24| Todo o nada

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Cap (1/3)

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Para Sebastian, la parte más fácil de armar toda una confesión no fue elegir una canción. Y eso que pasó una tarde entera buscando la que se adecuara a lo que tenía en mente, a lo que quería expresar. Y es que no se consideraba romántico, tampoco se imaginaba a si mismo cantando alguna canción extremadamente melosa en la que se pronunciara la frase "te amo" un millón de veces. Y luego estaba el género, que tampoco fue fácil de elegir. No quería una canción totalmente pop.

Luego de haber hablado con Lorell para pedir su ayuda, había llamado a sus amigos aprovechando que no había práctica vespertina. También consiguió que Athenea los acompañara. Todos tenían sus opiniones. Andy y la morena estaban de acuerdo en que una canción de Ed sheeran era la mejor opción. Luego estaba Cody que no dejaba de decir que era mejor una canción tipo whitney Huston o Celin Dion, "son clásicos, bebé" había dicho su moreno amigo. Y luego estaba Lorell, quien entendía más los gustos músicales de Sebastian diciéndole que una balada rockera también era una buena opción; Así que barajó sus posibilidades considerando a Bon jovi y su "always", a Aerosmith y su "ángel " y también consideró a Gun 'N Roses. Pero seguía sin estar seguro.

Así que había dejado a su hermano y sus amigos seguir debatiendo sobre cual era la mejor opción mientras él pensaba. Hasta que aquella canción llegó a su cabeza. Al principio fue una frase, y luego toda una estrofa. La recordaba porque esa canción se había vuelto bastante popular en la radio hacía un par de años y la ponían todo el tiempo. Y mientras más recordaba la letra, más le parecía que era la canción adecuada.

La mejor parte fue que los demás le dieron la razón. Lorell prometió aprenderse los acordes en guitarra. Andy y Athenea se ofrecieron a conseguir unos cuantos globos y Cody se empeñó en hacer un cartel. Por un momento Seb llegó a pensar que eso se le saldría de las manos, pero también entendía que necesitaba esforzarse y hacer de aquello algo especial. Algo que le demostrara a Jasper cuan en serio estaba tomándoselo.

Y debía aceptarlo, no era lo que se dice muy bueno con los detalles, por lo que necesitaba ayuda. Mucha. En esos momentos agradecía haber dejado de lado su obstinado (y a veces, excesivo) orgullo.

Ya con la canción elegida, solo era cuestión de apréndersela bien y practicar para que al momento de estar frente a Japer no terminara haciendo el ridículo. Le tomó una día darle el tono que quería y un día más en el que pudo practicar con Lorell para que se sintiera lo suficientemente seguro de que lo haría bien.

Así que para el sábado, Sebastian estaba listo para ir y declararse en toda regla. El plan consistía en abordar a Jasper durante la hora de almuerzo que les daban en la tienda de arte. Sus amigos y su hermano se encargarían de ir al centro comercial y esperar por la señal. Que sería cuando él les enviara un texto.

Esa mañana  mientras se vestía antes de ir a trabajar, estaba terriblemente nervioso. Estaba esa sensación en su estómago, como una enorme bola tensa que hacía difícil incluso respirar. Estaba tan nervioso que apenas si fue capaz de comerse un poco de cereal antes de que el apetito desapareciera por completo.

Solía caminar desde la universidad al centro comercial en el centro de la ciudad, no era demasiado lejos y la caminata siempre lo ayudaba a despejarse. Y aquella mañana definitivamente necesitaba distraerse en lugar de dejar que su mente vagara, imaginando todas las maneras en que su declaración se tornara un desastre. En el mejor de los casos, se desmayaría. En el peor de los casos, Jasper lo rechazaría. Y la sola idea provocaba que sus nervios fueran en aumento, si es que eso era posible.

Pero había estado así desde que decidió que quería confesarle sus sentimientos a Jasper. Con decir que el día anterior, durante el juego tuvo serios problemas para concentrarse. Lamentablemente perdieron por un punto. El entrenador les gritó el sermón de su vida. Perder un partido no era tan perjudicial para ellos, no después de mantener el estatus de invicto... al menos por cuatro semanas. Aun estaban dentro del campeonato y necesitaban ganar a como diera lugar el próximo juego. Sobre todo porque sería con un equipo que estaba entre los  más sólidos.

Tú y yo (Suerte #7)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora