Tu asistente.. Tu vida.

Mi única opción.

Su asistente se ve como un pequeño gato erizado, está excesivamente molesto, ¿Qué carajo le pasaba?.

-Takahashi, tercera y última vez que te preguntaré lo mismo, ¿Cómo supiste que estaba involucrado con esa mujer?, ¿Me estás espiando?-

-¡¿Que?!- Se horrorizó- ¿Pero qué tan importante se cree que es?, yo no lo he espiado, a diferencia de usted, ¡Yo no pierdo mi tiempo!- Intentó calmarse, pero de solo pensar en el llanto del bebé, le vuelve a producir coraje hasta chillar- El esposo de esa mujer llamó hace poco-

-¿Por qué lloras?, ¿Qué te dijo ese tipo?-

-Lloro porque trabajo para un bastardo sin alma- Secó rápidamente sus lágrimas- Ese hombre estaba destrozado, pero eso no fue lo que me hizo sentir peor.. Escuché el llanto de un bebé y a ese hombre intentar calmarle diciendo que siempre estaría para él-

-No sabía que tenía un hijo- Se sentía molesto porque según sus acuerdos con esa mujer, estaba implícito ser libre de ese tipo de responsabilidades, precisamente porque no quiere dramas innecesarios.

-Ow, ¿No sabía?- Su tono es agrio- Ya veo, pobre de usted, eso es.. Terrible.. Lloremos juntos.. ¡Maldito animal insensible!- Perdió el control- ¡¿Lleva meses con esa mujer y no sabe nada de ella?!-

-Ya basta, solo eres mi asistente, no tienes derecho a nada sobre mi, ¿Quién te crees que eres?- Interrogó casi masticando sus palabras, Misaki lo tiene más que harto.

-¡Alguien con la suficiente decencia para no quedarme callado frente a algo tan injusto!-

-¿Decencia?- El cinismo y la maldad colmó el rostro de Asami, tanto cómo para que Misaki se encogiera en su lugar- ¿Tú decente?, no me hagas reír Takahashi, ¿Acaso no recuerdas como inició nuestro trato?, eres de todo menos decente-

Misaki se quedó boquiabierto.. Sabía por Mikhail y otras personas que Asami Ryuichi podía llegar a ser extremadamente cruel cuando se metían en sus asuntos, ahora él lo estaba viviendo en carne propia y dolía mucho, porque mal que mal, ya consideraba al hombre cómo un amigo. Se equivocó.

-Entiendo- Habló bajito mirando el suelo, el nudo en su garganta apenas le permite decir algo- No diré más, con permiso-

-Takahashi- Le sujeta.

Tanto el cómo Misaki se exaltan por el ascensor que parece subir. Se supone que a esa hora no hay nadie más que el personal de seguridad, y si ocurría algo, se les llamaba desde la cabina del primer piso, nunca subían a menos que una emergencia lo requiriera.

El ascensor se abrió y Misaki se angustió mucho.

-Buenas noches Asami Ryuichi y compañía- Les saluda un hombre que salía del ascensor con una de sus manos ocupadas por los cabellos de su esposa, y en la otra mano un arma.

Su rostro sufre demacrado, pálido y enajenado, es sin duda alguien que lo estaba pasando tremendamente mal.

-R..Ryuichi lo siento- La disculpa proviene de una voz quebrada de la mujer que es sujetada de los cabellos.

-¡Cállate Ayaka!- Vociferó el hombre- Eres una puta, no tienes reparo en llamar con confianza a tu amante frente a mi-

-Takahashi, sal de aquí, vete a tu casa- Asami pidió con tensión disimulada.

-No- El hombre sonríe histérico- Ese chico no se va a ir a ninguna parte, lo siento por él, pero si le dejo ir me delatará y no podré continuar con mis planes-

-Él no tiene nada que ver en ésto, es solo un empleado más de éste lugar, el asunto es entre nosotros, deja ir al asistente y a tu esposa- Pide con un gesto mientras mantiene las manos en sus bolsillos.