Tu asistente.. Tu vida.

Cicatriz

Habían caído al suelo luego de haber roto el lindo sillón ejecutivo de su amado jefe..

Misaki sentía que ya no tenía voz ni fuerzas.. Y que su trasero.. Si es que aún lo conservaba, estaba ya adormecido, ni hablar de sus desmayadas y acalambradas piernas.

Por suerte en la caída Asami le había protegido de golpearse.. Pero eso no quitó que siguiera empujando contra él, con una fuerza tal, para que alcanzaran el climax después de ya varios orgasmos.. ¡Ni siquiera una caída le detuvo!, ¡Era un monstruo!.

-Misaki.. ¿Estás bien?- Jadeó ahogado en su cuello.

-N..No sé.. Creo.. Que me hechaste a perder- Sonríe muy adolorido, incluso reír le provoca dolor- Ugh.. Me duele todo.. Hay partes de mi cuerpo que no siento.. ¿Es de día?- Intentó girar un poco su cabeza viendo el ventanal hacía atrás. Asami se antoja de besar su cuello.

-Si, mierda.. Se me pasó la mano-

-¿Asami san está satisfecho?- Pregunta disfónico, intenta carraspear pero su garganta se irrita aún más, así que deja de hacerlo.

-Bastante- Asami besó los labios magullados- Misaki.. Eres mío y no hay vuelta atrás- Declara aún sin recuperar el aire, muerde el cuello de Misaki sobre una marca ya hecha, la peor de todas.

-Así que.. Asami san es posesivo- Se burló golpeando la frente de Asami con un "toquesito de puerta".

-No me gusta que toquen lo que es mío- Asami toma su mano y la muerde, hasta que Misaki se queja se da por satisfecho.

-¿Tuyo?- Misaki ya no parece tan contento. Pero a Asami le da igual.

-Si, mío- Se presiona duro contra él.

-Ngh.. Ya- Le palmea los hombros fuertes y sudorosos- Suficiente.. Además.. Q..Que hayamos hecho.. Cositas- Se avergüenza mirando hacía otro lado- No significa que sea tuyo, n..no soy un objeto-

-¿Cositas?- Alzó una de sus cejas. Nunca conoció a nadie que se refiriera al sexo compartido de esa manera. No sabe si sentirse ofendido. Lo que habían hecho estaba lejos de llamarse "una cosita".

-¡Ya!, ¡No te burles!-

-Que te averguences después de lo que hicimos toda la noche me impresiona. En cuanto a lo otro.. No pienso que seas un objeto, pero tú eres mío-

-No tienes remedio Asami Fernando, solo juegas con mis sentimientos, solo me quieres para la cama y después vas a desecharme con el fruto de nuestro amor a la calle.. Soy tan desdichado- Se reía con un rostro complicado de dolor. Además, a cada carcajada algo salía de ahí abajo, era tan vergonzoso.

-Que imaginación la tuya, estás de muy buen humor- Besó su mejilla.

-¿Y tú no?- Le acaricia el rostro.

-Sabes la respuesta- Toma su mano y la besa con afecto- Me conoces bien-

-Si.. Ryuichi es feliz.. Yo lo sé- Sonríe amable.

-Ven aquí-

Asami le había subido sobre su cuerpo, toma su rostro y le besa con total normalidad, como si fuesen una pareja de toda la vida.

Para Misaki, ese portento de hombre le había enseñado a besar, a hacer el amor con perfección en solo una noche. Asami no alardeaba, era un muy buen maestro.. Un maestro yoda.. Claro.. Dejando de lado el color verde y el tamaño, aunque.. Tenía un gran sable de luz..

-Misaki, ¿Misaki?- Le apretaron las caderas.

-¿Eh?.. ¿Q..Que sucede?-

-Dimelo tú, dejaste de besarme para reírte solo, ¿Qué es lo gracioso?-