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Si me hubiesen dicho desde un principio que al terminar el intercambio antes de tiempo, estaría solamente tomando exámenes, literalmente, día y noche, les juro que no acepto y me quedo aguantando dramas en Yale. Sí, uno tiene que cuidar mucho lo que uno desea pero, de verdad, no esperaba esto.

Resulta y acontece que hace dos días volví a Columbia, averigüé mis siguientes movimientos, qué tendría que hacer para graduarme con los de mi generación y no tener problemas. Todo resultó bien, me dijeron que podría graduarme el año entrante con mis compañeros de carrera sin ningún problema, pero, —siempre había un pero— antes de estar lista para graduarme, como me esperaba, tendría que hacer mi tesis de grado, no tengo problema con eso. Mi pequeño problema es que tendré que tomar por una semana, casi dos, exámenes para ponerme al día con las materias que di en mi último semestre en Yale, que ahora la estaban dando mis compañeros aquí en Columbia. Antes de salir de Yale, tomé los mismos exámenes pero al salir antes, no me dio tiempo de tomarlos por segunda vez esta vez para Columbia.

¿Se entiende algo lo que quiero decir? En resumen, estaba tomando exámenes otra vez, me faltaban solamente dos pero estaba muy cansada ya.

Aunque, he de admitir, que estaba muy feliz, había vuelto a ver a mis amigos, a los que estuvieron conmigo para arriba y para abajo en esos tres años de carrera, Juan, Lucía y Glorie. A los tres los conocí en mi primer semestres y desde entonces hemos sido inseparables. Me emociona muchísimo tener la oportunidad de graduarme con ellos.

—¡Amiga hermosa de mi corazón!

Levanto la vista y veo a mi mejor amiga llegar con un montón de libros en las manos.

—Hola, hermosa, ¿y todos esos libros?

Mi pregunta iba de más, estaba en época de exámenes, así que entendía porqué estaba con ellos, pero ella normalmente no estaba llena de ellos como los está ahora.

—Tengo que editar unas fotos —responde ella tirando los libros sin cuidado alguno en aquella mesa.

—¿Y para eso los necesitas?

—Ah no, tengo estudiar con ellos. Para que no digas que los de fotografías tenemos exámenes de fotos solamente.

—Yo no dije eso —le respondo riendo. Cuando la conocí y me dijo que iba a estudiar Fotografía le pegunté que cómo serían sus exámenes, ella me dijo que no sabía y yo le dije que quizá serían tomando fotos. Desde ese entonces, ella nunca superó mi comentario y cada vez que puede, me restriega en la cara que ellos toman exámenes como cualquier otro estudiante de cualquier carrera.

—Ajá. ¿Cuándo tienes examen?

—Dentro de una hora, ¿vamos a comer después? Necesito salir de estas paredes llenas de estrés —digo mirando a mi alrededor, estábamos en el campus de Columbia y estaba infestado de estudiantes con sus rostros metidos entre las hojas de un libro de quinientas páginas.

—No puedo, tengo una cita —responde ella.

—Me estás cambiando por tu novio, no se vale.

—¿Ves lo que se siente? —dice ella y la miro confundida— Cuando estábamos en el colegio me dejabas por irte con Gabe.

—¿Me estás diciendo que lo haces por venganza?

—No, de verdad, tengo una cita con Jake. Podrías salir con Gabe.

—Gabe no está aquí.

—¿Y? Puedes llamarlo por videollamada. Por cierto, ¿cómo lo llevan? No he hablado con él en estos días.

—¿Y por qué tienes que hablar con él?

—Eres una celosa —dice riéndose como si hubiese dicho un chiste. Estoy bromeando, obviamente no tengo problemas en que ellos hablen de vez en cuando, son amigos.

—Sabes que estoy bromeando. Lo llevamos bien hasta ahora, me causa algo de culpa porque no hice esto hace tres años.

—Ya supera eso, no era el momento, estaban muy jóvenes.

—Lo sé, intento no pensar en eso pero ya me conoces... En fin, lo llevamos bien y eso es lo que importa, ¿verdad?

—Así es.

—Te dejo, quiero estudiar un poco con los chicos —le digo levantándome de la mesa y tomando mis libros.

—¿Se siente raro tomar exámenes con ellos cuando ni siquiera estás tomando las clases normales? —pregunta ella.

—Algo. Adiós, te llamo más tarde. —le digo acercándome y dejándole un beso en la mejilla. —Si Jake te deja plantada, llámame.

—Estúpida. Te lo recompensaré pronto, lo prometo.

—Eso espero, adiós.

Me despido otra vez y camino por esos estrechos pasillos ocupados por los estudiantes, camino con lentitud por aquellos pasillos hasta que llego al aula donde quedé de encontrarme con mis compañeros de clases.

No puedes hacerle eso, es nuestra amiga.

¿Y qué hago? ¿Oculto mis sentimientos?

¡Sí! ¿Qué crees que va a pasar eh? Ella no dejará a su novio por ti.

Lo mejor que puedes hacer es empezar a olvidarte de ella, aunque no quieras.

~.~

¡Chan, chan, chan!

¿Cómo están, mis bebés bellos y preciosos? ¿Les gustó el capítulo?

Es cortito, lo pero ya me conocen, me encanta dejarlos con la intriga 😂

ACTUALIZACIONES LOS FINES DE SEMANA

¡Nos leemos el próximo fin de semana!

Nunca Es Demasiado TardeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora