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—Es magnifico, deberiais asistir.

—Duró más de tres horas, no lo soporto.

Todos levantaron sus copas para poder brindar, llevandose la copa a la boca.

—Por Jeon Somin, por traer las flores, ah, y por Khang, ¡por traer el vino! — añadió Im. —Y por Min, por venir desde tan lejos solo para festejarlo, ¿cuánto habiais dicho que duró el viaje? — preguntó inclinandose, llevando la copa otra vez hasta su boca.

Lisa llevó su copa hasta los labios y levantó su vista, fijandola en el peli blanco, apoyandose en la mesa.

—Diez días— contestó.

Sus miradas chocaron por unos segundos.

—¡Es demasiado! Yo no lo aguantaría. — la chica se echó hacia atrás y se calló, ahora dejando que otra de ellas hablara.

—¡Juguemos al quien soy!  —propusp una de ellas, levantandose de la silla y cogiendo los papeles.

Todo los presentes cogieron un nombre  pegandolo en su frente y Lisa trató de no saber quien le había tocado. Lo mismo hicieron todos, poniendoselo en la frente y comenzando a hacer preguntas sobre quien era.

Lisa fue la siguiente, preguntando si estaba presente y que si era una mujer, a lo cuál respondieron que no, y así jugaron hasta que el último de ellos adivinó  que le había tocado desafortunadamente Kim Jisoo.

—Yo le hubiera dado la pista de que era una rama. — Min Yoongi llevó su copa a sus labios una vez más tras comentar en voz alta y sonrió llevando su mirada por todos hasta la rubia.

—Eso ha sido muy cruel, oh dios. —Lisa rió y dejó la copa sobre la mesa sin apartar su mirada, siendo objeto de risa en esos momentos en los que todos reian la broma y no se fijaban en ella.

Poco a poco el ambiente se fue relajando hasta dejar a unos pocos en las sillas, probando las nuevas importaciones que se traían.
Lisa cogió en sus manos el tabaco, llevandoselo a la boca y después lo mismo hicieron las demás, siguiendola.
Hasta que llegó la hora de irse.

—Ya vereis, la mansión es enorme, majestad, podremos descansar sin problema — Ah cogió la mano de la rubia y caminó junto a ella, riendo la noche.

Justo al llegar todos se dividieron, escogiendo la mitad de las habitaciones excepto las de Lisa, la cuál ya había sido preparada.

—Buenas noches, majestad.

—Buenas noches.

Lisa sonrió, mirando a su alrededor y se apoyó en la puerta, quedandose muy quieta. Sentía los pasos de alguien alrededor del pasillo, pero no era solo una persona.

—No hay nada de malo en eso, Wang.

—Pero es inadecuado que lo contemple con su reputación, ¿no creeis que ese trato preferente es inadecuado?

La chica dió un paso dentro de la habitación sin despegar el ojo del pasillo, observando las dos figuras hablar al otro lado.

—Monsieur, él la contempla y ella disfruta de su compañía, no hay nada de malo en eso.

Una de las figuras se alejó de la otra, entrando en una de las habitaciones y pronto ambas desaprecieron de su vista. Lisa respiró ahogadamente y cerró momentaneamente sus ojos. ¿Habían siquiera hablado de ella?
Sus ojos se abrieron repentinamente ante uno de los ruidos en el lado derecho del ala y sacó su cabeza por la puerta, siendo rapidamente introducida en la habitación por alguien.
Sus manos soltaron la puerta y se apegaron a la pared.

—Que-

—Shh— sus manos se alejaron y cerraron la puerta, volviendo al comienzo y llevó las manos hatsa sus caderas, levantandola para poder caminar.

Lisa se agarró a su cuello, observando la ventana y la poca luz que entraba por ella pero que dejaba ver el rostro del peli blanco perfectamente igual que el suyo.

—No podía soportar que me miraras así y no hacer nada al respecto.

—Pero si así te miran todas — bromeó Lisa, sentandose en uno de los divanes quitando sus manos del cuello ajeno.

—Pero solo a ti te hago caso.

—Exagerado.

—Sexy.

—Mandón.

—Culpa mía.

Antes de que pudiera protestar el peli blanco atrapó sus labios con los suyos, arrodillandose ante ella y poco a poco subiendo para echarla hacia atrás.
No le dió tiempo a Lisa ni de tirar sus zapatos, los cuales poco a poco fueron cayendo solos.
¿Estaba loca? No. ¿Se sentía querida? Sí.
¿Qué era lo malo? Nada, absolutamente nada. ¿Verdad?
Disfrutaba com cada caricia y disfrutaba de sus labios sobre los suyos, disfrutaba de cada toque y disfrutaba de cada palabra y cada suspiro.
Las manos del peli blanco bajaron por su cadera hasta encontrarla y unió una vez más sus labios con los suyos.

Por primera vez traicionando a la corona, su marido.

+16|| 𝗠𝗔𝗥𝗜𝗘 𝗔𝗡𝗧𝗢𝗜𝗡𝗘𝗧𝗧𝗘 <<마리 앙투아네트>> [LISKOOK] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora