Capítulo Veintiocho. Una Visión Hecha Realidad

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-Esta noche Helena y Hassan se llevarán a los niños a cenar a un restaurante de comida rápida de cuyo nombre no quiero acordarme-puse cara de sufrimiento-. ¿Te gustaría venir a cenar conmigo?. Podemos abrir una botella de vino, hacer una buena cena....

-¿En serio?.

-Sí, ¿por qué no?.

¿Por qué no?. ¿Por qué no empezar mi vida de nuevo?.

-¿Me concede este baile, señora Alfasi?.

Era una noche cálida, de esas de verano en las que nada te predispone a volver a casa. La cena había sido excelente y la compañía, sobresaliente.

Sonreí a Kilian mientras cogía la mano que me ofrecía.

-Por supuesto, señor Jones.

Bailamos a la luz de las velas de un pub tranquilo donde sonaban canciones lentas cantadas en italiano.

-¿Por qué Kilian Jones?-le pregunté mientras navegaba en sus ojos-.

-Mi madre falleció cuando yo apenas tenía dieciséis años. Fue una experiencia traumática de la que me costó salir. Abandoné Menorca y volví a Londres con mis abuelos y desde ese preciso día en el que puse los pies en territorio inglés, mi apellido pasó a ser Jones. Una forma de llevarla más cerca supongo-se encogió de hombros- aunque eso significase empezar a ser apodado como "el pirata".

-¿Tanta intriga para....

-¿Tan corta historia?. Lo sé-sonrió-pero no deja de ser una parte de mi vida que pocos saben. Tan sólo tú, mi hermana y mi padre. Tengo más hermanos pero aún no han logrado volver a esta isla. Fuímos tan felices aquí, que creo que los recuerdos son demasiado buenos para que la nostalgia no aflore.

-¿Jordi nunca ve a sus otros hijos?.

-Mi padre nunca sale de la isla. Tan sólo hizo una excepción contigo, unas cuantas más bien. Para él, eres más que una hija, eres su luz. Para él y también para mí. Sé que cuando nos conocimos no quise ir contigo, se que no fui valiente cuando te vi en Tailandia y que te resultó duro de ver como aquella mujer me besaba pero jamás quise hacerte daño. Una vez fue mi propio miedo, el miedo a sufrir; otra vez el verte feliz y la última, simplemente no pude hacer nada.

-Kilian...

-No tienes que decir nada, Helen. Gracias por este momento, gracias por recordar que existo, por darle vida a las personas que quiero, por....

-¡Shhhh!.

Me acerqué a su mejilla y le di un beso tímido, un beso que iba más allá de la amistad, que daba pie al amor, al inicio de una relación que nos daría calma ambos.

-¿Te apetece pasar la noche conmigo?-me preguntó-. Siento que suene mal, Helen pero no pretendo ya sabes, sólo....

-Quizás otro día, Kilian Jones. Estoy más que segura de que el destino volverá a juntarnos.

-¿Venganza?.

-Sólo quiero saber qué es lo que se siente-sonreí-.

Una cosa era cierta y es que Kilian me estaba gustando más que nunca, que me había dado el permiso a mí misma para amarlo pero no quería precipitarme, tampoco correr como una loca a sus brazos.

Apenas unos días más tarde, viajé a Marrakech con mi hermano. Hassan iba a casarse con Helena y consideramos que era hora de aclarar las cosas con nuestros padres.

-Helen, Hassan, ¿podéis explicarme qué es lo que he hecho mal con vosotros?. ¿Os casáis juntos y ahora venís a decirme que os divorciáis?. ¡Por favor!

Más que Hermanos((COMPLETA))#3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora