Sábado 7 de Marzo de 2014.
Tras el desastroso examen de física y química de ayer, hoy tocaba la "cita" con Alec.
Me levanté bastante tarde. Deduje que eran sobre las 12 por la intensidad y picardía de la luz que se colaba a través de mi ventana, acariciándo mi piel y penetrando en ella.
Comí rápidamente y comencé a mirar mi ropa sobre las 5 de la tarde. Tras una rápida ojeada y probarme mil cosas, sobre las seis comencé a ducharme para relajarme. Los nervios me carcomían toda por dentro, me oprimían el pecho y me impedían respirar plenamente. Mi cuerpo temblaba bajo el tacto del agua caliente, que recorría cada centímetro de mi piel de forma rápida y turbulenta. Al salir, sequé mi pelo y fui a vestirme. Tení mi cuerpo con un vestido rojo que llegaba por la mitad del muslo, bailando sobre él. Mangas hasta el codo vestían mis brazos, dejando el vestido sin escote, sin mucha carne que enseñar, era tipo clásico y me encantaba. Tenía una falda voluptuosa con un vuelo sesentero que era precioso, para mi gusto lo era. Realmente pensé que estaba muy guapa, cosa que era raro que yo pensase. Lo combiné con unos tacones y abrigo negros y labios un pelín más rojos que mi tono natural de labios, sin llegar a ser color rojo intenso como el de mi vestido.
Una vez vestida, me fijé en que mi pelo quedó levemente ondulado debido a la humedad y frío del invierno, cosa que agradecí porque le daban un toque desenfadado al look. Delineé mis ojos por arriba y les di un toque de dorado y a las 8 y un minuto estaba lista.
-¡Rachel un tío -cuchicheó con alguien- digo Alec te está esperando!
Todo mi bello corporal se erizó y pensé que iba a caerme de mis tacones, los cuales comencé a controlar de camino al salón.
Mientras bajaba las escaleras de mi casa, rezaba una y otra vez por no caerme y hacer el ridículo delante de Alec. Al poner el último pie fuera de las escaleras y girar sobre ellos, me encontré la mirada loca de Alec hacia todo mi cuerpo. Un Alec vestido por, como no, una camiseta blanca con cuello 'V'. Sobre ella, llevaba una chaqueta algo recia de camuflaje, combinado con unos jeans desgastados y botas tipo militares de hombre marrón chocolate. No podía ir más guapo. Desfallecí totalmente al verlo.
-Dios mío Rachel estás...
Dijo Megan embobada.
Alec y yo la miramos algo serios y se dio cuenta de que era un momento en el cuál necesitábamos intimitdad.
-Perdón -arrugó la nariz con resignación y se fue hasta la cocina-
-Vaya... -dijo Alec boquiabierto, lo que hizo que me sonrojara bastante-
Pasé mi pie izquierdo delante del derecho y cogí mis manos balanceándome de forma apenas perceptible.
-Bueno -sonreí-
Alec carraspeó la garganta y rascó su nuca.
-¿Vamos?
-Sí -sonreí-
-Creo que ésta noche voy a necesitar una bombona de oxígeno a mi lado -hizo una mueca nerviosa y yo sonreí-
Justo al salir las llaves se me cayeron al suelo.
-Uf -me agaché con cuidado para recogerlas-
-Rectifico: la necesito ya -oí a Alec murmurar-
-¿Eh? -dije al levantarme-
-Nada, nada, ¿vamos?
Enfrente del porche pude ver un precioso 'Range Rover' negro que me quitó el hipo.
Miré a Alec con un ceño fruncido en señal de desaprobación.
-Me lo ha prestado un amigo -levantó sus brazos declarando su inocencia-