Misaki el cojo.

2.7K 254 16
                                    

¡Maldito hombre!.

Había dolido mucho, claro que si.. ¡Pero lo que le pasaba en ese momento era demasiado!.

Sus caderas dolían, sentía ardor en el trasero, incluso se sentía.. ¿Abierto?.. ¿Dilatado?, ¡Ugh!.

Como fuera, lo peor no era solo eso, su pierna derecha molestaba en el área de sus muslos internos, por lo tanto, solo encontraba comodidad cuando cojeaba ligeramente.

¿Por qué no le hizo caso a su "querido jefesito" cuando le dijo que comenzara a trabajar la próxima semana?.

No.. Por supuesto él y su bocota, tenía que hablar demás y pedir ir al día siguiente de ser invadido por la espada guerrera, esa cosota que tenía entre las piernas el maldito aquel.

Tomando aire profundamente, se dio un baño, se vistió con el traje que debía usar en su trabajo y a paso cojeante se dirigió a la cocina para encontrarse con su "adorable" tía.

Le miraba tan maldadosamente como siempre..

Él intentó con todas sus fuerzas caminar normalmente, pero era imposible.

"Que joto que sos Misaki"

Ok.. Eso no lo entendió, pero de seguro le había insultado.

-Buenos días tía mm.. Hoy comenzaré a trabajar como asistente en el bufete de Asami Ryuichi, gracias por recomendármelo-

-¿Que?, ¿Trabajarás para ese papucho?, ¡Oh cielos!.. ¡Oh cielos!- La mujer se afirmó en la isla de la cocina- ¡Que suertudo que sos!, ¡Ese hombre provoca que se me pare lo inexistente Misaki!, ¡Que me den infartos vag..-

Ugh.. ¿Pero que le pasaba a esa mujer?, su tía estaba tan loca.. ¿Tanto le gustaba su jefe a las mujeres?

-¡Debes traerlo a comerme!, ¡Digo a comer!- exclama casi salivando.

He ahí la respuesta.. Las atontaba.

-Ah.. S..Si, lo intentaré, él es un hombre algo ocupado, pero.. De todas maneras veré que hacer-

Claro que no lo invitaría, con suerte lo miraría a la cara de ahí en adelante.

-Debés avisarme Misaki, así me compro alguna remera linda, o una camperita, o que sé yo-

-Ah.. Si.. Tía debo irme al trabajo-

-O un vestido que deje ver mis encantos.. Podría comprarme algo de lencería y..-

-Mm.. Bueno.. Me retiro- Misaki susurra yéndose lentamente mientras su tía divagaba.

Una vez afuera se sorprendió de ver el auto del bufete ahí, ¿Acaso ese tipo lo había enviado?.

-Misaki san, buen día, suba, le llevaré-

-¿Arthur sama?, buen día, ¿Lo envíaron por mi?-

-Si, Asami san dió la orden, dijo que por ésta semana viniera por usted-

-¿L..Le dijo el por qué de esa decisión?- Misaki preguntó y el hombre soltó una risilla.

-No Misaki san, verá, Asami san no acostumbra a dar mayores explicaciones de las órdenes que da-

-Entiendo, gracias Arthur sama-

Al parecer el tipo ese había tenido algo de consideración con él.. Bueno.. Mal que mal era el culpable de haberlo dejado "cojo".. Aún así, lo agradecía.

Los asientos eran cómodos, aún así le resentía al poner su magullado y abierto durazno ahí.. No podía imaginar lo incómodo que sería estar así y sentarse en el transporte público.. Ugh.. ¿Sentarse?, claro que no, tendría que andar de pie, imposible sentarse así en aquellos asientos tan duros.

Tu asistente.. Tu vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora