Dejarse Llevar.

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32 semanas de embarazo.. El tiempo exacto para que su pequeño vientre se convirtiera en una pelota de playa.

Aún así, Misaki insistía en trabajar y ésta vez, no solo su pareja le reñía si no su hermano, su cuñado, sus compañeros de trabajo, y su gran amigo estilista.

Su genio era de los mil demonios.. "Evil Misaki" le habían apodado algunas de sus víctimas antes de morir.. De risa.

Y es que ver a Takahashi Misaki con su pequeño vientre era demasiado adorable, por lo que sus enojos más que temibles eran graciosos.

Cierto estilista incluso quería mandar a hacer poleras con una fotografía que Akihito tomó de Misaki, gruñendo y pateando el piso.

"¡Acaso soy un jodido fenómeno de circo! ¡Largo grr!".

Algo así había dicho.

-Roberto san.. Dígame la verdad.. ¿Estoy muy gordo no es así?.. Ryuichi ya no me quiere en la oficina, de seguro le doy vergüenza- Misaki lava sus manos, están en el baño y para su suerte no hay nadie al rededor. Misaki no soportó más y necesitaba desahogarse con alguien que no le juzgara.

-Claro que no mi budita.. Digo, mi vidita-

-¡Roberto san no estoy para bromas!, ¡Usted es cruel!-Misaki pateó el suelo empuñando las manos.

-¡No!- Roberto dejó las bromas de lado, se acercó a Misaki para tomarle de las mejillas- Misaki bebé, lo decía de cariño, te ves adorable mi vida lo digo enserio, adoro ésta etapa tuya mi ternurita, sabes que enloquezco asesorándote, mi cielo entiende que tu hombre solo quiere cuidarte, le preocupas ¿Cómo vas a avergonzarle si sabes que ese papucho solo vive para ti y la miniternurita?- Roberto abraza a Misaki, lo apapacha pero cuando se desprende de él, se da cuenta de que el abrazo no sirvió de mucho.

-Sin preguntarme nada contrató a un nuevo asistente para cubrirme, él es muy bueno, va junto a Ryuichi a todas partes, tal cual hacía yo- Los ojos de Misaki decaen en el suelo- Los he visto compartiendo miraditas cómplices al trabajar.. Es injusto.. Ese era mi lugar y ahora- Un gran cúmulo de saliva pasa por la garganta de Misaki, es sofocante- Ryuichi solo me habla para regañarme, envíarme a casa, lo peor es que ya ni siquiera me toca, ya no recuerdo cuando fue la última vez que tuvimos relaciones, creo que fue hace.. Un mes quizá..-Roberto se sorprende de que Misaki se sincere de esa manera, que hable de su vida sexual cuando siempre es tan mezquino con ese asunto- Roberto san.. Yo los escucho-

-¿Qué escuchas mi vida?- Roberto ahora está igual de serio que Misaki.

-A mis espaldas, en los baños- Misaki ve de reojo a un par de asistentes de otro abogado ingresar al baño- En todas partes, dicen que soy un fenómeno horrible, que seguramente Ryuichi ya se aburrió y me cambió por ese chico que también me ve cómo si fuese una burla- Lo último casi no se le entiende a Misaki, se había puesto a llorar, odiaba hacerlo frente a los que justamente hablan mal de él, pero es que las angustiantes emociones que traía atoradas solo le provocaban llorar.

-Misaki, mi vida hermosa, no- Roberto se apresura en sacar un par de toallas de papel para secar la cara de Misaki- No pensé que lo estuvieses pasando tan mal, ay cariño- Roberto no es bueno a la hora de ver llorar a alguien más, él también llora porque no tolera ver sufrir a nadie- No, no debemos llorar- Roberto seca su propia cara- ¡No les des en el gusto!, solo son una manga de envidiosos ¡Que les den por el trasero!.. Bueno no.. No queremos que disfruten los condenados esos, maldiciones para ellos- Roberto se pone pensativo ideando las peores calamidades según él- Muchos años de hemorroides y "peluqueros" que cuando les dicen solo emparéjenme las puntas, les dejen una jodida calva más brillante que mis ideas- Se ríe- Ay pero que maldad, Roberto te superas mi amor-

Tu asistente.. Tu vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora