Lisa se encontraba ya acostada en la cama desde temprano.
Por la mañana había observado a Jungkook salir a cazar de nuevo con todos los demás y no pudo evitars sentirse sola en aquel lugar. ¿Era solo una cara bonita?
Todos hablaban sobre ella, sobre que sería interesante ver cuanto duraba y que al fin y al cabo solo era una espía austriaca.
Se sentía realmente nerviosa por el hecho de que no sabía como hablar con un hombre, y menos cuatro años o casi tres mayor que ella. Tenía que admitir que era guapo, pero siendo tan joven único que podía pensar era que no necesitaba que le gustase, simplemente pasaría el resto de su vida con él y eso era demasido tiempo, ya que sus antepasados habían vivido más de ochenta años.
De repente una pequeña puerta que restab ajena a la principal del dormitorio se abrió y Lisa giró su cabeza, encontrandose con Jeon.
¿A caso él se había fijado en ella? ¿Podría llegar a tener curiosidad hacia ella?"No tendreis ningún tipo de influencia sobre el rey y el delfín sin un embarazo."
Su cuerpo se tensó ligeramente. ¿Llegaría a inspirarle de verdad algún día?
Sus ojos vagaron hasta el chico, el cuál ajora se había metido en la gran cama junto a ella algo exhausto por la caza.-Vaya día de caza...estoy exhausto.
La chica llevó sus ojos hasta los suyos y suspiró, acercandose a él para posarsu mentón sobre su brazo, levantando su vista para seguir mirandole.
-Realmente exhausto.- volvió a repetir, observando realmente a la chica ahora. Sus ojos penetraron la mirada de la chica y segundos después algo lo recorrió, no se sentía listo.
-Buenas noches. -dijo el chico de la nada, dandose la vuelta y la chica levantó su cara. -Que durmais bien.
-Buenas noches...
Lisa se sentó en la cama, observandolo por momentos y se volvió a echar, notando algo. ¿Cómo se supone que iba a hacer que se fijara en ella si realmente no mantenían una conversación?
¿Cómo iban a acostarse? ¿Cómo iba a quedarse embarazada?[...]
Lalisa caminaba por lo anchos pasillos de Versailles con sus dos damas de compañía, con las cuales ya había hablado antes y sonrió, notando lo buena que era la historia de una de ellas. Sus brazos estaban unidos y seguían caminando, observando a todas las personas que pasaban por ahi ese día. Realmente la corte de Versailles era inmensa, en ella vivían más de cincuenta personas y todas tenian sus secretos, los cuales eran imposibles de dejar pasar para algunos.
Su vista ahora se dirigó a su dama, la cuál había comenzado a protestar por Kim Jisoo, la cuál había aparecido por la puerta contraria a donde se encontraban ellas, y detrás la seguían dos increiblemente fuertes hombres.
¿Asique la puta del rey? Oh, amante.
Su ceño se frunció y la pelirroja se acercó a su oido.-Por dios, puede que pesen más todas las joyas que lleva puestas que ese vestido. -Rió la chica.
La verdad es que tenía razón. Aquel vestido escarlata era precioso y parecía pesado, pero la vista de Lisa se dirigió a sus colgantes y pendientes. Brillaban como ningunos otros, incluso podría decirse que más que los diamantes que ella poseía.
-Me pregunto si no serán suficientes-soltó Lisa, observandola venir de cerca.
Las tres siguieron su camino de frente y Kim Jisoo cambió de dirección, yendo de frente hacia ellas. ¿A caso venía a decirles algo? ¿A dirigirles la palabra? Ella no podía, era inferior, no poseía más titulos que ella. Su rango era inferior.
Lisa alzó su cabeza y siguió caminando, notando como practicamente no chocarían pero no fue así. Kim Jisoo sonrió y empujó su codo contra la rubia, tratando de mandarle el mensaje de que ella era superior.
"¿Por qué? ¿Solo por ser la ramera del rey?" Pensó Lisa. La observó irse y poco después oyó el quejido de una de sus damas.-¡oh! Eso ha sido inecesario.- protestó, mirando hacia atrás y Lisa frunció el ceño. Sin embargo, no le prestó más importancia.
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+16|| 𝗠𝗔𝗥𝗜𝗘 𝗔𝗡𝗧𝗢𝗜𝗡𝗘𝗧𝗧𝗘 <<마리 앙투아네트>> [LISKOOK] ✔️
FanfictionEl rey ha muerto, viva Jungkook XVI. La mano de Lisa encontró la de Jungkook en un arrebato de confusión y se reflejó en su cara, observando a todas las personas que aunque una vez se arrodillaban ante ellos, más tarde serían sus condenantes. •Comp...