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Finalmente el día había llegado, hoy mi hermano uniría su vida con la mujer que ha querido y amado por exactamente tres años, hoy daría un paso más en su relación y un logro personal en su vida.

Todos estábamos vueltos locos en casa, Andrés pasó toda la noche desvelado porque no tenía sueño y porque estaba muy nervioso, papá se la pasó también desvelado tratando de calmar los nervios de su hijo, un intento el cual fue fallido. Mamá y yo también estuvimos tratando de calmarlo un poco pero simplemente no había nada que hacer; era su día y por más tés de manzanilla que él tome o ejercicios de relajación que haga, nada iba a quitarle esos nervios.

A primera hora de la mañana, nuestros caminos se separaron; ellos se quedaron en casa para salir un poco más tarde, mientras que yo tuve que irme a casa de Crystal para empezar desde ya la preparación para la hora esperada. La boda se llevaría a cabo en una villa, allí había una pequeña capilla, donde sería la boda a las una de la tarde. Se tenía pautado que terminaría a las dos, para luego pasar a un salón, no muy lejos de la capilla donde se celebraría la ceremonia. La villa no quedaba muy lejos, por lo que esperábamos que nadie tenga problemas para llegar.

~.~

Sé que en un día como este nadie debe lucir más hermosa y perfecta que la novia, pero debo aceptar que las damas tenemos lo nuestro y estamos preciosas. Crystal obviamente tenía su largo vestido blanco en corte sirena, era strapless con pequeños diseños de encaje en un color azul cielo, tenía su pelo rubio y rizado en unas ondas perfectas y su maquillaje sencillo, elegante y sexi. Estaba perfecta en todo el sentido de la palabra.

Por otra parte estamos las damas; cada una tenía un estilo de vestido diferente, sin embargo, el color y el largo era el mismo; un azul cielo precioso y largo hasta los tobillos. De mi parte el vestido tenía un diseño sexi, tenía un escote en corte V, con sus respectivos tirantes un poco gordos, también estaba un poco descubierto en la espalda. Lo combiné con mi nuevo look; en mi cita con Andy aproveché para darme un cambio radical y me hice un balayage, y también corté mi pelo a la altura de mis hombros —antes lo tenía un poco más largo —.

—Chicas, es hora — nos avisa la madre de mi cuñada quien estaba en la habitación ayudando a su hija a terminar de arreglarse.

Junto con las demás damas salimos de aquella pequeña habitación para darles un momento de madre e hija antes de la boda. Abby estaba de aquí para allá tomando fotos con la cámara que le había regalado, me hacía bien tenerla cerca, era la primera vez que participaba de esta forma en una boda y la verdad era que sí tenía un poco de nervios.

—Amiga, no puedo dejar de mirarte, estás preciosa — me halaga ella acercándose.

—Gracias, Abbs. —respondo dándole una sonrisa.

Unos minutos después, Crystal y su madre salieron, nos organizamos bien y empezamos a bajar las escaleras de aquella pequeña casa y emprendimos camino hacia la capilla.

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Me encanta verlos así. Me encanta ver a mi hermano feliz, con esa sonrisa que le cubre el rostro completo. Me encanta verlo feliz con su ahora esposa. Verlo feliz me hacia feliz a mi.

—Espero que esa sonrisa que tienes no se te quite cuando vayas a dar el discurso

Giro mi cabeza hacia un lado y veo al dueño de aquella voz y comentario. Gabriel Anderson. Habían pasados unos días en los que no lo veía o hablaba con él.

—Hola Gabe. De hecho, sí, esta sonrisa se borrará en exactamente media hora —le digo girándome por completo para verlo de frente.

—¿Por qué? Solo le vas a desear buenas cosas a tu hermano, algo que sé que has hecho antes

—Pues si pero antes lo hacía sola, no con cientos de personas mirándome

—Por si no sabías son tu familia

—¿Y? Aún así son muchas y van a estar todos mirándome

—¿Quieres un consejo?

—No, gracias. Tus consejos para este tipo de situaciones no son buenos que digamos

Él sonríe dándose cuenta de a que me estaba refiriendo.

—Ahora que estas sola... Aprovecho para decirte que estás increíblemente hermosa

Maldigo mentalmente cuando al instante siento mis mejillas calientes. ¿Qué te pasa, Ámbar? Es solo un halago, cálmate.

—Gracias. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que te vi en esmoquin.

—¿Es tu nueva manera de halagarme? — pregunta sonriente

—A ver dime, ¿qué quieres escuchar? —digo cruzándome de brazos.

—¿Viniendo de ti? Pues quiero escuchar muchas cosas, ¿te digo la lista ahora o prefieres hacerlo en privado?

—A ver, tortolitos, ¿qué van a hacer en privado eh? —dice Abby llegando.

—Nada que te interese, Abigail —le dice Gabe mirándola.

—Si me interesa porque son mis amigos y quiero saber lo que pasa con ustedes. A ver, juntense para tomarles una foto

—¿Por qué? —pregunto.

—Porque están bien guapos, aparte no les voy que cobrar, vamos, vamos. Juntitos y abrazaditos, por favor

Hacemos lo que nos dice y no nos tomamos una, sino varias fotos.

—Gracias, bebés. Lo dejo solos, recuerden que están en un lugar público. Adiós

Dicho esto se fue con la vista en su cámara.

— A veces me pregunto como es que ella es nuestra amiga —dice Gabe mirando por donde ella se había ido.

—Sí, yo también me lo pregunto —digo sonriendo.

—Oye... —pongo mi vista en el chico que tengo en frente y espero a que termine de hablar — Mañana regresamos a Yale, y...

—Lo sé —interrumpo— Tenemos una conversación pendiente, lo sé... Cuando se acabe todo esto, hablamos ¿sí? Prometo no dejarte ir sin que antes arreglemos lo que sea que tengamos que arreglar

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¡Y hasta aquí el capítulo de hoy que se supone que era para ayer!😂😂

Perdón, ayer me pasé el día descansando y no pude terminar de escribirlo 😋 ¡Pero aquí lo tienen!😏

¿Qué les pareció?

¡Nos leemos el próximo jueves! ❤

Nunca Es Demasiado TardeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora