19| Daños colaterales

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Desde que había empezado a vivir con Scott y Aron, Jas no recordaba haber tenido un fin de semana tan amargo y deprimente como el que riecién terminó. Para cuando el día lunes llegó, solo quería quedarse metido bajo las sábanas y no salir hasta que todo se hubiera solucionado, pero sabía que no era posible, que debía dar la cara para tratar de arreglar su situación con Sebastian.

Era una verdadera putada que incluso cuando trataba de hacer cosas buenas, todo terminara arruinándose. Su intención jamás fue hacer daño y Jas no sabía si había sido muy iluso o muy estúpido. Fuera como fuera la había jodido a lo grande y no solo afectó a Sebastian, sino también a sus amigos y había defraudado la confianza que sus padres habían puesto en él. Le dolía recordar la expresión consternada de Scott y la mirada triste de Aron cuando fueron a recogerlo al apartamento de Andy y tuvo que contarles la situación en la que se encotraba.

"—Para empezar... ni siquiera puedo creer que no me hayas dicho que Clearwater estudiaba contigo— había dicho Aron con el ceño fruncido— Y segundo, estoy muy molesto porque saliste de madrugada sin decirnos nada. Y que no eres un niño, Jasper, pero aun así nos preocupamos por ti.

—Yo no sé que decir— Scott había estado muy serio, con los brazos cruzados sobre el pecho— Todo tipo de cosas pudieron ocurrirte por salir a hurtadillas de casa y no sé que hubiera hecho si algo malo te hubiera pasado— luego lo había abrazado— lamento que las cosas hayan terminado así para ti y para Sebastian. Y espero que sepas que debes disculparte.

—¿Y qué pasa si no quiere escucharme?— preguntó temeroso.

—Entonces lo intentas hasta que lo haga.

—El no va a perdonarme.

—Odio decir esto— comentó Aron con borde renuente— pero Clearwater estaría en su derecho de no hacerlo. "

Si ni siquiera sus padres que siempre estaban llenos de positivismo había logrado darle la certeza de que todo estaría bien, entonces no podía esperar que las cosas realmente se solicionaran. Pero sabía que ellos tenían razón, debía intentar hablar con Sebastian hasta que pudiera explicarse. Por eso fue que al nada más llegar a la universidad aquel lunes, fue a buscarlo. Él no estaba por ningun lado o quizá solo estaba evadiéndolo. Y lo ponía ansioso no saber nada de su adorado castaño, especialmente porque el sábado no había ido a trabajar.

—Te escuchará cuando este listo— le dijo Athenea sobándole el brazo para tratar de tranquilizarlo.

—¿Y si nunca esta listo? —preguntó cerrando los ojos tratando de contener el nudo en su garganta.

—No es como que pudiera ignorarte por siempre — comentó Andy en tono conciliador.

—O tal vez si— dijo Cody alzando levemente la barbilla, señalando a Sebastian quien caminaba distraidamente en su dirección, pero cuando los notó, frenó en seco, dió media vuelta y se alejó. —Hizo lo mismo con nosotros durante el entrenamiento.

—Lo siento— murmuró Jasper con tono abatido— Mi intención nunca fue causarles problemas a ustedes. No quería que el se enojara con ustedes también.

—Hey— Cody le revolvió el cabello con dulzura — también eres nuestro amigo calabacita. Así por favor no llores, solucionaremos esto a como de lugar. Solo demosle un poco de tiempo para tranquilizarse y si demora demasiado, entonces lo confrontaremos. Sebastian está perdido si piensa que vamos a rendirnos tan fácilmente.

Athenea y Andy asintieron estando de acuerdo con el moreno. Y Jas estaba realmente agradecido por eso, porque ellos habían sido lo suficientemente buenos como para no lanzarle sus errores a la cara aun cuando se lo merecía. Y deseaba con todas sus fuerzas que Sebastian le diera una oportunidad de explicarse y por lo menos lograr que el castaño volviera a hablar con los demás. No era bueno que estuviera solo.

Tú y yo (Suerte #7)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora