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Everytime we touch - RollUpHills

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Siempre he sido de esas personas que si se acuestan tarde haciendo quien sabe que cosa, se levanta tarde para recuperar el tiempo perdido. Obviamente nada de eso cuenta cuando tienes clases en la mañana o cuando hay alguien del otro lado de la puerta tocando desesperadamente. Abro los ojos y me doy cuenta de que soy la única que está despierta, Eli y yo dormíamos en su cama, y Nick y Gabe dormían en la otra. La compañera de Eli había abandonado las residencias porque se fue a vivir sola, por esa razón hicimos la pijamada aquí, porque no tendríamos restricciones respecto a hacer algo.

La puerta sigue siendo tocada y por la forma creo que en algún momento se va a caer. ¿Qué no tiene decencia la persona que esta tocando? Me levanto de la cama y arreglo mi enmarañado pelo, abro la puerta con la mejor cara de orto que tengo. No me gusta que me despierten de forma brusca, y la persona que esta tocando ya lo hizo y por eso ahora pasaré parte del día con mal humor.

Abro la puerta y veo a una chica de pelo rosa, tamborileando los pies en el suelo, tiene dos maletas en cada lado de su cuerpo y tiene una cara de fastidio. Bueno, al menos no seré la única con mal humor.

—Hola —saludo tratando de ser amable. Es nueva, sus maletas la delatan. —¿Buscas a alguien?

—¿Eres Eliana? Me dieron el número de habitación pero no me dieron las llaves porque van a hacer un cambio de puertas —me dice y noto de inmediato su acento fuerte y extranjero.

—Soy Ámbar, amiga de Eliana. Pasa —me hago a un lado y la dejo pasar, aquellos tres todavía siguen durmiendo. —¡Despiértense, tenemos visita! —grito asustando a la chica, le sonrío y ella me devuelve la sonrisa mas falsa que he visto en mi vida. No tan así pero su sonrisa fue falsa. Suelto una risa al darme cuenta la forma en la dormían los chicos, ambos estaban abrazados con sus piernas enredadas, pienso en tirarles una foto pero el pensamiento se va en cuanto ellos comienzan a despertarse y alejarse mirándose con asco fingido. Si no los conociera y si no fueran heteros, los shipearia. —Ella es... —miro a la chica esperando que me diga su nombre pero no pasa nada. Odiosa —Es la nueva compañera de Eli —digo. —Disculpa el desastre, hicimos una pequeña pijamada

—No pasa nada, el desastre no es tan malo —dice ella mirando pícaramente a mis dos amigos. ¿Hola? ¿Qué hace ella mirando por allá?

—Soy Eliana, bienvenida. No pensé que me mandarían a una roomie tan pronto —dice ella levantándose de su cama.

—Vine antes de que iniciara el curso porque quiero conocer los alrededores —responde ella, su mirada pasa por el torso desnudo de mis dos amigos y se muerde los labios. ¿Qué acaso no se da cuenta de que no está sola?

Miro por el suelo y veo las camisetas de aquellos dos, voy hasta su sitio, me agacho y las tomo tirándoselas de inmediato a sus dueños. ¿Ellos no pueden dormir con ella puesta? ¿No les daba frio de noche?

—Puedes ubicarte en el armario, te dejaré la cama lista —le dice Eliana, la chica no le hace caso, tiene su vista fija en mis amigos. Ya me está cayendo mal. —Por cierto, ellos son mis amigos, Nick y Gabriel

—Hola —responden los dos al unísono. Nick es el único que tiene puesta su camiseta, el otro la tiene alrededor del cuello.

—Bienvenida a Yale —le dice Gabe pasando por su lado sonriente, estúpido. Se para frente a mi y deja un beso en mi mejilla. —Buen día, Michi —dice para luego encerrarse en el baño.

—Entonces... ¿de dónde eres? —pregunta Nick acostándose en la cama de Eliana.

—Londres —responde ella.

Nunca Es Demasiado TardeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora