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La primera semana en casa fue la mejor semana que había tenido en este año, pasé tiempo con mi familia y amigos, que tenía bastante tiempo que no veía. Relajarme y divertirme con mis seres queridos era lo que necesitaba para que mi felicidad estuviese completa. Aunque la parte de relajación no estaba incluida cuando estaba con mi hermano, ahora entiendo por qué mi madre quiere hacer horas extras para no aguantarlo. Andy está que no se aguanta de los nervios, sin embargo, me gustaba de cierta forma verlo así, él estaba nervioso lo cual era normal pero también estaba feliz porque se casaría con el amor de su vida. Faltaban pocos días para el gran día y eso lo traía vuelto loco, el hecho de haberse tomado unas vacaciones supuestamente para estar tranquilo, no le estaba funcionando.

Cambiando un poco de tema, estaba preparándome para ir a una pequeña fiesta que habían organizado mis antiguos compañeros del colegio. Cuando nos graduamos y cada quien estuvo listo para empezar un rumbo diferente, hicimos un grupo de mensajería para mantener el contacto, hace bastante tiempo que se llevaba planeando una salida como esta, y ahora por fin había llegado el momento y el día perfecto. Sería una fiesta en casa de uno de ellos, pasaríamos el día allá, disfrutando y recordando anécdotas de nuestros años en la preparatoria.

—¿Están listas? —le pregunto a mis amigas. Aunque ellas no conocían a nadie, se me hacía de muy mala costumbre no invitarlas, primero porque ellas estaban de visita y se estaban quedando en mi casa y segundo porque iríamos todos, no había nadie en New York que ellas conozcan y que pudiese hacerles compañía.

Salimos de casa con Gabe, Nick, Elian y Abby esperándonos afuera. Como somos muchos y no queremos repetir nuestro viaje en carretera, Eliana, Alejandra y yo nos iremos con Abby y los demás se irían con Gabe. Cada quien subió con su respectivo conductor y emprendimos camino a la pequeña fiesta. Una vez allí, nuestros antiguos compañeros nos recibieron de la mejor manera, y tuvieron el mismo trato con nuestros invitados también.

La verdad es que la estaba pasando bien, hacia bastante tiempo en el que yo no me divertía con viejos amigos y con los nuevos también.

—¿Por qué tan solita y pensativa?

Sonrío y me hago a un lado para que el chico de ojos verdes se apoye en la barra en la que yo estaba. —Hola Gabe

—Hola Michi, no respondiste mi pregunta

Suelto un pequeño suspiro y lo miro brevemente. —Solo estaba pensando

—¿En qué si se puede saber?

—Pues... En lo feliz que me siento en este momento

—¿Ah sí? —pregunta y yo asiento —¿Por qué?

—¿Hay alguna razón por la cual uno tiene que ser feliz? —le pregunto dándome vuelta para recostar mi cuerpo de espaldas a la barra.

—La felicidad es una elección, Michi

—Bueno, no sé, solamente me siento feliz. Estar aquí con todos ustedes me hace feliz, sin ningún drama, peleas o discusiones, eso me tiene feliz

—Me alegra ser parte de eso entonces —responde sonriente hacia mí.

—Tú siempre serás parte de eso. —¿Hice bien en decirle eso?

—¿Puedo hacerte una pregunta?

—Aparte de esa, claro —él se queda varios segundos sin decir nada, quizá pensando en cómo formular aquella pregunta.

—¿Qué está pasando entre nosotros? ¿Qué va a pasar entre nosotros de ahora en adelante?

Mierda. ¿Por qué tuvo que preguntar eso? Las cosas están bien entre nosotros ahora mismo, ¿por qué quiere cambiarlas?

—Gabe, nosotros estamos bien así ¿no crees? —pregunto con miedo a herirlo con mi respuesta

—¿Eso crees? ¿Estamos bien fingiendo que nada pasó entre nosotros, que nada pasa entre nosotros?

—Gabe, escucha, este no es el lugar ni el momento para hablar de esto, ¿sí?

—¿Por qué no? Ellos están entretenidos en la piscina y nosotros estamos aquí hablando tranquilamente. Nadie nos está prestando atención

—Bien, te escucho.

—Ya te pregunté, ahora responde... —yo me quedo callada esperando que sea él quien diga algo. —Michi...

—No lo sé ¿ok? No sé qué está pasando entre nosotros, no sé qué va a pasar entre nosotros cuando regreses a Yale, no lo sé —respondo cruzándome de brazos como toda niña después de hacer un berrinche.

—No era la respuesta que esperaba pero supongo que es algo... Si te ayuda a resolver tus dudas, estoy dispuesto a intentarlo —dice, da una palmada en la barra y se va. ¿Espera qué? ¿Intentar qué?

~.~

Los siguientes días estuvieron relativamente normales; mis amigos y yo estuvimos turisteando por New York, disfrutando de sus últimos días aquí antes de que vuelvan a su realidad y tengan que regresar a Yale. Hace unos días hablé con Alejandra, le pregunté por qué estaba tan rara y simplemente me dijo que se sentía extraña estar en la ciudad que vio nacer a su ex, ella no esperaba conocer a su familia en este viaje y mucho menos esperaba hacerlo siendo su ex, me dijo que solo fue por un momento pero que eso no impediría que su estadía aquí fuera la mejor. Con Gabe, no he hablado con él sobre ese tema, sé que lo estoy evitando pero ahora mismo solo quiero divertirme y disfrutar del momento; disfrutar de mis amigos, de mi familia y de mí misma. Sé que quizá estoy haciendo mal, quizá hasta le estoy dando esperanzas de algo que quizá no vuelva a pasar pero mi mente no quiere volverse loca pensando en eso, yo no quiero volverme loca pensando en eso.

En algún momento hablaré con él, sé que tengo que hacerlo pues hay cosas que aclarar pero por ahora, solo quiero disfrutar.

~.~

¡Hola! El capítulo salió temprano esta vez, espero que pueda hacerlo así siempre ;)

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Nunca Es Demasiado TardeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora