Tú y yo (Suerte #7)

Extra 2: Noche de Halloween

Cap (3/3)

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—¿Cómo me veo?— Preguntó Jasper dando una vuelta frente a Athenea, quien estaba sentada en su cama.

—Delicioso— respondió ella guiñándole el ojo.

Aquella noche se llevaría a cabo una fiesta de Halloween a la que Athenea había sido invitada y por supuesto que la chica había insistido en que todos debían acompañarla, después de todo la mitad de la universidad seguro estaría ahí y no podían perdersela (según la morena).

Habían tardado en escoger los disfraces al menos dos semanas y Jasper aun no estaba convencido del que su amiga había elegido para él. Felizmente hubiera usado el típico atuendo de zombie o vampiro, pero su amiga dijo que eso estaba muy trillado y que necesitaba algo más. Algo que pusiera a Sebastian sobre sus rodillas. 

Así que ahí estaba Jasper usando unos ajustados pantalones de cuero, botas patea traseros. Una camiseta negra sin mangas con el logo de The ramones, una cinturon con tachos puntiagudos. Una camisa de franela a cuadros rojos y negros atada a la cintura. Pero lo que más resaltaba era su cabello negro peinado hacía arriba con aire rebelde dejando al descubierto su rostro; sus ojos con delineador y un poco de suave labial para resaltar más sus labios. Athenea incluso le había conseguido unos falsos expansores para las orejas, eran de color negro y completaban todo su look de estrella de rock.

—Rayos, Jas, te ves como un Andy Biersack inocente y de ojos grises — ella se rió. Athenea incluso había conseguido tatuajes temporales para sus brazos, que eran más falsos que cualquier otra coda, pero se veían bien. —Caliente como el infierno. Si no te quisiera como mi hermano, estaría desnudandote justo ahora.

—¿Debo recordarte que soy gay?— rodó los ojos con diversión.

—Puede que suene demasiado engreido de mi parte, pero créeme bebé, podría convertirte en hetero curioso con todos los trucos que me sé.

—Y yo felizmente puedo vivir sin conocer esos trucos— se alejó de ella y alcanzó su teléfono.

—Aguafiestas.

Soltó una carcajada mientras activaba la cámara frontal. No era muy aficionado a tomarse selfies, pero aquella noche lo ameritaba después de todo no usaba ese look a menudo.  Luego jaló a Athenea por la cintura y ambos se posicionaron frente al espejo de cuerpo completo con el que contaba su closet.

Athenea estaba vestida como una sexy chica egipcia. Su cabello areglado en innuemerables trenzas, una banda dorada que contenía dichas trenzas y un vestido strapless blanco y ceñido a sus curvas volviéndola toda una bomba sexy. Sus ojos ahumados y sus labios rojos, llamando toda la atención. Un falso brazalete en su antebrazo derecho, un collar en tonos celestes y dorados y por supuesto las sanadalías para completar todo el conjunto.  Tomaron varias fotos, rieron, hicieron poses graciosas y luego decidieron que era suficiente. Debían irse.

Salieron de la habitación aun riéndose y cuando llegaron a la sala se detuvieron abruptamente cuando escucharon aquel grito.

—¡Jasper Adkins-Phillips!...—Aron quien salía de la cocina en aquel momento parecía a punto de un ataque —¿Esos son tatuajes?

—Ttanquilo, pá— Athenea le sonrio inocentemente— son temporales y desapareceran rápidamente. ya sabes, un poco de agua y jabón.

— Wow— Scott apareció junto a su esposo —Se ven muy bien, chicos.

—No puedo con esto — Aron se cruzó de brazos— Esos pantalones son condenadamente ajustados Jasper.

—Lo sé. Me siento un poco asfixiado.