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DÍAS ATRÁS

— Andy... Él está aquí — digo sabiendo que no era la respuesta que él esperaba escuchar.

¿Qué? ¿De qué hablas? ¿Quién está allá?

— Gabe... Gabriel está aquí...

Oh.

Vamos, hermanito, dime algo. Necesito de tus sabios consejos ahora mismo.

Ámbar, no sé qué decirte... A ver, ¿lo viste de lejos o...?

— Mi compañera de habitación es su amiga — o su novia por lo que dijo; pensé. Comencé a moverme de un lado a otro mordiendo mis labios. — ¿Qué se supone que tengo que hacer? Él y yo no podemos estar en una misma habitación

Ámbar, no seas exagerada. Han pasado tres años

— Si, han pasado tres años pero no ha cambiado nada. Tú no viste la forma en la que él me miró

Escuché un suspiro del otro lado de la línea, él no sabía qué decirme.

Trata de hablar con él y arreglen las cosas. ¿Cómo? No sé pero háganlo, no pueden seguir viviendo en el pasado

TARDE, ESA MISMA NOCHE

Me encontraba acostada en mi nueva cama, pensando en lo bien que había empezado mi día y en lo mal que estaba terminando.

— Oye... ¿Segura que estás bien? Desde la cena no has dicho ni una sola palabra

— Estoy bien, solo estoy cansada...

— ¿Por qué no te duermes entonces? Llevas un buen rato mirando el techo

No quise responder. Recién la acabo de conocer, no tenía porqué decirle la verdadera razón de porqué estaba así. Gracias al cielo, la puerta me salvó de responder.

— ¡¿Quién es?! — gritó Alejandra desde su cama.

— Es Nick, necesito saludar a una vieja amiga

Me senté de repente en la cama al escuchar la voz de Nick, ese viejo amigo que tanto había extrañado y que no pensé que iba a encontrar aquí.

Ambos estudian aquí y ¿no pensabas encontrarlos aquí? ¿Qué tienes en la cabeza?

Alejandra se levanta y abre la puerta dejando ver al rubio sonriente. Éste saluda a la chica con un beso en la mejilla y luego me mira.

— ¿Cuándo llegaste? — pregunta Alejandra cerrando la puerta.

— Hace un rato, Harold me contó que habían unas curvas que lo volvieron loco desde que las vio y quise venir a comprobar si era cierto

— Ella es Amb...

— Ya nos conocemos — interrumpe Nick. — ¿Te vas a quedar ahí? ¡Ven a saludarme, niña!

Me levanto con una expresión neutra, estaba feliz de verlo, es mi amigo pero no me sentía bien en estos momentos.

— Cuanto tiempo sin verte, hermosa — me abraza con fuerza. — Te extrañé...

— Yo también... Perdón por no haber mantenido el contacto

— Tranquila, después de lo que pasó es entendible — se separó y me muestra esa linda sonrisa que siempre lo ha caracterizado — Estás más guapa

— Gracias, tu igual estás más guapo — le mostré una pequeña sonrisa.

— No quiero interrumpir pero... ¿De dónde se conocen?

Nunca Es Demasiado TardeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora