21| ¡Tú!

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Cap (2/4)

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Lo primero que Sebastian hizo aquel lunes al entrar a los vestidores no fue ir hasta su taquilla y empezar a prepararse para la práctica. Ni de lejos. Lo que hizo fue entrar corriendo como si el diablo lo persiguiera. Cruzó todo el lugar puesto que la persona a la que buscaba estaba en el fondo, quitándose la  camiseta.

—¡Ven conmigo!— Tomó a Fleur por la muñeca y lo arrastró fuera bajo la atenta mirada de todos los demás.

—¡¿Qué esta mal contigo?!— se quejó el rubio tratando de safarse pero Sebastian no se lo estaba poniendo fácil. —Al menos pudiste dejar que volviera a ponerme la camiseta.

El castaño se detuvo hasta que estuvieron a una distancia considerable de los vestidores. Joder, había pasado comiéndose la cabaza todo el domingo, tratando de procesar lo que pasó el sábado con Jasper. Pero no había logrado hacer más que confundirse, lo que le llevó a la conclusión de que debía hablar con alguien.

—Necesito que vuelvas a ponerte en modo sabio— Fleur frunció el ceño y se abrazó a si mismo. Era temprano por la mañana y hacia un poco de frío. Ugh, quizá debió dejar que se vistiera antes de arrastrarlo afuera. Así que no le quedo más que quitarse la camisa de franela que llevaba encima de la camiseta y tendersela al rubio. —Lamento haberte sacado así.

—Si pezco una pulmonía tendrás que hacerte responsable por eso — Randy se pusó la camisa rápidamente y volvió a cruzarse de brazos. —¿Y qué es esa mierda de que debo ser sabio? ¿En qué problema te metiste ahora? y para que quede claro, no soy tu puto consejero.

—Tienes una boca muy sucia— sonrio cuando el rubio le mostro el dedo medio. Sebastian se pasó una mano por por el cabello con nerviosismo— Pasó algo el sábado.

—¿Qué cosa?

—Es que fue...yo solo...y entonces él...ugh.

Randy descruzó los brazos. Se colocó las manos en las caderas y elevó la vista al cielo con la expresión solemne.

—Dios, sé que tú y yo no hablamos mucho. Además de que ambos sabemos que siempre hago lo que se supone que no debería hacer, pero quiero pedirte un favor. Dame un poco de paciencia... —clavó sus ojos azules en Sebastian — porque estoy a nada de enterrar mi pie en el trasero de este pobre tonto. Es tan desesperante.

Aun cuando no quería, Sebastian soltó una pequeña risa y se preguntó por que rayos se había llevado tan mal con él casi desde el principio. Randy era divertido.

—Esta bien, mi culpa. Pero es que no sé por donde empezar— confesó.

—¿Es algo sobre el niño bobo?

—Si, es sobre Jasper— aceptó haciendo enfasís en el nombre. No le gustaba que lo llamara de aquella manera. —Digamos que hable con él sábado, aunque sería más correcto decir que me acorraló— El rubio asintió indicándole que continuara— Se disculpó y me explicó porque había actuado como anónimo mientras intercambiabamos mensajes. Pero él dijo algo que me tiene tan confundido...

—¿Qué cosa? habla de una vez, no tengo todo el día.

—Me dijo que está enamorado de mi— la boca de Randy cayó abierta y sus ojos como platos — si, exacto. Esa fue mi expresión cuando me lo confesó.

—No me sorprende que esté enamorado de ti. Cualquiera que preste la suficiente atención se daría cuenta de eso— se burló Randy y esta vez fue Sebastian quien se quedó con la boca abierta. —Lo que realmente me sorprende es que haya tenido el valor de decírtelo. Aunque ahora que lo pienso eso también era predecible, porque vamos, cualquiera llegaría al límite con alguien como tú. Eres como la persona más despistada que he conocido en mi vida. Y no exagero.

Tú y yo (Suerte #7)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora