Abbie lanzaba patadas hacia todos lados estando en el aire, golpeando cabezas y cualquier cosa que se pusiera en su camino. Dos coleccionistas se batían con ella en el duelo, dando todo de sí, con rabia y concentración en lo que estaban llevando a cabo.
Alzando sus manos, el rubio de ambos arrastró a Abbie al suelo sin tan siquiera tocarla, una fuerza tiró de su cuerpo hacia abajo, dejando sus pies en el suelo y quedando al alcance de los coleccionistas.
Megan y yo nos movimos a toda velocidad hacia la zona donde nuestra amiga se hallaba. Con unos simples movimientos de mis manos, los coleccionistas salieron volando hacia otra parte, dejando un margen de tiempo para que Abbie se recuperase.
-¿Habéis empezado sin mí? -dijo la voz burlona de Alec rompiendo en escena.
-Faltabas tú -dijo el rubio haciendo una mueca de excitación.
Alec nos miró a las tres pasando por último sus ojos por mí, dejando como siempre un mensaje, un mensaje algo desconcertante. Una mezcla de seguridad y preocupación, podía sentir la confianza fluyendo de los dos. Tenía que confiar en lo que estaba haciendo, él nos iba a sacar de esta.
Sus piernas se movieron hacia Abbie, cogiéndola en un rápido movimiento de los hombros y tirándola al suelo en plancha, cayendo a su lado sobre sus rodillas.
Un grito se escapó de mi boca al ver la violencia relucir tímida en el acto, habiendo pensado previamente que Alec nos sacaría de esta. Sabía en el fondo que así sería, sólo estaba actuando, eso me repetía mi subconsciente.
Al ver que Alec ya tenía a una, los otros dos se dispersaron, yendo uno hacia Megan y otro hacia mí.
Alec, al ver al chico que se acercaba a mí, reaccionó rápidamente lanzando un 'Eh' alto al aire, captando la atención de ambos.
-Espera -dijo mientras se levantaba lentamente- esa para mí Allen -le dijo al chico que venía hacia mí.
-¿Vienes hoy a por todas? -dijo con una risa.
-Sí -rió a la par.
-La prefiero yo -se giró hacia mí mirándome con una mezcla de deseo y asco que me provocaron arcadas.
-He dicho, que la quiero yo -dijo Alec fría y pausadamente.
Allen levantó las cejas hacia Alec interrogante, con una mueca tirando de sus labios.
-Hoy por ti -dio dos pasos hacia adelante- mañana por mí.
Un suspiro interno se escapó de lo más profundo de mi ser: Alec no iba a hacerme daño.
Alec vino hacia mí y, cogiéndome de la mano, giró mi cuerpo quedando mi espalda pegada a su pecho.
-Espero que sepas actuar nena, porque es todo lo que tenemos que hacer ahora -susurró acelerado en mi oreja.
Acatando sus órdenes, me deshice de su agarre para después pegar una patada que no le dañase en su estómago.
Abriendo las palmas de sus manos, una tenue niebla salió de ellas hacia mí. Antes de que pudiesen tocar mi cuerpo, vi como Alec las retractaba, dándome un margen de tiempo para hacer algo al respecto. Sin más, me tiré al suelo después de con mi vista volarlo hacia la derecha unos cuantos metros.
Con el estómago algo sobrecogido, un disparo de adrenalina corrió por mi espina dorsal, vibrando por toda mi piel.
Alec se levantó del suelo y apareció justo delante de mí para coger mi cuello con sus dos grandes manos y apretarlo levemente. Yo pretendí intentar liberarme de su agarre mientras sufría por la asfixia inexistente.