The end.

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Es el día de los enamorados y ellos lo celebraban a su manera.

-Misaki ¿Cual es el plan?-

-Control interno de la compañia Ryuichi-

-Correcto, la posesión es 9 décimos de la ley, quién esté en control temporal es probable que se quede al final-

-Pero si dirigimos el caso podemos hacer que dure años, en consecuencia, hacer lo que queramos- Misaki sonríe entusiasmado. A aprendido mucho con ese hombre, y las soluciones fluyen naturalmente.

-Averigua todo de ese tipo Misaki-

-¡Si!- Misaki se levanta de un salto.

-Espera- Asami se pone en pie con elegancia, más no es tan cuidadoso a la hora de arrebatar a su asistente, de un tirón lo regresa y lo estampa contra su pecho.

Vaya beso.

A Misaki le encantaba cuando su jefe se salía de control, siempre le tomaba de manera distinta, a veces acariciaba sus mejillas, en otras sostenía su nuca jalando un poco sus cabellos, a veces su cintura era víctima del método de su tirano a la hora de raptar un beso, pero siempre había una constante, una costumbre.. Asami siempre mordía su labio inferior al terminar de besarle, un pequeño mordisco y nada más.

-¿De qué te ries?- Asami jadeó sobre sus labios.

-No- Misaki negó entre risas nerviosas, Asami sigue teniendo la capacidad de avergonzarlo con su sola presencia- Es gracioso, porque es el día de los enamorados, y a nosotros nos emociona trabajar juntos en leyes que para muchos pueden ser tan aburridas.. Somos unos ñoños- Misaki se sigue riendo mientras apoya su frente en el pecho firme y con aroma siempre perfecto.

-¿Y qué?- Asami usa un tono brusco- Así funcionamos, no recibirás un oso de felpa hoy, si es lo que querías, puedes olvidarlo, ahórrate la decepción Takahashi- Asami casi gruñó metiendo sus manos bajo el pantalón de Misaki, amasando su trasero.

-¡Wow! arriba las manos dónde las vea, abogado pervertido, no tienes cura- Misaki usa sus dedos índice y pulgar simulando una pistola.

-Si la tengo. Está justo entre mis manos- Apretó repetidas veces sus nalgas haciendo reír a Misaki.. Le daba cosquillas.

Mikhail entra dudoso, casi temeroso a la ahora oficina personal de Misaki

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Mikhail entra dudoso, casi temeroso a la ahora oficina personal de Misaki. Aprovechando que el asistente está tan ocupado cómo para no reparar en su existencia, Mikhail se acercó hasta su escritorio con una cara de idiota.

-Misaki, acabo de revisar tus correcciones de los reportes de Cambridge, hallaste discrepancias entre bienes reales y potenciales, eso es un gran trabajo, ésto es genial-

-¿Qué necesita Mikhail san?- Misaki no le mira, sigue muy preocupado de los papeles sobre su escritorio. Con un marcador y el ceño fruncido destaca algunas líneas sobre el papel.

Tu asistente.. Tu vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora