Siéntese y cierre los ojos Asami san..
La voz fluye suave y convincente, el abogado confía y no duda en obedecer. Con el dolor agónico y grandes espectativas, se sienta en el cómodo sillón ejecutivo siguiendo la orden de su asistente.
-¿Sabes lo que haces?- Pregunta de todas maneras.
En cuanto Misaki se acercó, sintió al instante el leve escalofrío placentero, el tacto de las refrescantes y suaves manos se agradecen en la piel caliente de su frente.
-Si, sé lo que hago Asami san, Mmm.. Hace varios años ya, mi padre sufrió un accidente laboral, él se golpeó en la cabeza. La secuela de eso principalmente fueron las migrañas constantes, dolores de cabeza que permanecieron con él, alterando su vida y sus ánimos-
-¿Tu padre no vio a ningún neurólogo?-
-Si, lo hizo, pero más allá de un coctel de analgésicos que solo aligeraban un poco el dolor, no hubo mayores cambios. ¿Usted cuantos analgésicos ya lleva el día de hoy Asami san?-
-Dos-
-Asami san- Le regaña.
-Seis-
-¡Ugh!, ¿Quién lo entiende?.. El señor que cuida su cuerpo de las "pizzas asesinas" traga pastillas como si fuesen caramelos-
-Me dolía la cabeza, así no puedo trabajar-
-Entiendo- Sonríe presionando con sus yemas justo en las sienes del hombre- Solo estaba molestándole, aunque.. Insisto en que debería buscar algo opcional, algo más natural quizá, el abuso de medicamentos no es un juego Asami san-
-Mmm- Musita relajado.
-Cómo le decía, mi madre aprendió éstos masajes, y nos enseñó a mi y a mi hermano Takahiro para cuando ella no estuviera por salir tarde de su trabajo. Mi padre decía que no le quitaban por completo el dolor, pero la presión en su cabeza bajaba mucho más que con los analgésicos y la molestia se hacía muy tolerable.
Ese masaje que aprendí es el que estoy aplicando en usted- Soltó una risilla, su jefe abrió los ojos para admirarle cómo si fuese un cuadro en exposición- Mhm.. A..Asami san no abra los ojos aún- Carraspea nervioso por la mirada magnética y afilada- B..Bueno espero que como a mi padre, el masaje le alivie en algo, rara vez he sufrido de dolores de cabeza, pero sé que son un asunto serio y que a veces no te permite razonar bien-
-No lo negaré.. Me alivia bastante-
-Mi madre aprendió ésta técnica en un onsen que ofrecía éste tipo de servicios, puedo darle el dato y..-
-¿No puedes hacerlos tú?, pagaré por ello-
-¿Eh? Pf- Se carcajeó intentando no cortar el masaje aún- Asami san, creo que quedará en la ruina por mis servicios- Bromea sin pensar.
-Creo que tus servicios lo valen-
Asami abrió sus atrayentes ojos nuevamente, Misaki no puede definir que pasa por la cabeza de ese hombre justo en ese instante, tampoco puede descifrar lo que ocurre en ese par de bonitos ojos feroces, solo tiene tiempo para estar atontado con la cercanía, el contacto directo y el aroma fresco, tan masculino. De buena o mala manera, su jefe tiene esa capacidad de erizarte los vellos de la piel.
La dichosa piel de pollo.. O gallina, ¡Lo que fuera!.. ¡Misaki dí algo!, ¡No te quedes callado pensando boberías mientras ese hombre te ve así!.
-Ahm.. Si.. Gracias.. Yo c..creo que su piel es muy linda.. No es de pollo como la mía..-
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Tu asistente.. Tu vida.
Fiksi Penggemar(Asami/Misaki) Inhala.. Exhala.. Tú puedes Misaki, necesitas éste trabajo. -Takahashi Misaki.. Asami san le espera en su oficina, acompáñeme por favor.- Porque ese día no solo conocería a un tirano y explotador.. Si no quizá a algo mucho más importa...