CAPITULO 17

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Dan se encontraba en la habitación que Rhaena le había cedido para hospedarse allí. Estaba completamente desnuda y tumbada boca abajo en la cama. Alyra se acercó a ella. También estaba desnuda y portaba una vasija con aceite, la cual dejó en un taburete junto a la cama tras derramar parte de él sobre la espalda de la princesa. Se subió a horcajadas sobre su trasero y, tras restregar el aceite por toda su espalda, comenzó a hacerle el masaje.

Dan sonrió gustosa mientras sentía las suaves manos de Alyra y el aceite resbalando por su piel mientras emprendía la lectura del diario. Era la primera vez que leía algo escrito por su bisabuela que no fuera un documento oficial. No era exactamente un diario donde contaba su día a día, sino algo donde contaba cosas importantes que le habían ido pasando a lo largo de su largo reinado. Había veces que solo habían transcurrido unos días entre una entrada y otra, pero otras veces llegaban a transcurrir años.

Al principio no había cosas muy interesantes, ya que solo contaba desde su punto de vista hechos que había leído en los libros de historia. Su reinado fue en su mayoría pacífico, aunque libró algunas guerras en Essos contra algunas de las Ciudades Libres. Especialmente, Volantis, que se había convertido en el principal enemigo de los Siete Reinos, habiendo desde entonces una especie de guerra fría entre ellos por la hegemonía sobre las Ciudades Libres y el control de las rutas comerciales con Essos y de otros continentes.

Dentro de Poniente, mantuvo unidos a los Siete Reinos y la estabilidad en el país, pero no pudo evitar algunas revueltas de señores que no aceptaban el nuevo orden que había establecido y, mucho menos, una mujer en el Trono de Hierro. Sin embargo, sus reformas la hicieron muy popular, lo que le valió el apoyo del pueblo. Además de que la mayoría de las casas deseaban la paz después de tantas guerras seguidas.

Yendo a temas más personales, Daenerys escribió mucho sobre sus dos hijos, su abuela Lyanna y su tío abuelo Rhaegar, dos gemelos que nacieron nueve meses después de subir al Trono de Hierro, fruto de su relación con Jon Snow, quién murió durante la guerra contra Cersei Lannister. Una cosa que llamó mucho la atención de Dan fue leer que ambos tenían una muy buena relación y estaban muy unidos desde niños.

Esto le sorprendió, ya que desde que ella tuvo uso de razón ambos habían tenido una relación muy distante. Antes de morir, en 377 d.C., Rhaegar visitó Desembarco del Rey pocas veces y, cuando lo hacía, él y su abuela a penas cruzaban palabra alguna. Dan siempre lo achacó a que Rhaegar siempre quiso ser rey de los Siete Reinos y no aceptaba que su hermana estuviera por delante de él en la línea sucesoria al haber nacido unos minutos antes que él. Pero, según contaba Daenerys, Rhaegar quería mucho a su hermana pese a saber que ella iba a heredar el Trono de Hierro mientras él se tendría que conformar con ser el señor de Meereen.

¿Qué pasaría entre ellos para que se distanciaran tanto? Esto le produjo curiosidad, pero el diario no continuó. La última entrada databa del año 329 d.C., ocho años antes del suceso en Vado Ceniza que quería investigar, el resto de páginas estaban en blanco. Aquello la dejó más extrañada de lo que estaba y bastante frustrada. Se suponía que su padre le había enviado ese diario para darle explicaciones de lo que estaba ocurriendo, pero solo le sirvió para conocer algunas cosas de la vida personal de su bisabuela. Aquello empezó a molestarla.

— ¿Ocurre algo, princesa? Os noto muy tensa.

— Creo que mi familia se está burlando de mi. No me respeta, Alyra.

— ¿Qué os hace pensar eso?

— Mi padre me ha enviado este diario por algún motivo, pero no dice nada que me pueda ayudar con mi investigación y la mayor parte está en blanco.

La joven dorniense frunció el ceño.

— ¿Puedo verlo?

— Sírvete tú misma.

El Legado de la Reina Dragón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora