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—Por desgracia, señor, parece que no ha pasado nada.

Uno de los ayudantes de cámara se encontraba de pie, bajando su cabeza ante el rey, el cuál se encontraba sentado, pensando en la alianza. Unas manos se posaron sobre sus hombros, haciendolo reconfortarse.

—Asique nada, ¿eh? —repitió el rey, suspirando.

¿Qué le pasaba a esa pareja de jóvenes?

—Vaya por dios— intervino esta vez la pelinegra que se encontraba detrás del peliblanco, fijando su mirada en el ayudante de cámara.

—Organizad una cena para esta noche.

—¿Con toda la corte, señor?

—Solo Versailles.

—Como guste.

En cuestión de segundos la puerta se cerró detrás de ellos y las manos de la chica bajaron por su pecho. Dando una suave caricia.

—Son jóvenes, no te apures.

[...]

Las cortinas se abrieron bruscamente y Lisa cerró fuertemente sus ojos.
¿Esa luz?
Los rayos de Sol comenzaron a cegarla y se escurrió entre las sábanas durante unos segundos, ignorando a las veinte damas que restaban a su alrededor.
Cuando sus ojos se abrieron pudo encontrarse a muchas chicas de pie, observandola y su cuerpo se encogió. ¿Qué hacían todas ahi? ¿Era eso una secta?

Jeon Somin apareció ante ella y tras una leve inclinación se dispuso a hablar.

—Buenos días, alteza.

Lalisa restó confundida al pie de la cama y observó a varias de ellas. ¿Quienes eran todas?

—Verá...todas sus mañanas serán igual, cuando se despierte nosotras estaremos aqui. — Lisa extendió la mano para coger el paño blanco que había en una bandeja plateada a su lado, puesta por una de ls chicas y Somin negó.— No debe coger nada, es un privilegio vestir a alguien de la familia real, por eso la condesa Soojung debe hacer los honores, ya que es familia de sangre por matrimonio. — comenzó a explicar la castaña, din embargo Lisa no podía prestar atención a nada. Lo primero de todo. ¿En qué momento el chico había desaparecido de la habitación?
Cuando quiso darse cuenta unos brazos estaban tirando de su camisón hacia arriba y al llegar a sacarlo sus brazos fueron directamente a sus pechos, tapandolos. Le daba igual estar entre mujeres, no las conocía de nada, no podía simplemente hacer esto.

—Ahora el honor lo tendrá la duquesa de Kang, ya que es por parte sanguínea de nacimiento como prima de la familia.

Tras ser anunciada la chica dió un paso adelante, esta tenía la cara más rasgada, ojos felinos y unos labios estrechos.
La chica se acercó a ella con un vestido en la mano y se agachó lentamente, esperando poder estar vestida.

—¡Buenos días! — exclamó una voz femenina tras las puertas y Somin se giró al igual que Lisa, viendo como una chica ya más arreglada entraba por la puerta, su vestido era hermoso y su pelo pelirrojo lacio caía por su espalda, pero el maquillaje era algo exagerado.

Somin suspiró y recuperó la compostura.

—Y ahora, el honor lo tendrá la princesa Jeon, al ser hija de la familia y hermana de su esposo.

Lisa observó a la chica y mordió su labio, eso era ridículo, ¿por qué tanta cosa por vestirla?

—Esto es ridículo— trató de sonreir al soltarlo, pero era más preocupación hacia si seguiría desvestida mucho tiempo.

—Esto, alteza, es Versailles. — contestó la chica, haciendo a su cuñada pasar y tomó el vestido en sus manos para subirlo, colocandoselo a la chica con cuidado. 

[...]

Tras pasarse todo el día sola la noche por fin había llegado.
Ahora por lo menos diez personas se encontraban cenando en la misma mesa que ella, a su lado se encontraba Somin y a su otro lado se encontraba Baekhyun, el cuál había sido enviado por su madre para poder orientarla.

La cena no es que estuviera delociosa, pero podía aguantarse.
Su tenedor se quedó estancado y levantó la mirada, observando a todo el mundo. Todo el mundo había hablado sobre ella a sus espaldas esa noche, aunque estuviera delante.

—Lisa está muy guapa esta noche, ¿no crees? —murmuraron a su derecha.

—¿Crees que me parezco a ella?

—No

—Oh venga, algo sí...

—Quizás cuando eras más joven...— replicó el otro, dandose por aludida la chica sopló, cogiendo la copa en su mano.

Los murmullos no pararon de llegar a sus oidos en toda la noche, y estaba empezando a sentirse no muy bienvenida en Versailles. ¿Por qué debería ser una espía austriaca? Ella no había elegido casarse, ni irse a Francia.

Observó detenidamente a la chica que se encontraba dos sitios más allá y como murmuraba con otra persona, hasta que se dió cuenta de que no hablaba de ella, sino de la chica que se encontraba practicamente en las piernas del rey.
No sabía quien era esa, pero no tenía muy buena pinta.

—¿Pero qué hace? Oh por dios...

Su mirada viajó de nuevo de la chica al rey y observó como este tomaba de la copa que la pelinegra le había ofrecido, inclinandose hacia él.
La chica sonrió y posó la copa en la mesa otra vez, dandose la vuelta al notar la mano del camarero rozar su brazo, dandole un manotazo.
Su cabeza se giró disgustada ante la del chico y frunció su cara, observándole.

—¿Habeis visto eso? ¿Así es como se me trata? — preguntó la chica llevando su mano fuera de los hombros del rey.

—Al cepo de castigo. —Sentenció, rodando sus ojos y volvió a coger la copa, esta vez provocando que la chica bebiera de la copa.

Su curiosidad se volvió mayor durante toda la noche, hasta que ya no pudo aguantarlo más.

—¿Quién es esa? — le preguntó a la chica de cabellos castaños.

Esta se giró hacia ella y abrió su boca, alza do sus cejas.

—Ella...está aqui para...dar placer al rey— se explicó, tratando de dar la menor indormación a la joven y esta asintió, creía que lo entendía, es decir, no era tan dificil pero ¿dar placer?

—Esa es Kim Jisoo— esta vez fue el chico a su lado el que habló y Lisa se inclinó poniendo su oreja para enterarse mejor. —No debería estar aqui...pero de alguna manera el rey ha conseguido darle un titulo. Salió de un burdél. —Toda la información que estaba reciviendo en ese momento era valiosa para ella.

No quería llevarse mal con la gente de Versailles, pero tenía muy pocas ganas de conocer a esa mujer.
Sus facciones eran marcadas y su pelo negro lucía brillante, su cuello no era ni tan largo ni tan bajo y sus hombros realzaban sus pechos. ¿Cuántos años de diferencia debería de haber entre el rey y ella?

Una mano se posó en su hombro y Lisa se dió la vuelta, observando una camisa delante de ella, ya que a sus ojos eso era lo que veía, hasta que subió la vista para encontrarse con el chico.

—¿Estasa disfrutando de la cena? — preguntó algo tímido, apartando su mano de inmediato al no tener una aprobación por parte de la chica y la observó, esperando una respuesta.

—Si, gracias...—Su voz al final se acalló y miró un momento hacia la mesa, notando que el chico aún seguía ahí. —Creo que la gente habla sobre mi...

—Es normal, ¿vale? Trata de no escucharlos y todo irá bien. —Una sonrisa apareció en su rostro y tras separarse hizo una pequeña reverencia ante la mesa.

—Con su permiso, padre.

El chico desapareció tras las puertas del gran comedor y Lisa lo observó irse. ¿Tenía miedo de ella?



+16|| 𝗠𝗔𝗥𝗜𝗘 𝗔𝗡𝗧𝗢𝗜𝗡𝗘𝗧𝗧𝗘 <<마리 앙투아네트>> [LISKOOK] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora