(Asami/Misaki)
Inhala.. Exhala.. Tú puedes Misaki, necesitas éste trabajo.
-Takahashi Misaki.. Asami san le espera en su oficina, acompáñeme por favor.-
Porque ese día no solo conocería a un tirano y explotador.. Si no quizá a algo mucho más importa...
Su hermano se veía mejor. Algo bueno entre tanta miseria.
-¿Misaki?-
-Hermano- Misaki puso su mejor sonrisa para Takahiro- ¿Cómo estás?, te ves bien-
-Mm.. Mi pequeño hermano, siempre tan considerado- Takahiro sabía que se veía fatal- Eres un buen muchacho Misaki ¿Cómo te fue en tu entrevista?-
-Bien, mañana mismo comenzaré.. No debes preocuparte por eso hermano, tú solo debes concentrar tus energías en recuperarte-
-Misaki, escúchame, no quiero ser demasiado cruel con lo que diré.. Papá y mamá ya no están con nosotros, sinceramente no se cómo salí vivo de ese accidente, no sé si eso es bueno, solo te he traído problemas..-
-No digas eso hermano, por favor no lo digas, si tú te hubieses ido con nuestros padres ¿Qué haría yo solo?, eso duele, no lo digas-
-No llores Misaki, solo digo que no he podido ayudarte con nada, has cubierto el funeral y entierro de nuestros padres, has cubierto el hospital y todo gasto mío, has renunciado a tus estudios, y tuviste que irte de casa para poder ponerla a la venta..
Misaki, solo quiero que sepas que si no lo logro, no debes sentirte culpable por ello, siéntete orgulloso de ti mismo porque hiciste más de lo que podías por tu familia-
-N..No.. Juntaré el dinero y podrás hacerte ese transplante, pagaré el tratamiento, ¡Yo cubriré todo!, lo haré con gusto porque te amo, eres mi hermano, por favor no sigas-
-Misaki.. Lo siento- Takahiro susurra apenado, quebrándose junto a su hermano.
-Buenas tardes, es la hora de la revisión, Misaki kun, ¿Te encuentras bien?- La enfermera les salva de seguir en una conversación nada provechosa, la mujer es agradable.
-Si Manami san- Misaki tragó sus lágrimas- Le encargo a mi hermano, tengo algunos deberes, con permiso y gracias por su labor- Misaki agradeció a la enfermera para salir a paso rápido de la habitación de hospital.
Maldición.. Tendría que trabajar en lo que fuera, necesitaban tanto el dinero y la casa de sus padres ni siquiera estaba aún en venta por la cantidad de papeles que necesitaba para mantener en regla todo.. Además esos papeles y trámites eran tan burocráticos.. Costaban mucho dinero.
Dinero.. Dinero.. Y más dinero. ¡Se iba a volver loco!
Pero se comería su orgullo, trabajaría en lo que fuese, incluso en algo cómo eso.. Que vergonzoso, pero era bien pagado y el dinero lo recibía de inmediato. Era trabajo digno.
-Niños, ¡¿Adivinen quién llegó?!-
¡El pollito pio!
-¡¿Y qué quieren que haga?!-
¡Aletear con alegría y belleza!
-¡Coooorrectooo!.. Adelante pollito, no seas tímido, ¡Los niños esperan por tí!-
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