—¡¿Qué se supone que estas haciendo, Clearwater?!
Aquel grito viniendo del entrenador provocó que Sebastian cerrara los ojos y soltara una maldición. Vamos, apenas era la segunda semana desde el inicio del nuevo semestre y el jodido entrenador ya estaba dándole la lata. Se dio la vuelta para volver hasta donde el ceñudo hombre lo miraba de brazos cruzados. Sus compañeros solo lo veían pasar, algunos se reían y Sebastian quería golepearlos. De verdad que si.
A veces le daba ganas de reirse porque la vida era una jodida perra. Tal parecía que cuando empezaba a creer que tenía una pequeña oportunidad de salir adelante y conseguir cumplir el sueño que anhelaba desde que era niño, las cosas se le volteaban para demostrarle que no esta cerca de lograr una maldita cosa.
Llegó hasta el entrenador y espero en silencio a lo que sea que tuviera que decirle.
—¿Qué parte de corre más rápido no entendiste?— le preguntó arqueando una de sus pobladas cejas—¿Siquiera te importa un poco quedarte en el equipo?
— Si entrenador, claro que me importa...— Empezó a decir, pero fue interrumpido cuando el entrenador Donner levantó una mano pidiéndole silencio.
—Pues no lo parece y solo te recuerdo que estas aquí gracias a una beca. Eres bueno, pero que no se te olvide que también tengo dos corredores más a quienes no les importaría estar en tu lugar. ¿Entendido?
— Si
— Bien, ahora fuera de mi campo.
—Pero no he terminado— se quejó ya que aun faltaba una hora más para que el entrenamiento se acabara.
— He dicho fuera de mi campo— ordenó el entrenador — Desde hace días estas fallando mucho y eso que recién empezamos de nuevo con el entrenamiento. Así que te estoy dando un poco de tiempo para que arregles lo que sea que te este jodiendo. Así que vete y si mañana sigues sin concentrarte, te enviaré a la banca. Y no te atrevas a contradecirme.
Apretó la mandíbula, pero al final se dio medía vuelta quitándose el casco mientras cruzaba el campo hacia los vestidores.
—Animo, mañana lo harás mejor—le dijo Cody dándole una palmada en el hombro mientras pasaba a su lado. Le sonrio desganado, pero apreció el gesto.
—Asi es, Clearwater. Todo estará bien —se burló Randy Fleur. Un chico alto, cabello rubio y burlones ojos verdes. Era el Quarterback del equipo y un hijo de puta insufrible que aprovechaba cualquier oportunidad para sacarlo de quicio. — Estará bien cuando finalmente dejes el campo con todo y tu mediocridad.
Estuvo tentado a darse la vuelta y soltarle un puñetazo, especialmente cuando su comentario hizo reír a los demás. Pero en cambio siguió su camino negándose a caer en sus provocaciones. No tenía sentido hacerlo.
Cuando estuvo dentro de los vestidores, se dejó caer en una de las bancas colocando el casco junto a él y soltando un suspiro cansado. Al principio cuando recién ingreso al equipo de UCWH, creyó que tendría una oportunidad de conseguir la meta que se había propuesto desde hace años. Y fue bien los primeros dos meses, luego todo se había empezado a arruinar. Eso sucedió cuando sus nuevos compañeros de equipo se enteraron de que en realidad Sebastian había obtenido varias ofertas de equipos importantes, entre los cuales estaban: los tigers de Louisiana, Alabama Crisoms tide y los Washington Huskies; sus compañeros no tardaron en llenarlo de preguntas sobre porque teniendo todas esas buenas oportunidades había decidido quedarse en White Hole.
La realidad era que esos equipos solo le había dado media beca, lo que estaba más que bien. Sebastian se creía capaz de salir adelante con esa media beca o lo hubiera hecho si sus padres lo hubieran apoyado, pero cuando fue y les contó sobre esas increibles oportunidades lo único que obtuvo de su padre fue un:
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Tú y yo (Suerte #7)
Teen FictionSpin off de la saga suerte, específicamente de "¿Se nos acabo la suerte? (suerte #4)". Porque el amor es impredecible, el amor es complicado y el amor vale la pena. NO copias NO adaptaciones Todos los derechos reservados