Capítulo Seis. Gabriel

3.3K 394 9
                                    

-¡Helen!.

-Conozco mi nombre, conozco quien soy y me hago responsable de mis decisiones. ¿De acuerdo?.

Colgué el teléfono cansada de tanto reproche. Mi madre siempre habia sido tan buena....y ahora tan exasperante. Desconocía qué pasaba con ella, con la mujer de Hassan, con mi hermano, con mi profesor....y por mucho que me apeteciese indagar en los futuros y mentes de las gentes, no podía permitírmelo.

Nunca más, Helen. Nunca más....

Me encontraba rebuscando un cacharro donde poder calentar mi infusión de jengibre matinal, más ocupada en recordar los contenidos para mi último examen que en desayunar cuando mi móvil sonó, bajándome de nuevo al planeta Tierra.

Hassan...

-¿Qué ocurre, Hassan?.

-¿Esa es forma de saludar a tu hermano después de meses sin hablar conmigo?.

-Sé que soy un poco borde pero, como siempre te digo, los exámenes, los estudios....

-¿No será qué has conocido a un atractivo español?.

Lo que me faltaba...

-Podría ser si tuviese tiempo para algo más que levantar la cabeza de los libros o ir a clase. ¿Es eso para lo que me llamas?.

-No, pequeña malhumorada. Quería decirte que Gabriel ha nacido.

-¿Gabriel?. Papá me dijo que era niño. ¿Se confundieron los médicos?.

-Mamá dijo lo mismo cuando se lo dije. Es un fastidio tener una madre francesa algunas veces-suspiró-. Es un niño. Ha nacido antes de tiempo pero aún así, su salud parece buena.

-Me alegro por vosotros, Hassan.

-Sigue en pie lo de que seas su madrina.

-Hassan, no quiero que me malinterpretes pero ni comparto la idea de tu mujer de bautizarlo en la Iglesia Católica, ni creo que pueda ser una buena guía para él.

-No se me ocurre mejor madrina que tú.

-Siento no poder ayudarte, Hassan. Enhorabuena por el nacimiento de tu hijo. Tengo examen en media hora y no quiero llegar tarde.

-Prométeme que algún día me dirás qué es lo que te pasa conmigo. No leo mentes como tú pero me percato de las cosas, ¿sabes?.

¿Qué me pasa contigo, Hassan?. Pues que te amo y no de forma fraternal...

Me fuí al examen distraída. Me dió mucho coraje porque, después de haber estado estudiando día y noche durante semanas, el nacimiento de mi sobrino había venido a importunarme. Sabía perfectamente que aquel niño inocente no tenía culpa de nada en absoluto. Ni de mis distracciones, ni de las tonterías que se me pasaban por la cabeza pero aún así me negaba a verlo como a mi sobrino. Quizás porque mis más profundos deseos me hacían más querer ser su madre que su tía.

No siempre llueve al gusto de todos....

Lo sé...

Una vez vi el examen, logré concentrarme a duras penas pero lo hice pues no sacar una buena nota, implicaba no obtener mi beca y volver a Marrakech a observar como la familia feliz se paseaba por los jardines de la mansión Alfasi.

-Has sacado una excelente nota, Helen. Te felicito. Una media académica como la tuya no suele ser muy común en tu especialidad. La mayoría abandonan antes de terminar.

-Una pena. El mundo necesita médicos capaces de investigar y cambiar la vida de las gentes.

El profesor Martínez me hablaba pausadamente desde la silla de su despacho al que había vuelto a convocarme. No tendía a ser una persona vergonzosa pero, mirarle después de su extraña invitación, me resultaba incómodo.

Más que Hermanos((COMPLETA))#3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora