Hey, volví !! Perdón por la demora, pero aquí les traigo un mini maratón para compensar. Que lo disfruten.
Cap(1/4)
===========Sebastian nunca había sido amante de los lunes, pero aquel en especial estaba siendo un absoluto infierno. Para empezar se había levantando tarde gracias al fin de semana desastroso que tuvo. Quizá en su mayoría fue su culpa, por dejar que Sadie lo arrastrara a la dichosa fiesta de Randy Fleur. No sabía porque de pronto le resultaba tan difícil pasar tiempo con su novia, cuando al principio no perdía hasta la más mínima oportunidad de estar a su alrededor. Sin embargo cada día le resultaba más estresante soportar su presencia y sus arranques de niña mimada.
Pero fue esa fiesta la que estaba colmando la paciencia de Sebastian. Para empezar Sadie había echo un alboroto cuando intento negarse a ir. De hecho, de haberla dejado continuar con aquello, probablemente se habría tirado al suelo a patalear como una niña. Así que al castaño no le quedó más que ir a la dichosa fiesta, la que cabe resaltar...fue una absoluta mierda. Quizá hubiera sido más fácil con un poco de alcohol en su sistema, pero Sebastian no era estúpido como para emborracharse mientras Randy y su grupo más cercano estaban alrededor. Sabía que ellos no desperdiciarían la más mínima oportunidad para meterlo en problemas, así que emborracharse no era una opción.
Por lo que tuvo que soportar la insufrible música pop (la cual no soportaba demasiado bien), además de verse obligado a bailar con su novia que si que había bebido más de la cuenta y había que decirlo, cuando Sadie se embriagaba era como una criatura lujuriosa que solo pensaba en follar. Y si, le avergonzaba aceptarlo y no estaba orgulloso de si mismo, pero joder...que no era de piedra y ella era hermosa. Por lo que terminaron montándoselo en una de las habitaciones de aquella casa en donde se llevó a cabo la fiesta. Una suerte que él estuviera en sus cinco sentidos, también una suerte que cargara preservativos porque de lo contrario aquello pudo haber terminado en un desastre. Sin embargo Sebastian no tenía planeado convertirse en padre tan joven, su vida ya era lo suficientemente desastrosa muchas gracias.
Luego tuvo que llevarla a su casa y por supuesto que aun ebria, ella seguía siendo caprichosa, por lo que se puso a llorar cuando intento irse. Fue frustrante y no le quedó más que quedarse. El problema fue a la mañana siguiente cuando al bajar por las escaleras listo para volver a la universidad, se topó con los padres de le chica. Para él no era ningun secreto que ellos no lo aprobaban. No es que le importara. Vamos que ni siquiera el desprecio de sus propios padres había logrado tumbarlo, mucho menos el de los señores Goldstein que no significaban nada para él. Aun así fue desagradable recibir sus miradas despectivas. Sebastian realmente no entendía porque dejaban que Sadie siguiera saliendo con él, cuando era obvio que lo consideraban inadecuado para su amada hija.
Pero eso solo fue el inicio de un fin de semana asqueroso, porque Sebastian había pescado un resfriado y el resto del sábado y el domingo lo había pasado metido en la residencia, terminando con tareas pendientes y sin ganas de nada, ni siquiera de comer. Fue a la enfermería para un chequeo y lo único que le dieron fueron unos cuantos analgésicos y tabletas de vitamina C.
Esa era la razón por la que aquel lunes estaba siendo terrible. Y lo era más aun cuando lo primero por hacer aquel día era asistir al entrenamiento. Arrastró los pies hasta el campo, entrando a los vestidores con el semblante pálido. Limpiándose la nariz y estornudando cada poco.
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Tú y yo (Suerte #7)
Teen FictionSpin off de la saga suerte, específicamente de "¿Se nos acabo la suerte? (suerte #4)". Porque el amor es impredecible, el amor es complicado y el amor vale la pena. NO copias NO adaptaciones Todos los derechos reservados