejé aquí, hermano. Aquel reía más.

-Lo sé-suspiró-. Pero, siendo sincero, mi matrimonio no ha hecho más que acarrearme sufrimientos. En España todo era bonito pero aquí, se torció. Ella no se acostumbra ni al país, ni a mamá, ni a ser madre y ya llego a pensar que incluso me tiene odio por, entre otras cosas, negarme a llevar al niño a España en la situación que estaba.

-¿No hay nada que podáis hacer?. Me refiero a que, ¿consideras qué podría haber solución o es algo que ni se contempla?. ¿Tan estropeado está?.

-Hace meses que no me deja tocarle ni un pelo y cuando digo esto, no es nada sexual sino de índole cariñosa. Ni un abrazo me es permitido. Por el contrario, todo son gritos.