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Todos aplaudían ante la maravillosa interpretación realizada en la ópera de parte de Lalisa.
Los primeros aplausos se fueron desvaneciendo creando un efecto dominó que dió a entender que había sido suficiente. Con la reina inclinandose ante su corte y el rey sintiendose orgulloso y afortunado teminó aquella mañana en la que habían hecho algo importante.

Pero en la tarde regresaron a palacio  ambos sentados en el carruaje pero observando diferentes cosas.
Lalisa observana las vistas acompañada de la pequeña y Jungkook se dedicaba a observarlas a ellas. El rubio cabello de Eunb había sido cosa de Lisa, eso seguro  pero su nariz, su nariz era lo único que no encajaba por parte de ninguno de los dos.

—¿Te encuentras bien? — Jungkook alzó su cabeza, observando ahora a Lalisa y asintió, sonriendo cuando unas pequeñas manos se estiraron hacia él.

—Estaba pensando en tu actuación de hoy, ha sido maravillosa.

—Oh, no digas tonterias... — susurró Lisa, encogiendo su cabeza.

—Estuviste maravillosa, Lisa, y la corte lo sabe.

Eunb se removió en los brazos de la chica y Lisa se la tendió a Jungkook  dejando que la cogiera para ahora ella encogerse en el asiento.

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—¡Oh ha sido maravilloso! ¡Tocad otra! ¡Otra! — Lisa comenzó a aplaudir recostandose más en el sofá, sonriendo ampliamente.

Ahora se encontraba en su pequeño palacio, con varios músicos alrededor y dos doncellas listas para atender sus necesidades.
El chico volvió a comenzar otra de las melodías y Lisa cerró los ojos, imaginandose una vida tranquila, una especie de cielo donde podría ser quien fuera y nadie la judgara por ello. Pero incluso la más pequeña persona contiene una gran alma.

—Majestad— Lisa levantó su cabeza y observó a su dama intrigada. — teneis visita.

Lalisa se levantó y alzó sus cejas ante la chica.

—¿Y de quién se trata nuestro invitado?

La doncella alzó sus cejas con una sonrisa en la boca y dejó a Lalisa pasar, siendo cosa de intriga.

Cuando Lisa llegó hasta la salida del pequeño palacio se arrimó a los grandes escalones que hacían un pequeño puente y sonrió ante la visita de su marido.

—¿Habeis venido a hacerme una visita?

—Puede...— bromeó Jungkook.

—¿Habeis visto hoy a nuestra querida Eunb?

—Ya está prometida. — añadió Jungkook tras la pregunta de Lisa.

—¿No podemos esperar a que aprenda a caminar?— protestó Lisa, balanceandose.

—Como deseeis — una sonrisa se hizo presente en los labios de ambos y Lisa se tiró hacia atrás. —Ah, por cierto ¡regresad a palacio! Daremos una fiesta para los soldados que lucharon en América.

—¡Allí estaré! — gritó de vuelta,

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Lisa corrió por los pasillos excitada, con una corona de flores en mano y al paso de sus damas, mirandose las unas a las otras mientras llegaban a la estancia donde se celebraba el baile.

—¿Habrá muchos soldados solteros?

—No lo sé, pero ¿cuánto tiempo llevarán sin estar con una mujer?

—¡Señorita Hwang! — protestó otra de ellas.

Lisa rió ante los comentarios y se puso recta al entrar en la sala, disminuyendo su ritmo y colocó los hombros hacia atrás, caminando entre las filas de soldados que esperaban la llegada de la reina para la presentación.
Jungkook felicitó a uno de los generales antes de dirigirse hacia ella sonriente, presentandolea otro de  los comandantes.

—Querida, este es el general Jung.

Lisa colocó una enorme sonrisa en su boca, llenando sus pulmones exageradamente de aire y levantó la corona de flores una igual a la que ella misma llevaba y la colocó en su cabeza, posteriormente juntando sus manos.

—Enhorabuena — Jungkook asintió y comenzó a caminar hacia su derecha, haciendo que la chica se moviera también y ambos se miraron.

La felicidad rebosaba sobre sus labios y ojos en esos momentos, digamos que ahora por fin eran una pareja estable.

—Querida, este es uno de los responsanles de la victoria en el norte. — Jungkook alzó su mano y dió a entender a la chica a girarse en cuanto lo mencionó. — Debo tener el placer de presentarte al conde Min.

Lalisa se dió la vuelta con una gran sonrisa en sus labios y la cerró poco a poco en cuanto comenzó recorrer su rostro con la mirada.
Una sola mirada le bastó para centrar sus ojos en el baile de máscaras de hacía cuatro años, en el que pensaba que tras pasar esas puertas, nunca se lo volvería a encontrar, pero ahi estaba, delante de ella siendo honorado por su marido después de una gran victoria en América.
El mundo era un pañuelo, ¿verdad?

El chico inclinó levemente su cabeza, ni siquiera bajandola, dejando que sus ojos la repasaran una vez más, porque definitivamente la mujer que había tenido en mente era la reina de Francia.

—Conde Min.— murmuró Lisa, tratando de cerrar poco a poco la pequeña sonrisa que restaba en su rostro. 

—Alteza...

+16|| 𝗠𝗔𝗥𝗜𝗘 𝗔𝗡𝗧𝗢𝗜𝗡𝗘𝗧𝗧𝗘 <<마리 앙투아네트>> [LISKOOK] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora