Sinopsis

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Quién iba a decir que haber postulado para ese intercambio y ser aceptada en el mismo, iba a traer tantos problemas a mi vida. ¿Será que todo estaba incluido en las letras chiquitas de las bases del intercambio? Tiene que ser así porque no me explico cómo es que en el momento en que puse un pie en aquel campus tan hermoso y verdoso de la universidad, los problemas llegaron a mi como la brisa de invierno, estrellándose en mi cara y alborotando mi cabello, y en mi caso, alborotando mi vida.

Creí que podría terminar doce meses de la forma en la que lo imaginé; tranquila, en paz conmigo misma y feliz de estar a pocos meses de recibir una doble titulación. Pero vaya que la vida te cambia las cosas de la noche a la mañana, y lo lindo de todo es, que lo hace sin que te des cuenta.

Nunca me enseñaron cómo reaccionar o actuar cuando ves a alguien a quien tienes años que no ves, y si lo hubiesen hecho, quizá las cosas pudiesen ser diferentes, quizá yo, hubiese hecho las cosas diferentes.

Nunca Es Demasiado TardeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora