Cap (3/4)
============Los días pasaban con velocidad y Sebastian sentía que las cosas estaban yendo bastante bien. Dejando de lado el resfriado, combinado con la infección de garaganta, las cosas habían mejorado. Habían ganado el segundo juego y también el tercero, por lo que llevaban tres semanas como invictos y esa era un maldita buena cosa. Al menos eso había ayudado a que el entrenador Donner estuviera más tranquilo y dejara de joderlo tanto durante las prácticas.
Además de que a las cosas buenas debía añadirle que su novia había estado de un humor inmejorable los últimoa días, lo que le recordaba porque empezó a salir con ella en primer lugar. Fuera de las pretenciones y caprichos, Sadie era una chica risueña, graciosa y hasta cierto punto, cariñosa. Sebastian creía que su mayor problema es que la chica se empeñaba en mantener cierta reputación ante los demás estudiantes. Claro que no podía criticarla por ello, cuando en algún momento de su vida él hizo exactamente lo mismo. Le bastaba con rememorar sus años en la secundaria, en donde se empeñaba en dárselas de chico rudo, molestando a los alumnos en los pasillos (especialmente a cierto pelinegro de ojos grises), además de ser impertinente con los profesores solo para que lo vieran como alguien fuerte, aun cuando en casa no tenía el más mínimo control sobre su vida.
Pero en fin, que los últimos días con Sadie habían sido buenos. Se veían en la mañana cuando ella llegaba a la universidad en su pequeño volvo. También almorzaban juntos y ella hablaba sin parar, pero era agradable escucharla. E incluso su quisquillosa novia había aceptado estar alrededor de sus amigos y ser "amable". Lo que si no podía cambiar era la aparente enemistad que había entre Sadie y Athenea Perkins, era como si quisieran tironearse del cabello cada vez que se veían, lanzándose comentarios ácidos.
" —A mi ni me preguntes" solía decirle Cody con la misma expresión desconcertada cuando Athenea le daba una respuesta sarcástica a Sadie. Aunque sinceramente no es que Sebastian hubiera prestado mucha atención a esos lios de chicas, no cuando Cormack y Jasper estaban en la misma mesa, hablando entre ellos de manera tan complice. A veces Cormack incluso dejaba que el esbelto pelinegro robara sus papas fritas y eso era desconcertante... porque joder, Cormack no dejaba que nadie, jodidamente nadie, tocara su comida y menos si se trataba de papas fritas.
No es como que Sebastian se haya tomado a la tarea de vigilar a ese par, en lo absoluto, pft, ni siquiera le importaban. Y sin embargo cuando estaban alrededor le era imposible no darles miradas furtivas, tratando de atraparlos en alguna escena comprometedora que los delatara como algo más que amigos.
Trataba de no darle demasiado importancia a cosas que ni entendía y no quería entender, aun si ocupaban gran parte de su atención. Por eso, en las noches cuando estaba metido en su cama y no lograba conciliar el sueño preguntándose si Cormack y Jasper eran algo, prefería volcar toda su atención en el teléfono, en el chat que mantenía con "Desconocido" a quien cada día se sentía más apegado.
No sabía que tenía aquella persona para ponerlo de tan buen humor. Hablaban por largo rato, a veces de nada trascendental, simples tonterías. Como un par de noches atrás en donde se enfrascaron en un debate sobre que era mejor, si la guerra de las galaxias o Star Trek. No llegaron ninguna conclusión , pero de cualquier forma fue divertido. También estaba el hecho de que constantemente estaba compartiendo imagenes graciosas. O en ocasiones "Desconocido" le sorpredía con una frase motivadora que lo hacia sonreir como bobo el resto del día.
Algo en lo que definitivamente no congeniaban y nunca iban a congeniar era en el tema músical. Sebastian estaba bien recibiendo las sugerencias sobre canciones motivadoras, pero luego estaban esas canciones pop que no soportaba. ¿Lady gaga? ¿5 second of sumer? ¿Justin Bieber? No. Tal vez. E infiernos no. Le daba urticaria imaginarse a si mismo escuchando algo de Ariana grande por ejemplo y no tenía nada en contra de las voces femeninas, en lo absoluto. Porque Sebastian sabía apreciar una buena voz femenina, la de Haely Williams servía de ejemplo... o al menos le gustaba cuando Paramore aun era una banda fiel a sus raices y no simplemente al lado comercial del mundo músical.
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Tú y yo (Suerte #7)
Teen FictionSpin off de la saga suerte, específicamente de "¿Se nos acabo la suerte? (suerte #4)". Porque el amor es impredecible, el amor es complicado y el amor vale la pena. NO copias NO adaptaciones Todos los derechos reservados